𝗔𝗟𝗟 𝗔𝗠𝗘𝗥𝗜𝗖𝗔𝗡 𝗕𝗜𝗧𝗖𝗛 || ❝Forgive and I forget. I know my age and I act like it. Got what you can't resist, I'm a perfect all-American bitch.❞
๑★๑ || 𝐄𝐌𝐈𝐋𝐘 𝐌𝐀𝐓𝐓𝐇𝐄𝐖𝐒 sabía lo dura que era la vida desde una edad muy corta. Si...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
00. THE PROLOGUE
ESCÚCHAME. Yo jamás pedí ser una semidiosa. Nadie pide serlo. Probablemente ya lo habías escuchado. Solo tienes mala suerte, lo que condena tu vida a vivir riesgos durante el lapso en el que respires.
A menos que seas hijo de los Tres Grandes.
Si eres uno de ellos, déjame decirte algo.
Nosotros vamos a morir.
La simple idea de morir siempre me revolvía el estómago. No tenía a nadie a quien preocupar. Mí madre era modelo, viajaba por el mundo y nunca tenía tiempo para mí. Ella pensaba que las tarjetas de crédito, siete niñeras y cuatro mansiones era suficiente para que una niña creciera.
Sí, crecí.
Pero no gracias a ella.
Creo que me he ido de las ramas. A veces soy así, lo siento. ¿En dónde me quedé? Ah, sí. Vida de semidiós.
Constante peligro. Muertes innecesarias. Llantos, gritos, dolor y… ah, voleibol, escalada, actividades en canoa, captura la bandera.
El campamento media sangre, al que yo llamo mí hogar, es quien nos prepara para valernos por nosotros mismos afuera, en el mundo humano. Bueno, el mundo de los Normis. Yo les digo así.
Volví a irme por las ramas.
Bien, retomaré mí frase favorita.
Mira, yo no quería ser mestiza.
Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma situación, mi consejo es este: cierra esto y vete de aquí.
Créete la mentira que te contaron sobre tu nacimiento, e intenta llevar una vida normal.
Ser un semidiós es peligroso. Asusta. La mayor parte del tiempo solo sirve para que te maten de manera horrible y peligrosa.
Si eres un normie, que está leyendo esto porque cree que es ficción… Sigue leyendo. Te envidio por creer que nada de esto sucedió.
Digo, ojalá ser tu. Yo estaría en Hawaii, en un hotel, disfrutando de una piña colada y haciéndome una manicura.
¿Qué? Pueden sacar a la niña del lujo, pero jamás sacarán el lujo de la niña.
En fin, te lo advertí. Ojalá tu vida no sea tan miserable como la mía, o la de los chicos.
