EPÍLOGO

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El sonido de un teléfono no cesa hasta que la otra persona se cansa de marcar, del mismo modo que una persona no lo intenta hasta que se da por vencida.

Los números telefónicos son como las personas, tan únicos y diferentes. Suena raro, e incluso extraño, pero es cierto, al menos en una sola área del mundo, hay una única persona con un único número al que marcar.

Aquel cable que se estira es para ayudarnos a escuchar incluso en la lejanía, y siempre se puede escuchar, siempre que alguien desee hacerlo.

Los micrófonos sirven para hablar, para comunicar lo que no se puede decir a la cara por la distancia. Para reír haciendo oír la emoción a quien escuche del otro lado.

Quienes siguen usando esos teléfonos lo hacen por distintas razones, todas son validad, porque todas esas razones tienen un sentido.

El tiempo que le dedicamos a cada llamada, es el tiempo que le daríamos a alguien en espacios pequeños, si pudiésemos tenerlos el día entero.

Hablar por teléfono es un arte que ya casi no se emplea por los mensajes de texto, un arte que alguna vez se uso para expresar el llanto de un extraño a su amada, la risa de un nieto a su abuelo, las ultimas palabras de dos esposas. El acto de descolgar y contestar es mas que una simple impresión, porque nunca se sabe quien puede estar del otro lado.

La he vuelto a llamar...

Lo he hecho muchas veces. Hay meses en que paso por su tienda escondiéndome de que no me vea. Lo hago para apreciar su sonrisa durante unas horas, para escucharla negociar. Ahora es experta. Me quedo mirándola sin que se de cuenta mientras mueve el cable del teléfono.

Muchas personas la van a ver, algunas preguntan sobre ella, sobre sus dotes como diseñadora en el interior de mansiones, departamentos, casas rurales. Ha llegado a ser la chica que soñaba ser y tan solo tiene veinte años.

Esta logrando todo lo que alguna vez me conto, cada sueño que tuve que pretender que no me decía mientras dormía, esos planos se han vuelto realidad, ha aprobado esos cursos. Esta lográndolo y la estoy viendo.

Tal vez ya no este con ella, le mentí sobre muchas cosas excepto por una. Ella siempre va ser el amor de mi vida, la chica de la que quise enamorarme por querer intentar y terminé amando. Siempre será esa persona que terminare pensando después de ver un teléfono, de ir a una fiesta, de escuchar una carcajada, de ver un disfraz, de escuchar una música que haya sido para alguien como ella.

Esta mas simpática, mentira. Esta preciosa, cada día es más preciosa. Sonríe más que antes, ríe más que antes, habla mas que antes, diseña mas que antes y esta increíblemente valorizada en su talento. Esta llevándose el crédito que siempre se mereció, pronto se volverá tan famosa que me detendré a suspirar a su pasar.

Durante unos meses llamé a sus padres, hable con Gissel y Harrison, incluso visite a Hunter y a veces conversaba con Kashton, Josiah era un poco alocado, así que me enviaba videojuegos, pero con el pasar del tiempo dejamos de comunicarnos. Todos ellos viven en Londres ahora, trabajan en una pequeña tienda donde reparan cosas usadas, y hay días en que van a ver a Rose.

Ya no la ayudo, solo la observo, ahora es ella la que me ayuda, la que me hace sonreír después de tener un mal día. Claro que no lo sabe.

Pronto tendré que viajar hacia Sídney, dejare de verla y quizás al volver pase por ahí como lo hago una vez al mes o cuando me encuentro decaído. O quizás llame a sus padres para que me digan que ella está en perfectas condiciones.

No he podido amar a nadie mas desde Rose, he querido conocer personas, pero he decidido que no por el momento. Quiero detenerme a apreciar lo que hay en el mundo, lo que tiene para mí, lo que se dice en las calles, lo que se lleva el viento y trae la marea. Quiero crearme de alguna forma que no pueda destrozarme en un día de lluvia.

Creo que me va bien.

No volví a la ciudad, mi madre vive con la abuela y mi hermana tuvo a Liliana, ambas viven con su esposo en una ciudad cerca de Londres. Vengo a Londres para visitar a mi madre que ya esta divorciada, felizmente saliendo con un nuevo hombre que la trata de maravilla.

Se van a casar pronto, creo que, en unos tres meses, quisieron que no chocara contra las próximas fechas de mis torneos en la federación. Sera una razón para encontrarme con mi familia entera.

No he vuelto a saber de mi padre, no se a donde puede haber ido, tampoco sé si aún vive en la ciudad. Dudo que lo haga después de levantar sospechas tras el divorcio. Mi hermana le ha denunciado, la policía lo está buscando y yo y mamá tardamos un tiempo en denunciar, pero pudimos hacerlo y contratar un abogado, sin embargo, él es un prófugo y nosotros tenemos seguridad y tranquilidad.

Liliana es bellísima, es una niña pequeñita con brazos regordetes, cabello claro y unos ojos marrones oscuros. Tiene la nariz enana al igual que los labios remarcados. Esta sana.

La abuela sigue igual de demente, como siempre me regaña, dice que debería hablar con Rose, ir a buscarla. Le he dicho que no, que no puedo, que ahora solo somos dos extraños y que así estaremos bien.

Dominik respira. Se ha casado con una señora más amable que él, adoptaron un niño y una niña.

Tras mudarme a Londres, solo mantuve comunicación con el par de tontos, Frank y Jules y nadie más. Deje de hablarle a Bruce, él lo hizo, en realidad. Pero estamos bien.

El tonto de Gustav logro huir a España, sus padres lo están buscando por todos lados haciendo preguntas a medio mundo sobre su paradero. Si, también le he visitado en un torneo que tuve. Trabaja de mesero, o de dueño, pero trabaja ¿no?

Edison... El es un caso perdido. Logro salir con una chica que conoció por una extraña aplicación de internet, estuvieron juntos hasta que se encontraron en persona tres meses después de relación. Follaron y el producto fue una linda bebe que se lleva muy bien con Liliana. Aunque el se hizo cargo porque la madre esta desaparecida.

Frank se graduará en un año, pronto se convertirá en el psicólogo exitoso que siempre soñó ser. Aún vive en Hampton luchando por huir hacia Colorado donde siempre queda en ver a Jules. Siguen siendo amigos, a veces nos encontramos en Nueva York para beber un poco.

La espalda de Jules esta perfecta. Sin embargo, hace un año su padre murió, tuvo un derrame cerebral y su madre no supo hacerse cargo de los hoteles. Perdieron muchísimo dinero. Por suerte ella encontró a un grupo de universitarios que la están ayudando con los negocios, y poco a poco los hoteles han ido mejorando pese a ser de tres estrellas.

Como todos, hemos conocido, nos hemos perdido, hemos fallado e incluso reído y llorado hasta no poder respirar por el ahogo de nuestro sollozo. Es parte de nosotros arriesgarnos a lanzar la pelota y responder con intensidad, a ser honestos, a conocer, a envejecer escuchando melodías del exterior, a contestar llamadas pensando que será la persona en la que de vez en cuando se piensa. Es parte de nosotros desobedecer a los mayores y terminar con unas muñecas adoloridas después de jugar. Pero estamos vivos, somos jóvenes y joder, a la mierda si le cae la pelota a la cara.

—Eh Carter ¿conoces algún lugar al que podría ir mi esposa? Vamos a remodelar la casa.

—Si, conozco a alguien.

—¿Quién es?

—Una vieja amiga.

—Vale y ¿Quién más la recomienda?

—El chico de la raqueta azul.

FIN.

💙03/05/2023💙

El chico de la raqueta azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora