Basho apagó su cigarrillo rápidamente al ver que su jefe salía del juzgado con una carpeta sobria entres sus manos y una cara resiliente, al parecer habían logrado ganar este juicio, o al menos eso se dio a entender después de que el demandante blasfemara en todos los idiomas posibles la existencia de aquel rubio. Hubo algunas partes más hirientes que otras: Salvaje, hijo de puta, perro de la asociación, demonio de ojos rojos, etc. Algunos eran más originales que otros, Basho se subió al auto cuando Kurapika subió al asiento del copiloto en silencio. Hubo un breve minuto de paz antes de que el motociclista diese vuelta la llave.
-Entonces ¿Ganamos otro territorio?
-Realmente no, el juicio emitió una prohibición de venta debido a que el estado de Lukso se vio obligado a reevaluar la condición de los Kurta. Sin embargo, ese diagnóstico puede jugarnos en contra.
-Es decir ahora estaremos jugando con los peces gordos.
-El terreno de los kurtas es extenso, aquí solo estábamos peleando menos del 5 por ciento de este.
Basho sabía que debía tener cuidado con lo siguiente, sin embargo, su lengua empujada por la curiosidad no pudo evitar hablar.
-No es el terreno donde están los ojos ¿Verdad?
Hubo un silencio tenso. Kurapika no pareció inmutarse ante el recordatorio de que aún no tenía la autoridad para poder proteger la tierra en la cual residían los restos de su familia, aquellos que le había tomado una vida poder recuperar.
-No. No lo es.
El hotel que usaban como centro de operaciones era bastante lujoso, quedaba en el centro de York Shin a unas 15 cuadras del T.G.A.C (Tribunal Global de la Agencia de Cazadores). La gran puerta de la sala se abrió en dos, Kurapika y Basho entraban a un salón modificado como recepción para su agencia privada. Vincent apenas levanto la vista de su escritorio ante la intromisión de los demás.
-Tenemos que contactar a la agencia- Sugirió Melody suavemente, quien había aparecido de la nada, está ya se encontraba bastante consciente del panorama actual gracias al sonido resiliente pero inconforme que venía del pecho de Kurapika -Las hectáreas comprometidas en Lukso terminaron pasando a manos del estado. Eso solo puede significar dos cosas: En el mejor de los casos se declara patrimonio cultural y pasara a la lista de ecosistemas protegidos por la unidad de protección de recursos de la agencia...
-En el peor...-Continuo Kurapika- Hemos logrado facilitar parte de un terreno sagrado al gobierno que nos despreciaba. No veo mejoras.
-Estas asumiendo el peor de los casos.
-A Lukso nunca le importo la existencia de los kurtas, para ellos la tribu era un conglomerado de demonios, no los imagino considerando si quiera alguna decisión amparada por la empatía. Arrasaran con todo.
-No necesariamente...-Vincent hablo por primera vez sin despegar la vista de su pantalla- ...Aun están las negociaciones de como reconsiderar al pueblo Kurta dentro de la agencia, Mizaiton tiene las ultimas actualizaciones.
El rubio suspiro, con una jaqueca seria empezando a palpitar vertiginosa en su nuca.
- ¿Cuál es la situación?
-Aún está descartado el poder considerarlos si quiera humanos, Lukso y sus declaraciones han tenido mucho que ver con eso, y al parecer, se concluyó con que se necesitaba una prueba de material físico para poder estudiar su organismo y catalogarlo. Sin embargo, la única fuente eran los ojos escarlatas, productos que como ya sabemos, ya no están disponibles en el mercado.
Kurapika dejo salir una mueca, eso era un autogol inesperado, tomo el puente de su nariz entre sus dedos intentando disipar su exasperación.
-Hasta el momento, la corte no puede otorgarle protección a "su especie" por ende, la agencia no podrá reclamar las tierras en nombre de la protección hacia la biodiversidad. Eso es seguro.
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Perdidos en York Shin (Leopika)
RomanceKurapika se enfrenta a un nuevo desafío, mantener el territorio sagrado de los kurtas y los ojos que enterró allí hace años a salvo de las garras del estado y los privados que los desean, protegiendo las reservas y recuperando para protección lo que...