Capítulo 19

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Victoria Halens

Llego del ballet y subo a ducharme. El día estuvo espectacular. Por otros días más así. Amén.

Nicolás vendrá a cenar según me dijo mi madre. Busco algo sexy y cómodo que usar. Lo coloco en la cama. Voy a la duchar y me baño de pies a cabeza. Recuerdo lo sucedido con Nico está mañana y empiezo a tocar mi sexo. Empiezo a empaparme. Sigo tocando mi clitoris e introduzco un dedo y luego otro. Jadeo. Aprieto mis senos y muerdo mi labio. Me dejo caer en la bañera y continúo masturbándome  pensando en él.  Saco mis dedos y los lados, saben rico, aunque diferente a como sabe mi fluidos cuando es de la boca de Nico.  Chillo y continúo masturbándome. Acabo en mis manos y jadeo. Espero a estabilizarme antes de levantarme o me romperé todos los dientes.

Salgo luego de ducharme. Me coloco el vestido. Las sandalias y recojo mi cabello en una cola.  Me pongo un poco de maquillaje, ondulo las puntas de la coleta, me coloco perfume y  salgo. Todos están vestidos algo normal, la exagerada soy yo.

Mi padre me ojea de pies a cabeza y me sonríe.

Ayudo a ordenar la mesa mientras mis hermanos juegan en la sala. Mi madre luce hermosa como siempre. El timbre suena y me arreglo un poco mientras me encamino hacia la puerta. Abro y está Marcos y Camilo. Me saludan y los dejo entrar. Saco la cabeza y veo a Nico, se me borra la sonrisa cuando veo a Katherine salir del auto. Se acerca a él y él la toma de la mano.

Me voy a la cocina y dejo la puerta abierta. Ellos entran, mis hermanos corren hasta Nico y lo abrazan. Me pongo a servir un huelo, mientras la sangre me hierve y las ganas de llorar se apoderan de mi. Mis padres están en la sala saludando. Nico entra a la cocina y me saluda. Lo ignoro y sigo sacando el hielo de mala gana. Toma mi codo y me suelto.

—No me toques —digo limpiando mis lágrimas.

—¿Qué te pasa?  —pregunta haciéndose el estúpido.

—A mi nada y ¿a ti? —Pregunto encarándolo.

Mi padre entra a la cocina, se lleva el hielo y ni me mira. Gracias al  cielo.

Nico se va sin decir nada.  Vuelvo a la mesa y están todos sentados. Todos se están sirviendo la cena. Camilo me mira y luego baja la cabeza.  Me sirvo y como nada, de momento se me cerró el estómago.  Mi madre halaga a Katherine. Le dice que puede ir a casa las veces que quiera, que seríamos muy buenas amigas.
Ruedo los ojos y sigo en mi celular.

¿Quieres salir a caminar?
9:03 Pm

Leo el mensaje y levanto la cabeza, es Camilo y me sonríe.  Asiento y me levanto.

—Iré a caminar con Camilo —mis padres asienten, Marcos nos mira extraño, Nicolas frunce el ceño y mis hermanos hacen señal de besos y caricias.

Salimos. La noche está algo fría. Vamos uno al lado del otro.

—¿A qué se ha debido esto? —sigo deteniendo la caminata.

—Te notabas incómoda.

—Claro que no.

—Claro que si. Estabas a nada de llorar. Me di cuenta.

No digo nada, empiezo a caminar y él me sigue.

—No mereces esto. Eres una chica increíble —deteniéndose frente a mi.

—Gracias Camilo —digo mirándolo fijamente.

Abre sus brazos y acepto el abrazo. Me siento en paz y tranquila respirando su perfume y sintiendo su corazón latir. Toma mi cara entre sus manos y besa mi frente. Busco sus labios y los uno. Vuelve abrazarme. Veo a Nico acercarse furioso.

Hey hermosuras.

Qué tal están??
Vayan a instagram y les dejaré una encuesta.
@elaine_escritora

Besos y gracias por el apoyo.

Gracias por la espera♡♡♡

Un desastre en casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora