➸ Au escolar
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'Mi querida Akane:
Se que unas simples palabras en papel no pueden expresar lo que siente mi persona hacia tí, sin embargo es la única manera que encontré de poder expresarte lo que me haces sentir sin morir de los nervios cuando te veo.
Te amo, te amo demasiado que no encuentro otra palabra más fuerte para expresar lo que siento por tí.. el simple hecho de ser tú fue la razón por la que me enamore.
No espero que te sientas forzada a sentir lo mismo, está carta solo tiene el fin de liberarme de tu amor y que tengas conocimiento de este, en realidad ni siquiera me creo tan valiente para dejarla en tu casillero. Debe ser la razón por la cual me estoy expresando de tal manera sin ningún inconveniente.
Estoy enamorado de ti Akane. Mi linda Akane de ojos chispeantes y corazón bondadoso.
Con amor tokito muichiro.'
Muichiro dobló la carta con cuidado para guardarla en su carpeta de tareas.
El timbre sonó indicando que el descanso había terminado, los pasos y sillas siendo arrastradas se escucharon inmediatamente en el salón.
— ¿Por qué no saliste?, te estuve esperando en las gradas. — Preguntó su hermano con un tono enojado.
— Tenía que acabar algunas cosas. — Dijo sonriendo nervioso al final.
Yuichiro alzó una ceja cuestionando lo que dijo su hermano, lo notaba demasiado nervioso y no relajado como era casi siempre.
— Tomen asiento jóvenes y saquen sus libros en la página 118. — Dijo Shinazugawa.
La clase comenzó logrando que Yuichiro centrará su total atención a esta olvidando el raro comportamiento de su hermano.
Soltó un suspiro de alivio, no se podía imaginar explicándole a su hermana que había estado escribiendo una carta de confesión. Decidió concentrarse en la clase pero antes volteó a verla logrando que una pequeña sonrisa se le formará.
Akane sintió una mirada volteando hacia el lugar de donde creía que provenía, al saber de quién era le dió una sonrisa logrando que el chico se sonroja y volteara rápidamente al pizarrón. Y esto no pasó desapercibido por Yuichiro.
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— ¡¿Te gusta esa presumida?! —.
— ¡Yuichiro! —.
No tardo mucho tiempo en darse cuenta de lo que pasaba, en realidad casi nada pues solo le costo algunas miradas y descubrió la verdad. Su hermanito no era el mejor mintiendo ni ocultando cosas.
Suspiro. — Muichiro, soy tu hermano y con ese cargo es mi responsabilidad guiarte por el buen camino.
Ambos hermanos se encontraban en el pasillo, las clases habían terminado y muichiro estaba más que decidido a dejar la carta en el casillero de su amada pero antes de poder llegar su hermano lo atrapó reteniendo su confesión.
