Otra Oportunidad || Yamaguchi x Reader

Capítulo 6

A diferencia de todos los domingos en mi casa y en la de mis vecinos, este fue bastante particular. No entendí muy bien qué era pero mis padres, los vecinos, y al parecer muchas personas de la ciudad habían ido a algo que parecía ser un festival. Cuando mis padres me dijeron ayer por la noche luego de regresar de mi "cita" que irian ni siquiera se tomaron la molestia de preguntar si quería ir, ellos saben que para mi el domingo es un día que dedico exclusivamente a descansar.
Así que cuando luego de luchar por salir de la cama me digne a ir a desayunar porque el hambre cada vez me consumía más al estar tirada en mi cama.
No quise preparar mucho, unos panes tostados con mermelada por encima bastaron para saciar el hambre que tenía.
Realmente no tenía ganas de nada, todo lo que me había sucedido el día anterior me dejo pensando mucho, pero si cuando mis padres llegarán me encontrarán igual que como me dejaron tendríamos una charla sobre la importancia de la limpieza y cuidado propio que no quería escuchar de nuevo, por lo que me bañe y vesti de la manera más simple posible: jeans clásicos y una blusa cualquiera.
Ya que estaba lista volvi a mi cuarto, me acosté en la cama y empecé a pensar correctamente todo lo que me había pasado con Yamaguchi desde que lo conocí.

1. Lo conocí gracias al vóleibol y me pareció un chico bastante lindo, hasta ese momento todo bien.

2. Un días después me invito a salir, realmente pensé demasiado en esto, pasó muy, pero muy, poco tiempo, pero Yamaguchi no se veía como si alguna vez hubiera tenido una cita o algo así, en otras palabras, estaba igual que yo. Por lo que empecé a creer que tal vez Tsukishima le dio la idea, el tampoco se veía ni se ve con cara de tener experiencia en estos temas, pero por las conversaciones que tuvimos, se podía notar cómo a Yamaguchi le importaba mucho la opinión de Tsukishima. Y también tendría sentido la manera en la que Yamaguchi me pidió la cita, pues fue Tsukishima quién lo expuso por asi decir.

3. La cita no fue cómo de seguro los dos la esperábamos, todo parecía sacado de una película, pero aun así me alegra que tuviera una explicación y un final lindo. Aun podía sentir la sensación de sus brazos sobre mí.

Definitivamente fue una buena idea volver a recapitular mis últimos días, porque me no recordaba qué fue lo que nos hizo conocernos, el objetivo de volverme manager lo había olvidado por completo. Aun no había ido a lis gimnasios para preguntar por el puesto. Entonces deje en claro que iría mañana luego de clases para terminar con esa inquietud de una buena vez.

El resto de mi día se baso en primero pensar en mi cuarto hasta que regresaran mis padres, y cuando regresaron, hacer prácticamente lo mismo pero dando señales de vida para no asustarlos.

Fue todo un día pensando, tenía que darme una respuesta formal a qué hacer conmigo. Así que con Yamaguchi tomé la decisión de llevar las cosas de manera lenta, dejar que todo fluyera y hablar con Yamaguchi para estar de acuerdo los dos.
Y con respecto a mi vida con mis padres, por ahora me uniría al vóleibol como manager para tal vez lograr obtener un poco menos de presión de su parte. Y si lo lograba, les hablaría de como me sentía, pero  si no lo conseguía, de igual manera les iba a hablar, la idea de ser manager era solo para suavizar la conversación y conflicto que podríamos llegar a tener.

El día termino y decidí dormir temprano para al menos tener algo de energía el lunes.

Desperté, me arreglé y seguí mi rutina diaria para días de clases y al llegar al salón, al igual que en los dos días anteriores de preparatoria, me esperaban Yamaguchi y Tsukishima en sus escritorios solo que esta vez Yamaguchi se notaba algo diferente y tenía todo el sentido por lo que había pasado en nuestra cita fallida.
Pero tratamos de seguir normal y continuamos con las clases que nos esperaban en ese día.
Luego de que esa tortura terminara, mientras caminábamos afuera del edificio de la preparatoria decidí hablar con los dos chicos sobre el puesto de manager en el equipo de vóleibol ya que si había dejado el tema algo en el aire.

— Por cierto, quería saber si hoy los podría acompañar al gimnasio de vóleibol para saber si puedo estar como manager en el equipo de vóleibol masculino.

— Claro que podrías, sería un gusto que fueras con nosotros.—  Respondió Yamaguchi de inmediato. 

Tsukishima simplemente asintió y fuimos directo al gimnasio de vóleibol masculino. Al llegar pudimos observar a algunos chicos que nos veían, algunos parecían de tercer año y otros de segundo. Pero no les presté atención a ellos, si no al entrenador que se encontraba junto a una chica de lentes que parecía ser una manager cerca de unas bancas.
Volteé a ver a Yamaguchi dándole una seña para decirle que iría con el entrenador, Yamaguchi asintió y de inmediato fui a hablar con el entrenador.

— Buenas tardes, me presento, soy ____ ____ y estoy aquí porque me interesa saber si me podría unir a este equipo como manager.— El entrenador y esa chica se voltearon a ver y luego me vieron a mi algo sorprendidos.

— Oh, buenas tardes ____, yo soy Takeda, el entrenador o consejero del equipo, y claro que podrías. Ella es Kiyoko Shimizu y es la actual manager del equipo.— Dijo volteando a ver a la chica a su par.

— Mucho gusto.— Habló Shimizu mientras hacía una reverencia que luego correspondí imitando.

— Y podrías hablar con ella si quieres mañana para inscribirte oficialmente.— Fue lo que dijo el entrenador Takeda mientras sonreía.

— Muchas gracias, así lo haré, ahora si me disculpan, tengo que regresar a mi hogar.— Shimizu y el entrenador Takeda me regalaron una despedida con la mano y salí lel gimnasio luego de una reverencia y de que me despidiera de Yamaguchi y Tsukishima de la misma manera que con los dos que acababa de conocer.

Camino a mi casa sentí que me quitaba un peso de encima, aunque solo era para poder abrirme con mis padres, unirme al vóleibol como manager de seguro no estaría nada mal. Ahora solo me quedaba ver qué me depararía el futuro en esta vida. No estaba completamente emocionada, porque no seria algo increíble, pero tenía un buen presentimiento.