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02. CAMP HALF-BLOOD

THE SEA OF MONSTERS

        HABÍA MUCHAS OCASIONES en las que desearía poder golpear a Percy Jackson en la cara.

Había razones detrás de todo esto:

Uno: de alguna manera se había hecho amigo de un ciclope y estaba apegado a él.

Dos: la mayor frustración es que todavía no se haya dado cuenta de que Tyson era un monstruo asesino de un solo ojo.

Tres: solo le quedaba un día para acabar la escuela, y solo Percy provocaría una explosión tan grande. Haciendo que los dos tengan que agacharse para esconderse de la policía.

Esperé a Percy y su amigo en un callejón de la calle Church. Cuando los vi, los saqué de la acera justo cuando un camión de bomberos se dirigía a la Escuela Meriwether. Los acerqué al callejón, y cuando estaba segura de que nadie podía vernos, me volví hacia Percy con la pregunta que me moría por hacer.

—¿Dónde lo encontraste? —señalé a Tyson y el hijo de Poseidon frunció.

—Es mi amigo —me dijo, con un poco de nerviosismo en su voz.

—¿Es un… sin techo?

—¿Qué tiene eso que ver? Puede oírte, ¿sabes? ¿Por qué no se lo preguntas a él?

Arqueé una ceja, un poco sorprendida. Miré a Tyson, quien nos miraba con un gran ojo verde. Siendo un ciclope tan joven, no esperaba que fuera tan inteligente a su edad.

—¿Sabe hablar?

—Hablo —respondió el ciclope—. Tú eres preciosa.

Por más dulce que eso fuese no podía mirarle de buena forma. Y menos cuando toco mí cabello.

—¡Eh, no me toques! —me alejé de él—. Asqueroso…—murmuré.

Percy me miró como si se me hubiera ido a la… ya saben, pero Tyson no parecía desconcertado por lo que dije, en cambio, su atención estaba fija únicamente en mi cabello y luego en mis ojos.

Lo palpé, deseando tener una gorra o una sudadera con capucha para ocultarlo. Percy de repente notó las manos de cíclope que estaban intactas de la pelea en el gimnasio.

—¡No tienes las manos quemadas!

Era mi turno de fruncir... todavía no lo entendía.

𝗔𝗟𝗟 𝗔𝗠𝗘𝗥𝗜𝗖𝗔𝗡 𝗕𝗜𝗧𝗖𝗛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora