Beautiful Girl | Cynonari

Capítulo 03 | Tarde agridulce

Arte por @/soyalessbean via Tumblr.

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—Ahora sí, Cyno. ¿En dónde has estado todo este tiempo? —preguntó Collei apoyando su mandíbula sobre sus manos.

—Es una larga historia, linda. No creo que te guste —respondió Cyno fingiendo desinterés. Esto solo provocó que la peliverde tuviera aún más intriga.

—Claro que me gustará, lo prometo —Con sus manos hizo un gesto de súplica que enterneció el corazón del peliblanco hacia el infinito. Cerró los ojos un momento intentando pensar en una excusa que la chica pudiera creerse fácilmente. Tighnari volteó y usó su mirada fulminante para poner nervioso al mayor. De igual forma, el pelinegro estaba igual de ansioso por escuchar la historia que Cyno tenía para contar.

—Pues... Me surgieron oportunidades de trabajo lejos de aquí. He viajado mucho y conocí lugares y personas nuevas —mintió. Miró a padre e hija que quedaron algo extrañados por su comentario. Collei retomó su asiento correctamente y se dirigió al mayor con algo de angustia.

—Pero, Cyno... No has vuelto a llamarnos desde entonces. ¿Por qué no me llamaste?

—Es algo complicado de explicar, linda. No estaba muy bien mentalmente y de salud en ese momento... no quería arruinarles a ambos sus ánimos con mi montón de tonterías —Bajó la mirada, avergonzado por la situación. Pasó una mano por su cuello intentando quitarse el calor que había invadido su rostro de repente. Collei no respondió—. Además, cuando llegué a Fontaine me robaron mi teléfono...

—Oh... pues, eso lo explica un poco... ja, ja, ja —La tensión bajó entre los tres. Tighnari volvió a poner su mirada sobre las flores que decoraban el hermoso parque y llenaba de vida el ambiente. Cyno se dio cuenta de la actitud evasiva que este tenía con él, pero decidió ignorarlo para no causar problemas.

—¿Y qué haces aquí en Sumeru? ¿Te aburriste? ¿O vienes por trabajo? —soltó el pelinegro. Para la sorpresa de Cyno, el contrario de repente había cambiado su actitud y mostró una falsa sarcástica, lo que le había dado a entender que detrás de todo eso, aún estaba molesto por no tener las respuestas verdaderas.

—No me aburrí necesariamente... Aún tengo cosas que resolver en Fontaine, pero este un bello lugar para vivir, y estoy pensando en reinstalarme en Sumeru definitivamente. Estoy cansado de viajar sin rumbo —mencionó de forma sincera. Lastimosamente, mientras Collei observaba su rostro poniendo atención a todo lo que decía, Tighnari seguía dudoso de sus palabras.

—Eso no suena a algo que dirías tú —respondió seco.

—Aunque no lo creas, Tighnari, he cambiado de mentalidad —Cyno, cansado de la incomodidad que le provocaba el desdén del pelinegro hacia él sin sentido alguno, cambió el rumbo de la conversación con seriedad, pero al instante volvió a cambiar su mirada desafiante por una más relajada, y se dirigió a Collei esta vez—: La que veo que sí ha cambiado eres tú, dulzura. Antes hablabas hasta por los codos, ¿qué pasó?

—Oh... no lo sé... Supongo que solo crecí, ¿no lo crees? —se encogió de hombros.

—Eso es cierto, ya eres toda una mujer. ¿Qué edad tienes? ¿ochenta, setenta, o un poco menos? —la menor rio al unísono con Cyno por la falsa ingenuidad que este tenía el talento de mostrar en los mejores momentos.

—Catorce, ¡los cumplí hace cuatro meses!

—Guau, hemos estado separados muchos años... te prometo que la próxima vez me mantendré en contacto —respondió. Con lentitud apoyó su mano sobre la de Collei, que había terminado de sostener su helado hace un momento.