Mi casa siempre había sido un desastre, teniendo a Joshua y Justin como hermanos.
Pero todo se descontroló cuando mi primo Nicolás se vino a vivir un tiempo a casa, hasta terminar su carrera de medicina.
Todo se volvió un desastre y no cualquier...
Tomo mi bolso que dejé sobre la mesa junto con el celular, antes de ir a la cocina.
—¿A dónde se supone que vas? —pregunta Nicolás a mis espaldas.
—¡Dios! —susurro y me doy la vuelta para encontrarme con su sexy cara, quise decir con su estúpida cara —.Voy a desayunar con mis amigos.
—¿Pediste permiso? —se cruza de brazos.
—A mis padres si —digo y doy media vuelta para irme.
Salgo dando un portazo, me trae estresada. Enserio que no sé que le pasa que cambia de ánimos tan rápido.
Llego al centro comercial y voy hasta el restaurante italiano. Mi cuerpo pide Pizza rápido.
—¡Agua fiestas! —dice Madidon y Diego mirándome de mala manera.
—Si, amanecí bien y también estoy feliz de verlos —digo sentándome en la mesa.
—¿Por qué tanta urgencia de reunirnos? —pregunta Lizbeth poniendo los codos sobre la mesa.
—Necesito que averigüen quién en realidad es Nicolás Baker —digo mirando a todos lados, como si de algo peligroso de tratara.
—¿Es tu primo y no sabes quién es? —dice Diego con ironía.
—Esconde algo, además su actitud es muy cambiante y bueno... —hago una pausa y me rasco la cabeza —. Anoche me besó y luego me dijo que me alejara y él es muy estúpido, al rato está bien y al otro rato no
—¿Qué te qué? —pregunta Madison sorprendida.
—Lo que escuchaste —digo rodando los ojos.
Una pizza enorme mitad queso y mitad piña llega a nuestras vistas y nos relamemos los labios.
Esto es el cielo sky (yo me entiendo)
Empezamos a comer olvidando el tema, Lizbeth Sigue tecleando su celular sin inmutarse de la delicia que hay en la mesa.
—Nicolás Baker, 17 años de edad, hijo adoptivo, el más popular de la secundaria, agresivo, boxeador, motociclista. En ocasiones a usado sustancias tóxicas, golpeó a Jean hasta dejarlo casi muerto. Es el más codiciado. Instagram: Nikbak —lee Lizbeth su celular levantando la mirada. Me trago un pedazo de pizza sin masticar, tomo de la sofá para poder articular algo —. Esto lo leí en un periódico escolar de una secundaria en España. Hace 3 años que fue publicado.
—¿Pero es el mismo Nicolás Baker? —pregunto aún sorprendida.
—El mismo —dice dando una risa nerviosa.
—Uyuyuiiii, sí que es el mismo —dice Madison mostrando su celular en donde deja ver una fotos de Instagram de Nicolás. En una foto tiene una cadena en su cuello algo gruesa, y tiene dos pendientes argollas en su oreja. En la otra foto solo tiene un pantalón que parece de pijama y su torso desnudo, está más definido que cómo está ahora.
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—Vaya primo el que te gastas —dice Madison moviendo los ojos.
—Ese no es el tema, por Dios —digo frotando mis sienes —El caso es que mi primo es un vándalo y de seguro mis madres no lo saben.
—Vándalo Playboy —dice Madison restándole importancia.
—La pizza está deliciosa —dice Diego con la boca llena.
Lo ignoramos y seguimos hablando. Tratando de ver que hacemos para enfrentarlo, decirle a mis padres o no se... En serio no se que hacer.
Después de comer fuimos a comprar algunas prendas para así olvidar el estrés y la tensión que teníamos en cuando descubrimos más cosas de Nicolás. Entro a la casa después de tomar una bocanada de aire. Voy al estudio por las voces que escucho.
—Que bueno que llegaste Hija —dice mi padre sonriendo.
—Si —digo mirando a Nicolás quien me mira con una sonrisa burlona —. ¿Para que soy buena? —digo girando mi vista a mi madre.
—Bueno, tu madre y yo debemos regresar a Colombia en unas horas, hasta el lunes en la tarde, tus hermanos seguirán donde la tía Marie, te quedarás en casa con tu primo ya que allá no hay espacio para ti. Esperamos que te comportes, obedezca y no le hagas la vida imposible a Nicolás. Nada de fiestas en la casa, si vas a salir regresas antes de las 9. Solo tus amigos pueden venir a casa. Algo más —hace una pausa y mira a mi madre —.Nicolás sólo se quedará un mes con nosotros, luego se irá a su departamento nuevo que está siendo remodelado.
—Ya era hora —digo rodando los ojos. Mi mamá me regaña y se disculpa con Nicolás quien me guiña un ojo.
Después de escuchar los sermones de mis padres subo a mi habitación y escucho los pasos de Nicolás detrás de mi.
—La vamos a pasar muy bien, prima —susurra pasando a mi lado.
