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Empiezo a abrir mis ojos lentamente, y me retuerzo sobre el asiento del copiloto del coche, el cual después de tantas horas de viaje ya empieza a ser incómodo. Pero todo agobio que podía sentir se disipa de mi cuerpo al ver el cartel de bienvenida a Mystic Falls. 

No tenía ni idea de porque a mi madre le interesaba tanto este minúsculo pueblo, supongo que tendrá que ver con el mundo sobrenatural. A pesar de que mi madre sea una vampiro de 500 años, ella nunca me ha querido involucrar para que pudiera tener una vida "normal", cosa que agradezco. Se lo que según ella necesito saber. Que ella es un vampiro y una doppelganger, que tiene poderosos aliados, y lo más importante, que pase lo que pase, Klaus Mikaelson no debe saber de mi existencia.

-Cielo, vamos baja ya del coche. Te has quedado como en trance.- Me dice mi madre.

-Sí, perdón. Es que estaba sumergida en mis pensamientos.-Digo justificándome. Mama me mira con una sonrisa.

-No pasa nada, venga, vamos te enseñaré tu nueva habitación, y luego iré a hacer unos recados.

-¿Y quien coloca el equipaje?- Cuestiono curiosa.

-Tranquila, hipnotizare a algún humano para que lo haga por nosotras, además, tengo asuntos pendientes. Tengo que ir a visitar a dos muy buenos y viejos amigos.-Dice mientras sonríe pícara, como si estuviera recordando algo.

-Osea, otras dos pobres almas inocentes que se enamoraron de ti y los dejaste.

-Adoro como me conoces.-Yo sonrío mientras la miro, aunque me extraña verla alisándose el pelo, cosa que no hace nunca.

-¿Por que te alisas el pelo? Nunca lo haces.

-¿Te acuerdas que te dije que había réplicas mías a lo largo de la historia?-Asiento dudando- Bien, pues en este pueblo hay una de ellas, a partir de ahora mi dulce niña, soy Elena Gilbert.- Yo la miro divertida, adoro como mama tiene la capacidad de que algo tan grave como suplantar la identidad suene divertido.


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Habian pasado algunas horas, mama todavía no había vuelto, y me acaba de mandar un mensaje donde me dice que no la espere despierta, genial. Como era temprano y no tenía nada mejor que hacer, me decido ir a explorar un poco este pequeño pueblo.

Mystic Falls es muy pequeño, y ya me cansé de dar vueltas a las mismas calles una y otra vez. Hay un bar que llama algo mi atención, su nombre es Mystic Grill, y parece ser el único sitio con buen ambiente de todo el pueblo. Cuando entro, siento que bastantes miradas se posan en mi, supongo que no están acostumbrados a la llegada de gente nueva al pueblo.

Con cautelo, me acerco hasta la barra, y un camarero rubio y de amable sonrisa se acerca hasta donde yo estoy.

-Te ayudo en algo,¿Que quieres pedir? Te aviso que el bourbon de aquí es el mejor de todo el pueblo.-Me dice amablemente, y yo no puedo evitar devolverle la sonrisa.

-Muchas gracias, pero soy menor de edad y mañana es mi primer día de clases, así que una limonada será mejor opción.

-Como la dama ordene, vuelvo enseguida con la limonada, por cierto, me llamo Matt. Y también estudio en el instituto en el que empiezas mañana.- Lo miro asombrada y asiento ligeramente con la cabeza, estaba a punto de responder, cuando una chica rubia se sienta al lado mía algo enfadada y se dirige al camarero con el que estaba hablando.

-Matt, necesito algo fuerte ya, es una urgencia.-Dice desesperada, me encanta que sea tan expresiva, me parece una chica peculiar.

-Caroline, por si se te ha olvidado, tu madre es la sheriff, y ahora mimo me está mirando con cara de asesina, no quiero acabar en la cárcel. Así que no. -Ella suspira frustrada, y yo no puedo evitar mirarla divertida.

-¿Día duro?- Le pregunto mientras me observa por primera vez, y noto como me analiza. Como si estuviera procesando si confiar en mi o no.

-Semana dura.-Me contesta sonriente y más calmada.- Nunca te había visto por aquí,¿Eres nueva?

-Sí, he llegado a Mystic Falls hace unas cinco o seis horas más o menos. El camino desde New York es largo.-Veo como abre sus ojos como platos ante mi respuesta.

-¿Has estado viviendo en New York?

-Y en Chicago, y en Roma, y en Paris, y en Madrid.-Veo como su cara de asombro va creciendo a medida que yo hablo.

-Y dime una cosa chica misteriosa, ¿cómo es que habiendo vivido en ciudades como esas has acabado en Mystic Falls.

-Bueno, en mi mundo, solo somos mi madre y yo. Hemos tenido que vivir en bastantes lugares debido a su trabajo, pero no hemos echado raíces en ninguno, mi madre quería dejar por un tiempo las grandes ciudades y estar en la tranquilidad de un pueblo. Ella había estado hace bastante tiempo una temporada en Mystic Falls, y dice que fue una buena etapa.

-Wow, desde luego tu historia es mucho más entretenida que la mía. Yo soy la hija de la Sheriff, y no he salido de este pueblo en la vida.-Veo como lo dice con fastidio.

-Bueno, no todo son desventajas. Yo nunca he vivido en un lugar el tiempo suficiente como para llamarlo hogar. Supongo que poder recurrir a un lugar y a tus amigos de toda la vida cuando necesites sentirte segura es una sensación demasiado agradable, que yo nunca experimentaré.

-Veo, como su mirada se suaviza al escuchar mis palabras, como si le acabara de abrir los ojos ante su propia realidad.

-Ciertamente, no nos hemos presentado, me llamo Caroline. Sabes, no suelo tener una conversación así de espontánea  con personas que acabo de conocer. La mayoría sale corriendo en cuanto empiezo a soltar tonterías.-Comenta nerviosa.

-Si te sirve de consuelo, yo ni si quiera suelo intentar hablar mucho con la gente. Ya que sé que me terminaré largando antes de si quiera poder forjar una amistad. Pero supongo que de momento estaré aquí de forma indefinida así que, mi nombre es Claudia.

-Bueno, pues Claudia. Como no puedo evitar ser una cotilla he escuchado toda la conversación que has tenido con Matt. Y yo también voy a ese instituto. Así que mañana por la mañana. Si quieres que te presente a mis amigas, mi taquilla es la 207.- Me comenta con ilusión.

-Cuenta con ello Caroline, nos vemos mañana.



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Buenooo, primer capítulo. Se que probablemente no lo lea nadie pero me hace demasiada emoción.  Claudia y Caroline van a ser la definición perfecta de amistad. Y en el siguiente cap Claudia conocerá a Elena, y sabrá que se está metiendo en un buen lio.

The allure of darkness| Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora