❝ 𝑇𝒉𝑒 𝑂𝑛𝑒 𝑇𝒉𝑎𝑡 𝐺𝑜𝑡 𝐴𝑤𝑎𝑦 ⟮ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ❳ ❞ [MEMORIAL]

014. Guia para cuidar un huevo

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Los primeros días de crianza han sido difíciles para cada pareja. Primero era cuidar de algo tan frágil como un huevo y la convivencia con alguien a quien apenas conoces. Para Missa resultó curioso ver la manera en la que se habían separado, un hispano y un angloparlante en cada caso.

Había observado y escuchado al resto de habitantes quejarse o batallar con respecto a su crianza, lo que contrastaba de sobre manera con la suya y de Phil, había sido más fácil cuando se enteró por el mayor que Wilbur era su hijo y vaya que lo tuvieron bien escondido.

Philza ofreció su hogar como base de Chayanne, esta estaba en lo más alto del muro en donde nadie podía llegar a molestarlos a menos que de verdad tuvieran ganas de hacerlo. Era el mayor quien iba y venía con provisiones para ellos, mientras Missa apenas y se había separado del huevo.

Había algo que le decía que si se separaba aun que sea un segundo, algo iba a suceder, eso no le permitía hacerlo. Seguro así se sentía el team cuando lo dejaban solo en la casa. Solo y vulnerable.

"¿Una guía?" Philza pregunto cuando encontró a Missa extendido sobre el piso y escribiendo en varias hojas.

"Si, quiero dárselas a nuestros amigos para ayudarles con sus huevos" continuó escribiendo, para el mayor había sido una gran alegría haber sido emparejado con él, Missa era un sol y transmite tanto. Además que era divertido pasar tiempo con él escuchándolo tocar o charlar durante horas, sin duda, era alguien muy especial y entendía el recelo de parte de los hispanos y Bad por protegerlo

"Déjame ayudarte" Missa le miró y le dirigió una sonrisa cuando Phil tomó asiento a su lado.

Guía para cuidar de un huevo.

Por: Missa y Philza

1.Hazle un hogar.

"Missa, suéltalo un segundo" El hombre cuervo repitió por décima vez, no era fácil lograr que el azabache se separará tan siquiera unos segundos de Chayanne.

"No, no quiero que le pase nada" Respondió Missa aferrándose un poco más al huevo, temía que al soltarlo cualquier inconveniente resultará en romper el cascarón y no estaban seguros de cuál era la consecuencia si eso sucedía.

Philza suspiro, necesitaba la ayuda del azabache y si este se negaba a moverse iba a ser tarea imposible. Pensó por unos minutos buscando a su alrededor alguna distracción o respuesta, cosa que obtuvo una vez su mirada se detuvo en la cabaña donde vivía.

Missa mantuvo los ojos cerrados meciéndose con Chayanne hasta que sintió el contacto en su hombro, los abrió para encontrarse a Philza mirándolo con cariño y de cuclillas para estar a su altura.