Satisfacción Solitaria. | Style

15: ¿Oportunidad?

— ¡Las mujeres de la clase deberíamos ser las principales en esto! ¡Darle a Eric el tema de Feminismo es un malgasto, señor Garrison!

Por décima vez en la mañana una mano azotó la mesa, alterando nuevamente los nervios en las venas craneales del pelirrojo. Wendy Testaburger, la chica más inteligente del salón, se encontraba protestando en nombre de todas las mujeres en contra de que Cartman tuviera en sus manos el discurso de la lucha universal femenina. Para mala suerte de Kyle, no era la única golpeando la mesa y gritando. A su lado estaba Red, quien alzó la voz y por su espalda se escuchaba Nichole enfurecida. Parecía que todo el mundo se había levantado para joderlo.

— ¡Wendy, Heidi, Red y yo fuimos delegadas del consejo de valores y derechos femeninos en la escuela los últimos tres años, lo mínimo que podría hacer es dejarnos hacer esta presentación a nosotras! — La de ambos moños saltó en defensa a la conversación, levantándose de su asiento con autoridad. 

— Vamos chicas, debo incluir a un hombre en el tema de feminismo. No es por mi cuenta, es inclusión y que un hombre hable del feminismo nos hará ícono en las siguientes actividades. Cartman, promete hacer un buen trabajo y hablar del feminis-

— Mientras Wendy quede en las presentaciones de cocina aceptaré este cargo. — Una maliciosa risa se escapó de los labios del regordete chico, recibiendo por respuesta un suspiro indignado y fastidiado de Testaburger.

— Me molestas, tomas mi trabajo y mi dignidad, lo aplastas todo y no paras. — La pelinegra se abalanzó sobre Eric, quien, chillando como cerdo, trataba de devolver los hábiles golpes de su par.

Kyle mantenía la cabeza abajo de sus brazos. Había pensado toda la mañana ¿Qué puedo hacer, qué debería hacer por esto? Ese día, escuchar la condición de Cartman para mantener ese vídeo lejos del alcance de todos fue como haber firmado su muerte.

FLASHBACK

— Te ves ridículo.

Una lágrima redonda y saturada de emociones bajaba por su blanquecina mejilla aplastada contra la mesa, ejercía fuerza sobre sus rizos despeinados, aquellos ojos verdes perdidos en la lejanía de la sala. Todo era un desastre y por más que el dolor punzante destrozara su rostro no podía detenerlo.

— Suficiente.

Se levantó de la mesa y volvió a su posición normal, viendo la burla y maldad en aquellos ojos que lo miraban. Cuanto lo odiaba, cuanto deseaba marcharse y asesinar a cada uno de los personajes metidos en el problema.
Cartman le había obligado a hacer posiciones vergonzosas tales como moverse como gallina e imitar personajes con características explícitas, con la excusa de ser su primera consecuencia por ser un depravado. Había manejado bien su jodido cerebro.

Totalmente vestido realizó las posiciones solicitadas y terminó sentado en el suelo, con las lágrimas y la vergüenza al colmo de su paciencia.

— Bien, Kyle. — Una mano alcanzó su hombro y sintió cómo este apretaba levemente el hueso principal de su clavícula, haciéndole fruncir suave su labio. — Ya haz hecho suficiente por hoy, pero mañana es un nuevo día ¿Sabes? Hay nuevas cosas que hacer.

— Si vas a joderme, házlo ahora.

El gordo le observó asombrado. ¿Que más daño quería hacerle? ¿Que otra razón tenía para pintar sobre él tales torturas vergonzosas? Quería detenerlo, ya.

— No quiero joderte.— Una risa irónica salió de sus labios, obteniendo otra lágrima de la ahora totalmente silenciosa persona. Kyle estaba derrotado, perdido, avergonzado y por sobre todo; herido. Había perdido su dignidad.— Sólo hay una cosa que quiero a cambio de guardar este jodido vídeo, judío.