Capítulo XVI

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Intercambio de información


Erica suspiro, se sentó en una de las rocas que se encontraba cerca esperando que la mujer continuara hablando o pudiera localizar a Lightie, lo primero que pasara.

—Estoy feliz de que pudiéramos llegar a un acuerdo, Erica —Erica la miro con detenimiento, escudriño a la mujer.

—¿Cómo sabes mi nombre? —sonrió.

—Se muchas cosas Erica, también sé que eres de Italia —a Erica no le gustaba que esa mujer supiera su nombre.

—Comprendo, entonces seamos directos y dígame, ¿Qué es lo que realmente quiere de mí? —La mujer simplemente movió la cabeza en negación y siguió sonriendo.

—No seas tan impaciente, Erica —Erica hizo una mueca al escuchar su nombre salir de la mujer—. Oh ¿ prefieres que te llame parca verde?.

—Erica, está bien.

—Correcto, verás, hace un par de días asesinaste a dos de mis empleados —Era frunció el ceño—. Déjame refrescarte la memoria, llevaban una mascara —Erica comprendió—. Eso hizo que la policía vuela a molestarnos nuevamente, también nos hiciste perder una posible venta de órganos —Erica iba a hablar, pero la mujer levantó la mano para que se callara—. Sin embargo, he decidido perdonar ese atrevimiento, a cambio de que tú, trabajes para mí. Es sencillo, solo tiene que hacer ciertas tareas para mi —Erica se iba a negar, sin embargo, la mujer siguió hablando—. Tampoco te tendrías que preocupar por tu cuota de pecadores, nosotros nos encargaríamos de eso, cada día, en una habitación, tendrías a un pecador para ti, nosotros también nos encargaríamos de limpiar, ¿Qué opinas?.

—Me gusta la oferta —la mujer sonrió—. Sin embargo, la tengo que rechazar, no me gusta que alguien decida por mí, además, yo solo vine por mi mascota así que ¿Dónde está? —la mujer dejo de sonreír.

—Ahhh, que lástima que no pudiéramos llegar a un acuerdo —la mujer sonrió de una manera retorcida—. Tendrá que ser por las malas —chasqueó los dedos, los sujetos que se encontraban en el lugar se acercaron a Erica, conservando cierta distancia.

—Sinceramente, no me gustaría llegar a esos extremos, solo denme a la gata y me iré.

—Así no funcionan las cosas Erica, además, si te dejo ir, seguirás ayudando a la parca roja, ¿No es así?.

—Creo que eso no es de tu incumbencia.

—En eso te equivocas, si es de mi incumbencia, esa chica me debe mucho dinero y si está tramando algo junto contigo para perjudicarme, será lo último que hagan —la tensión se podía sentir en el lugar. Erica se empezó a acercar a la mujer a paso lento, la mujer levanto un comunicador con su mano—. ¡Detente!, con este comunicador puedo hablar con las personas que tiene a tu mascota y si yo doy la orden, la asesinaran —la mujer sonrió, sin embargo, su sonrisa se desvaneció al sentir algo pasar seca de su mano y llevarse el comunicador.

—Gracias por esa información —Erica sonrió—. Bueno me tengo que ir, Ciao —la mujer dio la orden de atacar, Erica saltó, evitando algunos golpes, no le importaba pelear contra todos esos pecadores, el problema sería la parca rosa, volteó a verla, solo para observar que aún no se había movido de su sitio, eso la tranquilizo hasta cierto punto. Los hombres volvieron a atacar, sin embargo, ella volvió a saltar, esta vez más alto, concentro toda su fuerza en su puño y golpeo el techo del lugar, este empezó a desmoronarse, de manera rápida, invoco un par de alas de su espalda y salió por el hueco que había creado. La mujer volteó a ver a la parca rosa.

—¡Brook, tu turno!, atrápala, de preferencia en una pieza —de manera rápida saltó por el mismo hueco que había hecho la otra parca y la empezó a seguir. Erica se encontraba a un par de metros cuando sintió que alguien la seguía, volteó para encontrarse con la parca rosa.

