- Oniteilpi - RusMexUsa Countryhumans -

𝙽𝚊𝚑𝚞𝚒

[Pov. América]

A veces, reconocer que estás dentro de un sueño se vuelve algo tan simple que sólo te basta con mirar a tu alrededor para darte cuenta de que ese no es tu mundo real; las situaciones, las personas, de alguna forma se termina evidenciando que todo es producto de tu mente, y aunque eso puede darte alguna sensación de calma o control, tú no siempre eres el que toma las decisiones de lo que pasa mientras estás dormido, y eso es algo que en lo personal me aterra.. 

Dentro de tu cabeza todo puede pasar, y por más que te fuerces a abrir los ojos, muchas veces terminas siento la propia víctima de tus ideas, y quedas atrapado en un mundo que puede rozar el irrealismo tanto para el bien, como para el mal.

Sin embargo, admito que ahora más que nunca, por más que los escenarios que me rodearan parecieran una mentira, me era imposible distinguir si estaba dormido o despierto... Todo era obscuro, sin sonido o mayor luz de la que parecía seguirme con cada paso que daba mientras una baja nube de humo me hacía confundir de dirección. Era un vapor pesado y sofocante que me perdía, teniendo colores tenues que parecían cambiar conforme yo avanzaba.

Mis pasos iban sin rumbo o dirección, haciéndome sentir perdido mientras el vapor recorría mi cuerpo para desorientarme aún más. No entendía porqué, pero tenía miedo, era como si estuviera preparado para cualquier segundo en el que tuviera que salir corriendo, o fuera a encontrar algo que me pusiera en peligro..

Mi corazón se volvía pequeño, y mientras yo sentía que en pocos segundos las lágrimas comenzarían a brotar de mis ojos, yendo de espaldas terminé por chocar con alguien que detuvo todos mis pasos para sujetar mis hombros, asustándome al punto en el que retrocedí inmediatamente mientras buscaba un rostro que al final de todo me hizo sonreír.

—Rusia.. —Pronuncié en una muestra de alivio por ver a mi pareja frente a mí, aquel que me sonreía con las mejillas rojas y esas expresiones que siempre tuvo conmigo, dándome un alivio inmediato

Sin embargo, cuando quise acercarme a él nuevamente, la distancia entre nosotros pareció extenderse de forma descomunal, obligándome ahora a correr hacia su dirección mientras veía como la cortina de humo comenzaba a acender entre nuestros cuerpos hasta envolverlo a él; de pronto su rostro y la forma de su cuerpo comenzó a ser confusa para mí, haciendo que mis pasos se volvieran lentos al sentir que de pronto mi prometido comenzaba a transformarse en otra persona diferente a lo que él era. 

El vapor se volvía rojizo, y aún temiendo no podía dejar de avanzar —¿Ru? —Pregunté mientras forzaba a mis ojos a mostrarme una verdad en la que ni siquiera yo confiaba

No sabía quién era esa nueva persona a la que el humo envolvía, pero sentía perfectamente como el paso de los segundos revelaba una persistente necesidad en mí por seguir avanzando hacia su dirección entre una clase de magnetismo que me hacía ir paso por paso mientras los latidos de mi corazón iban en aumento y una luz extraña parecía estar formándose en mi interior.

Cuando el vapor fue en aumento, esa persona desapareció de mi vista, pero fue cuestión de segundos antes de que su mismo aroma atrayente y la conexión confusa que parecía haberme hipnotizado me guiara hasta encontrar nuevamente a esa silueta que entre el humo extendió su mano hacia mi dirección, invitándome a acercarme a él mientras que aún pudiera verlo.

Corrí, y aún cuando mis pasos no parecía hacerme avanzar en lo absoluto yo puse todas mis fuerzas en alcanzar a esa persona que parecía volverse una nueva necesidad para mi alivio, obligándome a hacer todo con tal de encontrarme con alguien a quien ni siquiera conocía..

Estaba tan cerca, casi podía sentirlo, pero cuando la punta de mis dedos lograron rozar brevemente la piel de su mano, todo en él pareció evaporarse para que su cuerpo mutara a una parvada inmensa de colibríes que me hicieron retroceder mientras el humo desaparecía con esa persona. Las plumas de esas aves coloridas volaron junto con ellos, dejándome sólo en un escenario negro en el que de pronto no había nada más que me rodeara, dándome la sensación de un vacío y un abandono intenso que pronto me hizo caer de rodillas mientras el aire se escapaba de mis labios, mostrándome que ese era el último rastro de vapor que quedaba en mí.