Capítulo 11

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Victoria Halens

No tuve valor para contestar y decir que era yo quien lo llamaba. Quería ir a su departamento a ver si tal vez necesitaba algo, pero sería tan estúpido. Como también es estúpido que esté enamorada de mi primo. ¿Eso dije?

Mierda.

Mejor voy hasta él y así se que tal está. Por suerte sé exactamente en donde vive.

Tomo un bolso y salgo rumbo a su departamento.

Esto es tan estúpido de mi parte, puedo asegurarlo, pero no puedo dejar de ir, necesito verlo; al menos.

Después de unos largos minutos ya estoy en la puerta, fue incómodo dar tantos detalles para que el recepcionista me dejara subir sin que le avisara a Nicolás.

Toco el timbre y no abren, sigo esperando, quizás está lejos de la puerta o está en el baño.

Luego de unos minutos la puerta se abre y paso sin que me lo pida.

—¿Como llegaste hasta aquí? —pregunta algo nervioso.

—En taxi —contesto obvia.

—No me refería a eso —dice mirando hacia los pasillos. Como si temiera que alguien saliera de ahí.

Entonces una voz femenina se hace presente.

—Cariño, aún te estoy esperando —una chica solo en interiores parece en mi campo de visión.  Es hermosa y lo único que tiene plano es el abdomen. Se acerca a nosotros y me mira de pies a cabeza —¿y ella es? —pregunta levantando las cejas.

—Es mi prima Victoria, vino a buscar algo —dice y yo lo miro sorprendida. Imbécil.

—Si, eso, ya me iba —contesto sintiendo una punzada de dolor. Salgo sin mirar atrás,  con el rabo entre las patas.

Entro al ascensor y llego hasta la
salida y tomo un taxi de regreso. Mis lágrimas no tardan en aparecer. Ni siquiera se porque me duele tanto.

Llego a casa, voy hasta mi habitación para llorar hasta que todo pase.

Nicolás Baker

La veo salir y subir al ascensor, vi dolor en su mirada al igual que tristeza y decepción. Soy un imbécil.

Despido la chica y subo para darme una ducha y salir a buscarla. Debo darle una explicación, aunque siendo sincero, estoy confundido. Se supone que somos primos y no siento nada por ella ni ella por mi. 

El agua caliente recorre mi cuerpo, debí de usar agua fría, para que se me baje la frustración.

Después de un buen baño, busco algo de vestir cómodo y adecuado, ya que luego decir a ver a Victoria me reuniré con mis compañeros de la universidad.  Tomo las llaves del departamento y mi coche y salgo. 

El camino no es tan largo ni tan corto, pero si frustrante, no se como vaya a reaccionar o si tan si quiera desee verme.

Me estaciono fuera de la casa y suspiro antes de meter la llave en el seguro, quizás mis tíos estén aquí.

Entro y hay un silencio, voy a la cocina y no hay nadie, subo y la habitación de los niños está vacía y la de mis tíos.  Si toco la puerta de Victoria no me dejará pasar. Entro sin tocar y no hay nadie, pero hay una ropa sobre la cama, si fuera a salir o quizás ya salió.  La puerta de cuarto de baño se abre y Victoria sale secando su pelo y con una toalla en la cabeza y otra rodeando su cuerpo.

—¿Que... que haces aquí? —pregunta sujetando más su toalla.

—Vine para que hablemos —contesto acercándome a ella —¿Vas a escucharme?

🌟🌟🌟🌟

Ayayayayyyyy

Que desastreeeeeeeee y él que aún falta.

Un desastre en casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora