𝙲𝚎

1K 62 20
                                    

[Pov. México]

Por años, tuve que escuchar a personas que aseguraban con fuerza que amar a alguien es de las decisiones más difíciles y riesgosas que una persona puede tomar; sin embargo, esto es algo a lo que yo nunca le vi sentido, pues al menos a mí nunca me pusieron enfrente la opción de amarte o no. Ese fue un sentimiento que creció dentro de mí como lo haría la hierva en un prado, de una forma tan natural y plena que ni por un segundo pude esperar algo diferente...

Cuando estabas al lado mío sonreír se volvía fácil. Me llenabas con tu luz, tu forma especial de ser dulce sólo conmigo, y mientras otros parecían tenerte miedo como el descendiente de la gran y poderosa Unión Soviética, para mí tú eras sólo Ru, mi Ru, mi mejor amigo, y la persona a la que por tantos años amé en secreto...

¿Y cómo no amarte cuándo pasaste toda tu vida alimentando a mis emociones?

La forma en la que jurabas adorarme, la confianza que tenías en mí incluso antes que en tu propia familia, y como los años te hicieron convertirte del niño dulce que recogía flores para mí al único hombre capaz de hacerme sentir seguro en el planeta, alguien que con sólo abrazarme o mirarme a los ojos me hacía saber que estoy protegido.

Si tan sólo tú pudieras verme como yo lo hago...

—¿En qué piensas? —La pregunta de Rusia al fin me hizo salir de mis pensamientos, sorprendiéndome un poco mientras él reía por mi nerviosismo

—N-Nada.. sólo estoy cansado. Ya sabes, odio que las juntas debas ser en la mañana, a penas tengo tiempo para dormir —Solté como lo primero que se me vino a la mente, mientras que Rusia suspiró hondo

—Ni me lo digas, parezco muerto viviente a estas horas.. —Recostó cabeza y brazos sobre aquella superficie en donde almorzábamos dentro del edificio de ONU, haciendo que yo imitara sus gestos sólo para que nuestros ojos se encontraran

—Tú siempre luces bien

—Dices eso porque nunca me has visto recién levantado, créeme, eso te haría cambiar de opinión

—¿Ah, sí? Pues eso es algo que me gustaría comprobar —Rusia sonrió al igual mío, incapaz de tomarse en serio mis palabras por más sugerentes que fueran

Por un segundo, su mano se acercó hacia mí, dispuesto a apartar un par de mechones de cabello que se habían soltado de mi corta coleta, y que llegaban a cubrir mi rostro, siendo suficiente para que mis mejillas se volvieran rojas. 

Al apartarse su mano, yo me quedé allí esperando más; no me conformaría nunca, pero tampoco me veía capaz de pedir que me tocase de nuevo.

Me quedé en la misma posición por instantes, mirándolo, y apreciando como sus ojos color ámbar chocaban con los míos, confirmando nuevamente cuánto amaba ver mi reflejo en sus pupilas, sabiendo que por un segundo, toda su atención me pertenecía sólo a mí.

Sin embargo, mientras yo me perdía dentro de mi mundo y sentimientos, hubo algo que ocurrió a mis espaldas, un suceso que hizo que Rusia levantara su cuerpo, y en sólo una pequeña fracción de segundo, todo en él cambió mientras sus ojos anhelaron a alguien más. Yo me tardé un poco más en verlo, pero entonces la sonrisa de Rusia desapareció, y sólo se quedó mirando atrás mío, obligándome a repetir sus acciones como un acto impulsivo de curiosidad.

Para Rusia fue como si todo el mundo a su alrededor de pronto no tuviera más importancia, acelerando sus latidos mientras su rostro entero se tornaba de un tono carmín junto a una chispa que se inició dentro de sus ojos por ver a un estadounidense caminar a tan sólo algunos metros por el pasillo. Un hermoso chico albino que andaba en pasos lentos y distraído mientras acomodaba su corto cabello blanco con mechones azules y rojizos, suspirando con sus mejillas naturalmente sonrojadas, y facciones que lucían perfectas sin esfuerzo.

- Oniteilpi - RusMexUsa Countryhumans -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora