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04. PRINCESS EMILY

THE SEA OF MONSTERS

MATTHEWS ERA UN APELLIDO que perteneció a muchos antes que a mí. Y ahora, era mundialmente conocido. Mí madre era quien abrió las puertas a que yo fuese una pequeña estrella, una pequeña estrella conocida y a la que decían que tenía suerte por la vida que llevaba.

Y, a pesar de ello, no he tenido ninguna suerte. Mi padre era un dios griego malhumorado que me dio poderes que no controlo; mi madre nunca se preocupo por mí; los únicos amigos que tuve estaban separados. Uno resultó ser un traidor, una era un pino que estaba envenenado y los otros dos, mis mejores amigos en el mundo. Una está conmigo, furiosa por Percy el Idiota, nuestro otro amigo, y el otro está en una búsqueda en la que ningún otro sátiro había regresado con vida.

Ajá, muy buena suerte tengo yo.

Creo que se puede decir que no estoy en el mejor estado de ánimo. Después de mi pelea con Percy, Annabeth, los dioses la bendigan, también lo dejó y las dos estábamos creando nuestro propio carro. No era a despecho por él... de ninguna manera. Solo vamos a patearle el maldito trasero en la carrera, eso es todo. Si prefiere construir un carro con el monstruo cíclope de su hermano (palabras que dijo él, no yo), que lo haga. No me importa. Voy a patearle el trasero en el torneo.

De acuerdo, tal vez lo hago para fastidiarlo… solo un poco.

Durante la semana que construimos nuestro carro, un poco después de tiempo, ya que todos los demás habían comenzado mientras estábamos ocupadas peleando con Percy, Annabeth me explicó todo lo que sucedía con Quirón. Ella y Percy hablaron con él mientras seguía aquí conmigo en la enfermería.

—El veneno era de las profundidades del Tártaro —me dijo mientras pintábamos los costados del carro de gris, y las ruedas, los soportes y todo lo demás de oro.

—Entonces sabemos, bueno... que Luke lo está ayudando —dije, frunciendo—. Y si Quirón sabe cómo salvar a Thalia, ¿por qué no estamos ya de búsqueda para encontrar esta cosa?

Había una expresión de dolor en su rostro.

—Quirón dijo que no... pero... ahora que no entrena héroes... él... él...

Annabeth miró a sus manos, sus ojos se llenaron de lágrimas. Yo tampoco quería pensarlo. El único propósito de Quirón era entrenar héroes, y ahora que ya no lo necesitaban, su vida se iría consumiendo lentamente. Quirón era como un padre para Annabeth y para mí; era mejor que nuestros verdaderos padres, eso seguro. Verlo irse sin la oportunidad de decir adiós como Percy y Annabeth hizo que mi pecho se contrajera y mi corazón subiera a mi garganta.

𝗔𝗟𝗟 𝗔𝗠𝗘𝗥𝗜𝗖𝗔𝗡 𝗕𝗜𝗧𝗖𝗛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora