14. Los sueños

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Los sueños lúcidos o verdaderos son parte de la profecía, como dijo el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): "Los sueños verdaderos son una de las cuarenta y seis partes de la profecía". Narrado por al-Bujari, 6472; Muslim, 4201.

"Los sueños marcan el comienzo de la Revelación". (Narrado por al-Bujari, 3; Muslim, 231).

La veracidad de los sueños está relacionada con la sinceridad del creyente que los sueña. Aquellos que tienen los sueños más verdaderos, son los creyentes más veraces en su discurso (Muslim, 4200).

El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) también dijo: "Hacia el final de los tiempos, difícilmente algún sueño que tenga el creyente será falso. La profecía y su sabiduría estará tan lejos en el tiempo, que Dios compensará esto a los honrados a través de los sueños, dándoles buenas noticias y mostrándoles a través de ellos el camino de la paciencia y la firmeza". Narrado por al-Bujari, 6499; Muslim, 4200).

Lo mismo puede decirse de los milagros que hubo después de la época de los compañeros del Profeta (que Dios esté complacido con ellos). Estas cosas no sucedieron durante su época porque ellos no lo necesitaban, habían conocido al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y tenían una fe fuerte, pero las generaciones posteriores atravesaron muchas dudas con respecto a la fe, y necesitaron estas experiencias.

En la ley islámica los sueños están clasificados en tres categorías:

- 'Rahmani', son los sueños verdaderos o sueños lúcidos, que son inspirados por Dios.

- 'Nafsáni', son los sueños de origen psicológico, inspirados por las preocupaciones y deseos de la vida mundana y cotidiana.

- 'Shaitani', son las pesadillas, los sueños que se caracterizan por situaciones de angustia, pánico, desesperación, opresión, etc. Estos sueños son causados por Iblis (Shaytan).

Los sueños de los profetas son parte de la Revelación a ellos, porque ellos están protegidos de Iblis. Los sabios del Islam han estado de acuerdo en esto. Así fue que Ibrahím salió de su casa para cumplir con la orden de Dios de sacrificar a Ismael, cuando vio eso en un sueño, que Dios esté complacido con ambos.

Pero los sueños de la gente en general deben ser examinados en su contenido a la luz de la Revelación (El Corán y la Tradición Profética). Si están de acuerdo con el Mensaje de Dios, entonces provienen de Dios y pueden ser considerados como sueños lúcidos; y si no lo están, probablemente no provengan de Dios. Este es un asunto serio para la fe del musulmán, porque muchos musulmanes desviados han innovado en sus prácticas religiosas por malas interpretaciones de sueños.

Quien busque que sus sueños sean verdaderos debe hablar claro y con sinceridad, comer alimentos lícitos, apegarse a las órdenes de Dios, y evitar todo lo que Dios ha prohibido. También ayuda dormir en estado de pureza ritual y en dirección a La Meca, y rememorar a Dios hasta que se duerma. Si hace esto, es más probable que sus sueños sean veraces.

Los sueños más veraces son aquellos experimentados justo antes de la aurora, porque este es el momento en que Dios desciende con Su misericordia y perdón. También es el momento de menor actividad de los demonios, a diferencia de la primera oscuridad justo después del ocaso. Ver: Madárich as-Saalikín, 1/50-52.

Al-Háfiz ibn Háyar dijo:

Todos los sueños son de dos tipos: los sueños verdaderos, son aquellos que tuvieron los profetas y la gente recta y piadosa que los siguió. También pueden ser experimentados por la gente en general, pero menos frecuentemente, como el sueño del rey incrédulo que fue interpretado por el Profeta Yusuf (la paz sea con él). Los sueños verdaderos son aquellos que se vuelven realidad en la vida real.

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