Acostada en su fría y solitaria cama, repasando en su mente lo que debía hacer, "lo correcto", tan lejano a lo que deseaba muy en el fondo.
Ella no era buena, era un desastre, siempre lo fue y seguiría siendo así. Debía mantener su desorden dentro de su espacio y no contagiar a los demás. Y con «los demás» se refería específicamente a su dulce vecina, la que le ha devuelto un poco de paz a sus noches y de solo pensarla sus labios forman una involuntaria sonrisa.
Jennie sacudió su cabeza antes de que sus pensamientos cayeran en espiral por la bonita castaña. Debía alejarse de ella y el brillante futuro que seguramente tendría. Sería la mejor doctora de todas, conocería a alguien igual de perfecta que ella para tener hijos perfectos y un golden retriever.
Por otro lado, la pelinegra siempre fue un caos andante, utilizando el arte para expresar lo caótico que ha sido su vida desde que tiene memoria, únicamente encontrando tranquilidad en sus pinturas y esculturas. Al menos hasta que se topó con Lisa y sus suaves manos que en un futuro salvarían vidas.
Suficiente responsabilidad para la doctora en formación, Jennie no quería ser una carga y no podía permitirse arruinar lo único bueno y estable que se había cruzado en su turbulento camino.
Con todo eso en mente, la pelinegra tomó la decisión. Fueron maravillosas noches, las mejores y más pacíficas de su vida, pero hasta ahí habían llegado. Se deseó buenas noches a si misma con la voz de Lisa sonando en su mente antes de tratar de dormir, sin lograrlo realmente.
ESTÁS LEYENDO
Noches
FanfictionLisa es una estudiante de medicina que estudia hasta tarde; Jennie es una estudiante de artes que sufre de insomnio. Ambas se colarán en las noches de la otra para tratar de conciliar el sueño, entre otras cosas.