The allure of darkness| Klaus Mikaelson

Réplicas

Me arreglé lo más rápido que pude, ya que era mi primer día de instituto y no quería causar mala impresión. Además, la charla que tuve ayer con Caroline me animó mucho, así que voy a ir a buscarla a su taquilla. Esta mañana de camino al instituto le conté a mi madre que creo que he hecho una amiga nueva. Y no pude evitar emocionarme cuando vi la cara de alegría de mama mientras se lo contaba. Pues yo sé que eso es todo lo que mama ha querido siempre para mi, una vida normal fuera del gran drama sobrenatural.

Cuando llegué estaba muy nerviosa, y con paso lento pero firme me encaminé hacia la taquilla de Caroline. Supe que ella también me estaba buscando a mi por la forma en la que buscaba a alguien con la cabeza. Y que cuando me viera esa búsqueda acabara me termina de dar todas las pruebas que necesitaba para corroborar que mis teorias eran ciertas. Cuando ya estoy al lado de ella, Caroline empieza a hablar tan rápido que parece que le han puesto en cámara rápida.

-¡Claudia! Que bien que hayas decidido venir , ven conmigo. Te voy a presentar a mis mejores amigas, Bonnie y Elena. Son las mejores ya lo veras.-Yo sonreía feliz, pues me hacia ilusión que Caroline me presentara a sus amigos, pero mi sonrisa se borro cuando empezó a contar felizmente que eran las chicas que venían por la derecha..La primera era morena, con unos increibles labios que ya quisiera yo tener, y con los ojos más bonitos que había visto en mucho tiempo.Hasta ahí todo bien, el problema llegó cuando vi a la chica que caminaba un poco detrás de ella. ¿Cómo ha dicho Caroline que se llamaba su amiga? ¿Elena? ¿de que me suena el nombre?Mierda, joder Elena Gilbert. De eso me sonaba su nombre. La mejor amiga de Caroline era la réplica de mi madre. Y aunque yo ya sabía de la existencia de las réplicas ver a esa chica que era exactamente igual que  mi madre me afectó más de lo que me gustaría. No solo por el simple hecho de que la situación me parecía escalofriante. Sino porque yo sé lo que esto significa. Mi madre había vuelto a este pueblo por esta chica. Y yo me había hecho amiga de su mejor amiga. Mierda, esto no saldría bien. NI siquiera me di cuenta de en que momento habían llegado hasta nosotras.

-Chicas, justo a tiempo. Os quiero presentar a mi nueva amiga, Claudia. La conocí ayer y acaba de llegar de New York. Y ha vivido en un monton de sitios increibles. Claudia, ellas son Bonnie y Elena.

-Encantadas- Dijeron las dos al uniso.

-Y el chico que viene por ahí es Stefan Salvatore. Es el novio de Elena.-Me giré hacia donde Care me decia y pude ver a un chico bastante alto y guapo con sonrisa amable acercarse hasta nosotras. Dios, que suerte tiene Elena.

-¿De que me he perdido?-Dijo el tal Stefan cuando se termino de acercar, mirandome a mi.

-Hola, soy Claudia, soy nueva y Caroline me estaba presentando a Elena y a Bonnie.-Dije con la sonrisa más falsa que pude. no si si voy a aguantar esto.

-Encantado Claudia, soy Stefan. Siempre es bueno ver caras nuevas.

-Lo mismo digo- Vi como Elena tenía intención de hablar conmigo, y automáticamente eso hizo que me pusiera nerviosa.

-Claudia, esta tarde después de clases vamos a ir todas a mi casa a estudiar, y después a tormarnos algo en el Grill¿Quieres venir?- Ofrecio con una sonrisa sincera. Dios no entiendo como es posible que sea tan parecida y tan distinta a mi madre al mismo tiempo.

-Emm, si buen. M encantaría, pero no quisiera molestar.-Intenté excusarme.

-No te preocupes. No solemos habitualmente aumentar el grupo. Pero si eres tan maravillosa como Caroline se ha tirado toda la mañana diciendo podemos hacer una exepción. Además, los amigos de Car son nuestros amigos.- La chica era verdaderamente agradable. Si no fuera porque me resulta raro hablar con ella estaría dando saltitos de felicidad. Iba a decir que no, pero al ver la cara de ilusión de Caroline no pude evitar decir lo contrario.

-Esta bien, ire, seguro que es divertido.

-Genial, -Pronuncio Caroline. Antes de que la conversación continuara el timbre sonó.

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Estábamos en primera hora, y no podía parar de darle vueltas a la cabeza. Dios, que voy a hacer. Antes de que me diera cuenta, el profesor de historia empezo a pasar lista, y llego mi turno.

-¿Claudia Pierce?- Preguntó buscándome con la mirada.

-Presente- Respondí alzando la mano. Intenté seguir a lo mio. Pero no pude evitar ver unas caras increíbles de confusión y pánico por parte de Stefan, Bonnie y Elena al escuchar mi nombre¿Pero a estos que narices les pasa ahora?