Por la mañana, Fiona fue a la cabaña B la cuál ella llamaba donde estaba lo que quedaba de la comida del día anterior y empezó a comer lo que era su desayuno.
Volvió a su cabaña la cuál la chica le puso "Cabaña A" y se empezó a cambiar.
Luego, Fiona se empezó a preparar para salir a fuera de los muros, en un carcaj metió todas las flechas que tenía y en cada lado de su cinturón puso un cuchillo. Fiona clavo en el pasto un tronco y amarró al rededor de este una liana y la chica se amarró la cintura, si iba a entrar a ese lugar, tenía que saber el camino hacia el lugar de lo que ella llama El Área.
La chica suspiró una última vez antes de empezar a salir del Área.
La muchacha estaba alerta de cada movimiento y sonido de lo que pueda pasar.
Siguió caminando tratando de buscar una salida, pero era muy confuso, estaba en una especie de laberinto y eso es lo que más le aterraba ya que probablemente pueda perderse.
Seguían pasando algunas horas y ella seguía en el laberinto tratando de buscar la salida. Ya estaba casi que anocheciendo, por lo que la chica decidió que era suficiente por hoy y que mañana seguiría buscando.
Un gruñido la hizo detener su paso y rápidamente sacó del carcaj una flecha y la colocó el el arco.
La chica volteaba en todas las direcciones alerta, hasta que una criatura mitad máquina y mitad animal apareció en frente de ella.
Fiona salió del shock en el que estaba cuando la criatura gruñó fuertemente al ver a su presa.
La chica alzó su arco y disparó, a la criatura no le hizo mucho daño y empezó a correr hacia la pelinegra.
Fiona empezó a correr con todas sus fuerzas, se estaba guiando por el camino que había dejado la liana. La chica tuvo que soltarse la liana de la cintura ya que esta no le permitía correr con tanta facilidad.
La chica sentía como la criatura estaba a punto de pisarle los talones, Fiona se tropezó con otras lianas desordenadas que estaban en el suelo. Rápidamente se incorporó de nuevo y siguió corriendo.
La pelinegra se volteaba para intentar dispararle con las flechas, aunque eso no ayudaba mucho ya que a la criatura parecía de que no le dolía o no parecía que le hiciera daño.
Aunque de todos modos lo seguía intentando, de repente la criatura la rasguñó con una de sus filosas patas en el antebrazo haciendo que está caiga pero vuelve a levantarse con rapidez.
Fiona estaba cerca del área, ya casi llegaba, las puertas empezaron a cerrarse por lo que Fiona aceleró su paso hasta que se le ocurrió un plan.
—¡Oye!— detuvo su paso y empezó a llamar a la criatura —. Ven por mi, vamos...— siguió llamando a la criatura y a lo que esta le empezó a poner más atención a Fiona empezó a perseguirla con más intensidad.
Fiona también aceleró su paso las puertas estaban casi que aplastándola, siguió corriendo y entro rápidamente al área, la criatura que la estaba persiguiendo, ahora estaba completamente aplastada por las puertas.
La chica suspiró aliviada y se recostó un momento en el pasto, hasta que comenzó a sentir un dolor en su brazo.
Recordó el rasguño que le hizo el mitad animal y mitad máquina y se apresuró a llegar a la Cabaña A.
Al llegar a esta, agarro las vendas y el alcohol y empezó a limpiar la herida la cuál iba a dejar una gran cicatriz.
Luego de limpiara la herida, empezó a venderla.
La chica se recostó sobre su cama, pensando en que era esa cosa, pero algo era seguro.
Pase lo que pase hará todo lo posible para sobrevivir.
Pasaron algunos días después de eso, Fiona decidió empezar a aceptar las cajas de comida ya que se le estaba empezando a ser difícil cazar a los animales.
Al cabo que pasaban los días, Fiona ya sabía más o menos el camino del laberinto.
La chica había mejorado en el arco y flecha, podría decirse que es una experta.
También pudo terminar el baño, se le hizo un poco complicado hacer que de la regadera pudiera salir agua, pero lo logró.
De pronto, pasó un mes, Fiona estaba haciendo una de sus tantas tareas.
La chica estaba muy ocupada cortando leña hasta que se empezó a escuchar al elevador subir.
Ella rápidamente agarró su arco con una flecha y se dirigió al elevador.
Cuando dejó de hacer ruido, abrió la puerta y reja mientras alzaba su arco, lista para lo que sea que estuviera dentro.
Pero Fiona se sorprendió al ver a una chica de tez morena y cabello rizado, estaba muy asustada.
—Hola— la saludó Fiona.
—¿Quién eres tú?— preguntó asustada.
—Hey, está bien, no voy hacerte daño— le dijo Fiona pero al ver que la chica seguía asustada, bajó la mirada a dónde la chica estaba viendo— Oh... Escucha, no es lo que tú crees, es que, pensé que era alguien que vino a atacar—
—¿Por qué no puedo recordar nada?— siguió preguntando la morena.
—Mira, ¿Que tal si respondo todas tus preguntas, si tú me ayudas a subir estás cajas?—
La chica solo se dedicó a asentir, Fiona bajó quedando con ella dentro del elevador.
—Soy Fiona, ¿Recuerdas tu nombre?—
—Harriet— respondió la morena.
—Lindo nombre— Fiona sonrió.
Las dos chicas empezaron a llevar las cajas llenas de comida a la Cabaña B. Cuando ya acomodaron todo, la morena le empezó a hacer preguntas a la arquera.
—¿Por qué no puedo recordar nada más que mi nombre?—
—Bueno, eso no lo sé, yo llegué aquí primero y no recordaba absolutamente nada, la diferencia es que yo estaba sola, pero tú no. Entonces te diré todo lo que yo sé hasta ahora.
Las dos chicas siguieron hablando de como fue que llegaron ahí y diciendo teorías, unas más tontas que otras.
Fiona estaba feliz de que por fin había llegado alguien y que ya no estaba sola.
Al fin podía estar con alguien y así no se volvería loca.
Desde ahí empezó una gran amistad.
ESTÁS LEYENDO
𝙄 𝘼𝙈 𝙄𝙈𝙈𝙐𝙉𝙀 || 𝓝𝓮𝔀𝓽
Fiksi Penggemar« 𝑨 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒊, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊𝒆𝒏 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒖𝒍𝒑𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆𝒔» «𝑵𝒐 𝒉𝒂𝒈𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒔 𝒔𝒊 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 �...