➸ continuación de los cortos " pilares i"
➸ (n) = nombre (a) = apellido──────♡──────
Segundo encuentro/oportunidad
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'Kyojuro Rengoku'
La tarde transcurría más lentamente de lo normal; sentía mi cuerpo aún más cansado que en otros días. Miraba el reloj constantemente, esperando el fin de mi turno. Suspiré cuando los clientes se marcharon, ya que eran los últimos a los que atendía en mi jornada.
— ¡Kiki! ¡Te toca! —. grité a mi hermana menor desde las escaleras. El restaurante de nuestra familia se encontraba debajo de nuestro hogar, aunque en realidad tenía demasiada flojera para subir las escaleras.
Escuché a lo lejos la queja de mi hermana, sonriendo cansada, entré a la cocina, que estaba tranquila en comparación con las mañanas y las noches.
— Dormiré hasta mañana por la tarde; no quiero que nadie me despierte — advertí a mis padres, que estaban terminando unos platillos. — Hice dos turnos hoy, así que le tocará a Kiki o Hikari trabajar temprano mañana.
Mi madre se acercó a mí y me besó suavemente la frente. — Ve a descansar, querida, y no te preocupes; Hikari será quien te cubra — dijo, mientras escuchábamos las malas palabras de mi hermana desde el otro lado de la cocina.
Me despedí de mis padres con la intención de subir a nuestro hogar y descansar por fin en mi habitación, pero la voz de mi padre me detuvo.
— Querida, ¿me puedes ayudar en algo más? Solo será un pequeño favor — suspiré y asentí. Amaba a mi familia y jamás me negaría a nada que me pidieran —. El señor que trabaja con nosotros como repartidor no pudo venir hoy, pero nos están pagando más de lo normal por este pedido. Es en la casa de las glicinas; la persona que lo pidió fue muy insistente en que se le llevara la comida cuanto antes.
— De acuerdo, iré a entregarlo y después regresaré para descansar — tomé un abrigo junto con la comida y salí por la parte trasera del restaurante.
Una vez fuera del lugar, fui recibida rápidamente, aunque la persona que me había atendido me llevó hacia una habitación en lugar de tomar la comida y que yo esperara afuera por el dinero.
— Espere... —. La persona se alejó de mí con una pequeña sonrisa. Suspiré cansada al ver que se encontraba lejos de mí.
La puerta de tatami fue abierta rápidamente y una alegre voz salió de aquella habitación.
— ¡Me alegra que seas tú quien realizó la entrega! —.
Aún confundida y cansada por todo, miré fijamente a aquel hombre enfrente de mí. — Claro... tenga, aún se encuentra caliente la comida. No sé exactamente cuánto es el pago extra que le dijo a mi padre. — Extendí frente suyo la comida, la cual recibió con una sonrisa. Tomó asiento y comenzó a sacar todo en la pequeña mesa que se encontraba en la habitación. — ¿Podría darme el dinero? No tengo tiempo. — hablé fastidiada por todo.
— ¡Claro! — extendió su mano hacia mí junto con el dinero, pero antes de que pudiera tomarlo, lo apartó de mí. Confundida, lo miré. — Después de que comamos los dos juntos, tu turno ya acabó, según lo que me dijo tu padre. Así que ya no tienes nada más que hacer durante la tarde. Permíteme compartir esta comida en disculpa por lo que te hice.
Lo miré confundida hasta que recordé perfectamente por qué ese tono de cabello se me hacía tan conocido: era la persona que me había tirado la comida encima.