06.

464 77 11
                                    

06

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

06. RICH GIRL

THE LIGHTNING THIEF.

        EL BOSQUE ERA HORRIBLE para pasar la noche. Nos dirigimos a un campamento donde los adolescentes habían dejado restos de comida, latas de Coca-Cola aplastadas, Dr Pepper y bolsas de plástico. Habíamos cogido algo de comida y mantas de la tía Eme, pero no nos atrevimos a encender un fuego para secar nuestra ropa húmeda. Las Furias y Medusa me bastaron en un día. Decidimos dormir por turnos, Percy hizo la primera guardia. 

Me acomodé detrás de un árbol lejos de los demás. Grover se había subido a uno con sus zapatos voladores, Percy también se había sentado contra el mismo, mientras Annabeth yacía en el suelo, acurrucada en mantas; tan pronto como su cabeza golpeaba el suelo, estaba roncando.

Fingí estar dormida porque realmente no quería hablar ni con Percy ni con Grover. Podía escuchar su conversación, pero no prestaba atención, solo quería algo de tiempo para mí. Envolví mis brazos alrededor de mis piernas y apoyé mi barbilla en mis rodillas. Traté de mirar las estrellas, pero la contaminación lumínica las ocultaba. Un pequeño suspiro escapó de mis labios y me quedé mirando mis zapatos. Las zapatillas rojas ahora eran marrones por el barro que atravesamos, y la lona blanca estaba húmeda y sin brillo. No sabía por qué, pero en ese momento me sentía como la lona de mis zapatos, húmeda y sin brillo.

A veces es difícil de explicar cuando estás triste. No hay ninguna razón, en realidad. Por un segundo estás feliz, tienes a tus amigos y tu alivio por haber sobrevivido otro día, especialmente para los mestizos como yo. Pero tan pronto como dejas de moverte y te sientas, no te sientes bien.

Bien, estoy… demasiado reflexiva y depresiva para mí gusto.

Tal vez era algún tipo de efecto secundario extraño del TDAH. A lo mejor eran esas cosas dentro de tu cuerpo que Annabeth me describió una vez, endorfinas o algo así, que lo llenan cuando haces ejercicio o estás activo y te hacen feliz.

Quizás esa sea la razón. Cuando me muevo, no pienso ni reflexiono. Porque ahora mismo, mientras estoy sentada en una manta junto a una pequeña pila de latas de refresco aplastadas, finalmente todo comienza a caer. Todas las experiencias cercanas a la muerte... cuánto extrañaba a mis amigos en el campamento... y me atrevería a decir que extrañaba mí casa. Más a Madeline.

Al final, decidí poner fin a mis pensamientos, me puse a escuchar la conversación que tenia Percy y Grover.

Chisme es chisme.

—No he sido sincero con ustedes...—¿sincero con qué? Empezó bien el chismo—. No me importa nada del rayo maestro. Accedí ir al inframundo para ir en busca de mi madre.

Me incorporé un poco más. Me sorprendió, en realidad. Él amaba a su madre y tengo la sensación de que si tuviera una como la suya, también lo arriesgaría todo por ella. Pero no pude evitar enojarme. Debería habérnoslo dicho desde el principio. Estábamos atrapados en esto juntos, necesitábamos confiar entre nosotros y ser sinceros. Pero luego caí en la cuenta que, si ella fuera mi madre, jamás habría dicho palabra alguna de esto.

𝗔𝗟𝗟 𝗔𝗠𝗘𝗥𝗜𝗖𝗔𝗡 𝗕𝗜𝗧𝗖𝗛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora