Un desastre en casa

Capítulo 7

Nicolás Baker

Veo al imbécil ese tocarle el hombro mientras se ríen no se de que. Alguien toca mi espalda y me giro para ver a Katherine sonreírme.

-Abajo harán un juego, ¿quieres jugar? -pregunta tomando mi mano.

-¿Porqué en todas éstas fiestas hacen juegos tan estúpidos? -pregunto y ella me mira algo sorprendida. No conocía esa parte de mi tan agria. No puedo ocultar por mucho tiempo quien en verdad soy -.Lo siento.

La veo marcharse con la cabeza agachada hasta las escaleras y no me da remordimiento alguno, vuelvo a mirar a donde se encontraba Victoria y no está. La busco por toda la casa y ni rastros.

Después de casi media hora la veo en el jardín con el mismo imbécil. ¿Será su novio? Ya me tiene hastiado. Voy hasta allá para interrumpir su estúpida plática.

-Nos tenemos que ir -digo agarrándola por el brazo.

-No me quiero ir, aún es muy temprano -dice mirándome enojada.

-Tus padres están fuera de la ciudad, tus hermanos están en casa de la tía Marie y tus padres quieres que vayamos acasa; ahora -digo sosteniendo aún su brazo.

-Nos vemos luego -dice al chico besando sus labios. La halo un poco y ella me mira mal, la ignoro y la arrastro conmigo.

Em taxi nos espera y subimos. Odio no tener mi auto aquí. Eso de anda tomando taxis o Uber no es lo mío.

Entramos a la casa y ella sube las escaleras dando pasos ruidosos. La sigo y la halo por el brazo.

-¿Tu maldito plan es arrancarme el brazo? -pregunta soltándose de un tirón.

-¿Quién era ese imbécil con él que te la pasaste toda la noche? -pregunto mirándola fijamente a los ojos.

-Mi ex novio, ¿algún problema? -pregunta desafiante.

-¿Desde cuándo te andas besando con el ex?

-Eso no es asunto tuyo, adiós -dice dándose la vuelta. La pego a la pared y la miro -.¿Qué coño te pasa? -dice mirándome con enojo.

-Es de mi asunto, porque soy tu primo y tenía que cuidar de ti.

Oh jajaja ¿por eso, o porque te intereso, primito? -dice con una sonrisa en sus labios.

-Já, ¿tu gustarme a mi? Por Dios Victoria, mírate, mírame, eres una mocosita, me gustan las chicas maduras y guapas -digo sonriéndole.

-Imbécil -dice empujando para encerrarse en su habitación.

Victoria Halens

De verdad no se que le pasa a ese imbécil, tiene unos cambios extraños, es más imbécil de lo que digo. Me tiene cansada con sus cambios tan repentinos. Además siento que oculta algo y debo averiguarlo.

Le mandé un mensaje a mis amigos para reunirnos mañana a las 10 en el centro comercial. Ellos tiene que ayudarme a descubrir quién en realidad es Nicolás Baker.

Me pongo pijama y me acuesto. A éstas malditas horas debería estar perdiendo el conocimiento en la fiesta y no acostada.

Salgo por un poco de cereal porque mi estómago no me dejará dormir nada.

-Lo siento mamá, pero no puedo cambiar de la noche a la mañana, tengo que ser quien en realidad soy, no seré una mala persona, pero tampoco buena -escucho que dice teléfono y me escondo para escuchar todo -Mañana hablaré con mis tíos -hace una pausa -si, los chicos son lindos, la insoportable es Victoria, nunca me mencionaste que era chillona, mimada y estúpida; son contar que también es uno poco linda -ríe y suspira -No mami, no le puedo tener paciencia, me irrita con sólo sonreír. Adiós -dice cuando din querer choco con algo que ni sabía que estaba ahí.

No sé porque cuando uno quiere pasar por desapercibido choca hasta con el aire.

-Qué metía eres -dice dándose la vuelta.

-Estoy en mi casa y puedo bajar por cereal cada vez que quiera -digo levantando una eja y cruzándome de brazos.

-Pero eso no te da derecho de escuchar conversaciones ajenas -dice acercándose a mi.

-¿Qué quería que hiciera, Que me tapara los oídos?

-Eres tan tonta.

-Tú tan estúpido -escupo yéndome a la cocina.

Escucho como viene detrás de mi y luego en un pestañear de ojos estoy sobre la meseta y él entre mis piernas, mirándome furioso, sus ojos me miran con rabia. Dirije su vista a mis labios y es inevitable que yo pase la lengua por mis labios. Se acerca y me besa con desespero, intento quitarlo pero es inútil. Ok me rindo, que me siga comiendo la boca. O mejor no, somos primos, bueno no tanto.

-Aléjate de mi por las buenas, Victoria -dice dejándome en el mismo lugar con la lengua ansiosa de recorrer su boca, con el corazón igual que como me lo deja las carreras que él tonto y gordo maestro de Educación física me pone a dar en el campo de fútbol -. Hablo en serio -grita desde alguna parte de la casa.

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Ahora se viene lo chido
(Voz de Luisito comunica) 🤣🤣🤣🤭