Ella. La del «te lo dije». La del «¿a que voy yo y lo encuentro?». Ella. La del «pase lo que pase, te quiero».
A veces es dura contigo. Quizás la persona que más te critica. La primera en hacerte ver tus fallos. Pero sólo a ti. En privado. Y no para humillarte, sino para que puedas corregirlos antes de que nadie pueda usarlos en tu contra. Porque ella, daría su vida para defenderte.
Ella siempre está ahí. Te ha visto en tus peores momentos. Ha entrado hasta lo más profundo y oscuro de tu mente a rescatarte de tus demonios. Y nunca se ha asustado. Nunca ha vuelto la mirada. Porque ella te conoce. Ella sabe quien eres. Y tal y como eres siempre te ha amado.
No importa el tiempo que pase o lo mayor que te hagas. Ella es quien te calma y espanta tus pesadillas. Ella quien te cuida y te tiende la mano para levantarte en cada tropiezo, incluso si eso significa tener que meterse en el barro para empujarte desde abajo.
Durante mucho tiempo la has visto como tu enemiga. Le cerraste la puerta mil veces. Le gritaste «¡Márchate! ¡Déjame solo!» Pero ella se quedaba esperando al otro lado. Lista para vendar tus heridas cuando la necesitases.
Simplemente Ella.
Que falta me haces. Que poco lo demuestro.
Mamá, te quiero.
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Mi corazón en papel
PoetryEncontré el placer de escribir, de dejar que los pensamientos que flotaban entre mi cabeza y mi corazón quedasen para siempre grabados en tinta. Dejarlos salir me da paz.