Beautiful Girl | Cynonari

Capítulo 06 | Vino y cigarrillos

Arte por @/Sasa_516 Via Twitter.

Recomiendo que relean las aclaraciones que están dictadas al inicio de la historia: Solamente para que se sepan las cosas que se vendrán en esta historia y no me funen por supuestas sorpresas.

A todo eso, lamento la ausencia. Ya estoy de nuevo. Les dejo con el capítulo de la quincena.

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—Collei, se te hará tarde para mañana —indicó Tighnari con un tono firme en sus palabras.

—Pero Cyno aún no se va... y aún tengo cosas que contarle sobre la escuela —suplicó su hija al instante.

El ambiente entre Tighnari y Cyno se tensó al instante. El menor de los dos negó con la cabeza aún con el ceño fruncido, mientras que el otro se levantó de su banco y dirigió su mirada a la joven que, desesperada por la aprobación de su padre, también se había puesto de pie para empezar a protestar en cualquier momento. Cyno la interrumpió y colocó su mano sobre su hombro para que esta bajara la guardia un momento.

—No pasa nada, Collei. ¿Qué te parece si en la semana me llamas temprano y algún día de esos te acompaño a la escuela? Ahora tomas el bus sola, ¿verdad? —preguntó con una sonrisa.

—Ah, ¡me encantaría! Sí, viajo en bus todas las mañanas —respondió con emoción.

—Bien, pues el día que tú quieras pasaré a buscarte e iremos juntos, ¿de acuerdo? —los ojos de Collei al instante comenzaron a brillar por la emoción, extendió su dedo meñique cerca de Cyno y susurró con confidencia.

—¿Pinky promise?

—Oh, ja, ja, ja, aún me cuesta recordar eso —rio por lo bajo a la vez que entrelazaba su meñique con el de la menor. Ambos se vieron fijamente y sonrieron—. Ahora ve y descansa, ¿sí?

—Descansa, Nubi —Fue abrazado por Collei con mucha fuerza en muy pocos segundos, y posteriormente saludó a su padre con un ligero movimiento de manos, intentando disimular la incomodidad por su rostro desfigurado de celos—. Hasta mañana, papá.

El silenció reinó entre ambos hombres. Ninguno se miraba a los ojos, ninguno movía ni un solo dedo. Solo era la brisa que entraba por la ventana de la cocina la que gozaba de tranquilidad en ese instante.

—Bien, creo que ya debo irme —mencionó Cyno tímido.

—Sí. Ya es tarde — respondió el contrario. El aire se tensó una vez más, pero Cyno no intentó hacer ni un mínimo intento por cambiar la situación tan pesada para su psiquis. Comenzó a caminar a paso lento hacia la puerta, tomó el picaporte y la abrió, dejando entrar el viento en su totalidad a la habitación.

—Sí... Hasta luego, Tighnari. —Volteó su cabeza noventa grados, y por el rabillo de su ojo intentó encontrar al pelinegro, pero lo único que encontró era su espalda cubierta de un opaco suéter negro. Lo estaba ignorando de nuevo y eso hacía calentar su sangre de impotencia.

Se adentró de nuevo en la casa y cerró su entrada de un portazo. Con una mirada fría, se volteó y se apoyó sobre la puerta con la intención de tener esa tan temida conversación.

—¿Sabes? Creo que todavía no me iré.

—¿Qué? —Tighnari se dio la vuelta sobre sí mismo, encontrándose con un Cyno completamente serio, desafiante e inquietante. Las cejas del menor se arquearon hacia adentro, denotando cierta preocupación. A su vez, su nerviosismo no se hizo visible cuando se echó hacia adelante y apoyó sus manos sobre la barra que lo encerraba en la cocina.

—Aún tengo algo que preguntarte —dijo cruzándose de brazos—. ¿Por qué llevas ignorándome toda la noche?

—No te estuve ignorando.