Maledizione, tengo que deshacerme de él.

Mientras volaba volteó, encarando a la parca rosa, invoco un par de cuchillas y las empezó a arrojar hacía la parca rosa, la parca rosa no se quedó atrás y utilizó su guante para protegerse de las cuchillas, aprovecho la oportunidad para volver a romper el techo y subir al siguiente piso, se impulsó con sus alas lo mejor que pudo para aumentar su velocidad, volteo para observar que la parca rosa ya no la seguía, un problema menos, ahora tenía que encontrar a Lightie y largarse de ahí, el problema era que no sabía dónde estaba la gata y tampoco ayudaba que los comunicadores tuvieran un alcance de ocho a diez kilómetros. Estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que, a su izquierda, a una velocidad alarmante se acerca la parca rosa, se dio cuenta cuando sintió como un brazo hacía presión en su hombro, empujándola hacia la pared más cercana, intento zafarse del agarre con una cuchilla, sin embargo, solo logro que la máscara de la parca se rompiera de su cinta, revelando la identidad de esta.

»Sinceramente, esperaba encontrarse de todo menos a un joven guapo o como dirían en su época "un buen mozo", estaba tan impresionada que no se dio cuenta de que había vuelto a ser inmovilizada por la parca rosa, sinceramente, no sabía que decir por lo que soltó lo primero que se le vino a la mente.

—No eres feo —ese comentario no se lo esperaba la parca rosa quien lo demostró en su semblante.

—¿Qué?, ¿De qué demonios estás hablando? —Erica salió de su estupor ante su comentario, observo la situación en la que se encontraban, la parca rosa la tenía inmovilizada, sus brazos se encontraban hacia arriba, bloqueados por la mano izquierda de la parca rosa, no podía invocar cuchillas en esa situación.

—Bueno, pues —observo la mirada seria de la parca rosa—. Olvídalo, ¿Dónde está Lightie?

—Al menos que aceptes el trato, no diré nada.

—Entonces tendremos un problema porque no pienso aceptar ni moverme de aquí hasta que vea a Lightie —ambos se miraron por varios minutos, sumergidos en un silencio incomodo.

—No lo entiendo —Erica lo miro expectante—, no entiendo por qué la ayudas.

—Simplemente hago el trabajo que Satanás ordena —ante este comentario Brook comprendió todo.

—¿Satán te pidió que la ayudaras?,¿Por qué? —Erica intento mover los hombros hacia arriba, sin embargo, solo logro que la parca rosa aumentara su agarre.

—No lo sé, posiblemente porque las otras dos parcas la intentarían asesinar —comento con cierto sarcasmo, haciendo que Brook respondiera con un bufido.

—No tengo problemas con ella —Erica iba a reprocharle, sin embargo, no se lo permitió—, mi jefa tiene problemas con ella.

—Comprendo eso, pero ni mi gata ni yo tenemos nada que ver aquí —la parca rosa solamente rodo los ojos, iba a contestar, pero Erica se lo impidió—. Solo dime, ¿Aun sigue en el edificio?.

—Ya te dije que...

—Se lo que me dijiste, pero no pienso aceptar, además, dudo que me vayas a dejar de escapar después de todo el esfuerzo que hicieron para traerme aquí y atraparme, así que ¿Qué pierdes con decírmelo? —ambos se volvieron a mirar fijamente, un par de minutos después Brook suspiro.

—Está bien —contesto a regañadientes, Erica sonrió, tenía que empezar a crear un plan para salir—, aún se encuentra en el edificio —una idea alocada surgió al ver el acercamiento que tenían ambos.

—Gracias por la información, pero creo que es hora de irme.

Brook se desesperó por la insistencia de la joven, iba a reclamar cuando sintió algo suave posarse sobre sus labios, sus ojos se abrieron al comprender lo que estaba ocurriendo, la parca verde la estaba besando.

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