Cocinas y testigos.

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Actualidad.

No recordaba que fuese tan complicado, realmente había sido feliz por un tiempo, a veces no estaba seguro de estar preparado para quedarse solo con los residuos de sus propias decisiones, pero uno de los dos debía imponerse, ser practico, ser lógico, así que él adopto esa responsabilidad.

Tomo un sorbo de café, estaba lloviendo torrencialmente en York Shin. Solía gustarle la lluvia, cuando estuvo viviendo con Leorio era más que gratificante, solían entrar salpicando los muebles, los zapatos de Leorio se quitaban rápidos y desordenados en la entrada, Kurapika tostaba café y luego bebían juntos, el escenario cambiaba bastante, eran cazadores después de todos y vivir con alguien no significa vivir en un lugar, el y Leorio había contemplado la lluvia en hoteles caros, en cuevas hostiles y viejas tiendas de campaña. Pero siempre era lo mismo, café y Leorio se recostaba a leer una de las tantas enciclopedias de medicina que poseía, Kurapika se ubicaba cerca con uno de sus libros seleccionados para la ocasión y bebían en silencio, Leorio se dormía después de 15 minutos y Kurapika lo cubría con un edredón.

Ahora, Kurapika estaba pasando una torrencial lluvia solo, y por alguna razón, el café no estaba tan bueno. Así que dejo la taza a un lado y volvió al escritorio, cuando una llamada de Mizaiton entro por el comunicador.

-Mizaiton ¿Qué sucede?

- Es grave, prende la televisión.

Kurapika se apresuro a tomar el control e hizo lo indicado por su colega, entonces lo pudo ver, el representante del caso Lukso se encontraba en una conferencia de prensa.

- "Sabemos como tal que la asociación de cazadores se ha involucrado activamente a la protección de especies extintas como una de sus labores mas nobles. Sin embargo, también hemos sido testigos de como esta ha sido crucial en el detenimiento de propagación de plagas biológicas peligrosas. Hoy esta nación se encuentra representando una causa noble, queremos proteger el territorio nacional que le corresponde a nuestra gente. Es cierto que la tribu Kurta como tal forma parte del ecosistema de nuestra nación y por eso ofrecemos un honesto subsidio para la reinserción de los sobrevivientes, sin embargo, no debemos olvidar algo clave, la convivencia con estas entidades ha sido hostil. Hace muchos años la masacre fue un suceso cruel, causado por una banda de criminales más allá de nuestro poder de gobierno, aquello nos conmovió profundamente, pero a medida que paso el tiempo y los ojos fueron desapareciendo, reunimos una gran cantidad de testimonios que predisponen un poder sin bozal que amenaza a nuestra comunidad. Entregar estas tierras constituiría una falla a nuestra constitución, la cual tendría que ser reinventada para la creación de un estado plurinacional ¿Estamos seguros permitiendo que personas tan volubles y con capacidades especiales y sed de venganza tengan un porcentaje tan alto de poder? ¿Es seguro? No, colegas. Claro que no. Garantizaremos el bien de nuestros ciudadanos. Muchas gra..."

La taza de café dio contra la pantalla del televisor haciéndolo añicos, Kurapika ni siquiera había notado en qué momento decidió lanzarlo con tanta fuerza. Estaba molesto, sus ojos fluorescentes en rojo. Los muy malditos había hecho el caso público, manejando información escasa sobre los Kurtas, haciéndolos quedar como bestias peligrosas, una amenaza para la gente normal, esta era una clara estrategia para ganarse el apoyo de las personas y presionar a la agencia a abandonar el caso, y sin el apoyo de esta, no había mucho que se pudiera hacer.

-Kurapika...Kurapika...

Claro, Mizaiton todavía estaba en el teléfono.

-...hay otra cosa de la que debo hablarte, es sobre...

-Mizaiton, te llamare luego- Dijo el rubio y colgó, realmente no se sentía cuerdo como para poder tener una conversación, lanzó el teléfono hacia el sofá y dio un par de vueltas mientras respiraba intentando calmarse, al final se dejo caer en el mismo sillón, tomando su cara entre sus manos con cansancio, hasta que finalmente miro hacia arriba soltando un largo suspiro. Si...parecía que ya estaba mejor, se había vuelto más fácil calmarse ya siendo un adulto, esta vez le había tomado algo mas de tiempo, era más fácil cuando Leorio estaba cerca, el escaneaba su pulso, tomaba su presión innecesariamente. Suspiro, estaba pensando mucho en Leorio últimamente ¿Ya habría firmado los papeles? De todas formas, en algún momento tendría que verlo para discutir sobre la situación, los divorcios no son fáciles y hay que hacer muchas cosas legalmente agotadoras en conjunto. Miró por un momento el teléfono, pensó en llamar, pero esas ganas fueron completamente expiadas por una verdad inefable: Si lo veía se sentiría inclinado a arrepentirse. Por eso estaba huyendo...pero estaba cansado.

Perdidos en York Shin (Leopika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora