A date

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Estaba en mi habitación sin hacer nada en concreto. Bueno, miento, en realidad no ata dándole vueltas a todo por más tiempo del que me gustaría.
Hace una semana exacta del raro suceso en casa de Elena. Desde ese día, parece que todas sus intenciones tanto de ella como del resto por ser mis amigos han desaparecido. La única que al principio me siguió hablando fue Caroline, pero después de un par de días la noté distinta. Y su dulce mirada había pasado a ser una de miedo como la del resto. En resumen, que me he vuelto a quedar absolutamente sola ¿Qué problema habrá conmigo como para que nadie se tome siquiera la molestia de intentar conocerme?
Otro tema que no se va de mi cabeza es el del chico misterioso de la galería. No me lo he sacado de la cabeza. Desde que llegamos a este estupido pueblo mamá está rara. Es como si su lado "malo" se hubiera apoderado de ella. Es decir, que me siento fatal. Y siento que por loco que suene Nick ahora es la única persona que no me odia. Por estupido que suene, ya que solo he hablado con él una vez.
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Era ya por la noche cuando se iluminó la pantalla de mi teléfono. Y vi un número desconocido. Sin muchos ánimos conteste.
-¿Quien es ?- dije con desgana.
-Hola amor- Ami corazón se paró en cuento que oí esa voz.
-¿Nick?
-Veo que me recuerdas, bien. Se que es una propuesta, pero estoy en Mistic Falls y me encantaría verte ¿Quedamos a las 8 en la entrada del Grill? -La verdad es que no puedo negar que raro si que sonaba. Si mi madre estuviera aquí me diría que no fuera, y que no debería fiarme de extraños. Pero el caso es que mi madre no me hace ni caso así porque debería hacérselo yo.
-Emm, vale. Nos vemos allí.-Casi pude imaginar la sonrisa que se que se le ha formado en el rostro.
-Perfecto, nos vemos allí.

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Estaba en mi coche aparcada en la entrada del Grill debatiendo en si salir o volverme. Algo dentro de mi me decía que era mala idea. Pero necesito hablar con alguien urgentemente, alguien que no pasara de mi si no es mucho pedir. Así que me decidí a entrar.
Cuando Nick me vio dejó su semblante serio y lo cambio por una sonrisa.
-Buenas noches Claudia. Estas tan radiante como te recordaba.
Ahora la que estaba sonriendo era yo.
-Y tú tan misterioso como yo recordaba.
-Bueno, espero que después de esta noche no lo sea tanto ¿Entramos?
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Dos horas, eso es lo que llevaba hablando con Nick. Y sorprendentemente es la persona con la que más libertad a la hora de hablar tengo.
-¿Tienes cuatro hermanos? - dije sorprendida. La verdad es que no me lo esperaba.
-En realidad, éramos cinco. Mi hermano pequeño, Henrik tuvo un brutal accidente y murió.
-Dios, lo siento muchísimo. Debe haber sido muy duro.
-Lo fue, su pérdida dejó a mi familia devastada. Pero ya no importa, fue hace mucho tiempo- Podía ver en sus ojos, que de algún modo, si que le seguía afectando.
-Sabes, creo que algo así no se olvida nunca. Pueden pasar más de mil años y en el fondo, si te paras a pensarlo detenidamente, sigue escociendo un poco.
-Puede que tengas razón. Pero ya basta de hablar de mi trágica familia. Quiero hablar de ti.
-¿Qué quieres saber?
-Todo- No puede evitar que se me escapara una risa burlona, pues se me hace muy difícil pensar que alguien realmente quiera saber todo de mi.
-Vale, pues. Soy adoptada e hija única. He estado en todos lados y en ninguno en realidad. Me gusta el arte y la playa. Siempre he sentido una conexión con el mar. Adore leer y sobre todo el olor de las páginas de los libros. También me encanta escuchar música, aunque nunca leo y escucho música a la vez porque me desconcentro, aunque si lo hago mientras pinto o escribo ya que me producen inspiración. Tengo diecisiete años y estoy muy asustada de mi futuro en este pueblo ya que parece que de cada vez le importo menos a la gente.Y soy muy impulsiva por lo que me estoy arrepintiéndo profundamente de haberle contado todo esto a un extraño al que acabo de conocer en estos momentos. - Cuando termine de hablar me sentía liberada y a la vez  aterrada por posiblemente haber asustado a la única persona que me aguanta en estos momentos.
-No tienes porque avergonzarte de nada de eso. Me parece que eres una joven llena de vida y de luz. Eres como una bocanada de aire fresco. Y eres una de las personas más puras que he conocido en mi vida, y créeme amor- dijo mas bajo acercándose a mi - he vivido mucho.- Creo que estoy más roja que un tomate, pero aún así me fijo en la última parte.
-¿Has vivido mucho? ¿Cuantos años tienes? - veo como Nick se tensa.
- Tengo 23 años . - Eso no me lo esperaba.
-Wow, sabia que eras mayor que yo, pero no tanto.
-Bueno, siempre me dicen que no aparento mi edad ¿pero, a ti te molesta? -¿me molestaba? No te hagas la interesante bonita, eso hace que te interese incluso más.-
-La verdad es que siempre me he llevado mejor con personas más mayores así que no, no me molesta.
-No sabes lo que me alegra oír eso. Ahora me tengo que ir, pero volveré a verte. Ha sido un placer amor.
-Igualmente Nick

The allure of darkness| Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora