❝ 𝑇𝒉𝑒 𝑂𝑛𝑒 𝑇𝒉𝑎𝑡 𝐺𝑜𝑡 𝐴𝑤𝑎𝑦 ⟮ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ❳ ❞ [MEMORIAL]

019. Guilty

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Maratón 02/??

Missa regresó a la cabaña luego de pedirles a Mariana y Roier que cuidarán un rato de los niños para poder limpiar la casita de Chayanne que necesitaba asearse debido a que los niños eran muy energéticos y desordenaron por completo el pequeño espacio.

Durante la limpieza dejaba fluir los recuerdos, aunque la mayoría de veces sufría y lloraba al hacerlo, también existían los buenos, las bonitas anécdotas, las aventuras junto a su equipo.

Y especialmente ahora destacaba la torpe confesión hacia el híbrido de oso, sonriendo al recordarla tan caótica.

"Tengo que decirte algo"

Spreen alzó la oreja para escucharlo mejor, no dijo nada y le dejó en claro a Missa que tenía su atención. Estaban solos en la nueva, reforzada y gran casa, sus amigos fueron a la mina, alguno siempre se quedaba a cuidar de Missa y hacerle compañía y esta vez le tocó al híbrido, pese a lo que se creería él era el más contento por eso.

"Creo que me gustas" eso si que no era de esperarse, Spreen casi rompe el mango de la sartén en donde estaba cocinando los pescados que recién habían atrapado. Sus ojos violetas brillaban debajo de los lentes oscuros.

"Es joda ¿no?" dejó la sartén cuando sintió la mano caliente.

"No" respondió intentando mantenerse firme, pero Spreen era lo suficiente intimidante para hacerle temblar.

"¿vos gustas de mí?" preguntó de nuevo, como si tratara de entenderlo, de encontrar la trampa.

"yo...eso creo" Spreen se acercó peligrosamente hasta él, estaba acorralado entre el cuerpo del híbrido y la pared "Se que es algo confuso, no porque seas hombre, eso da igual; pero yo-"

"Missa cerra el orto" le pidió sosteniendo sus mejillas con una mano.

"Entiendo si no sientes lo mismo, incluso me iré si lo prefieres" dijo con dificultad, ignorando la orden de Spreen.

"¿No puedes parar de decir pelotudeces?" Le respondió antes de darle un beso, uno lento y torpe pues Missa no tenía nada de experiencia en ello. Se separaron cuando el aire hizo falta.

"¿Esto qué significa?" Spreen miró incrédulo, la paciencia que le tenía era divina.

"Significa que si alguien se atreve a ponerte un dedo encima, lo hago pija" más confusión para Missa, Spreen rodó los ojos "y que es mutuo"

Desde ese momento fueron inseparables, intentaron llevar su relación lo más normal que podían con sus vidas al borde de la muerte, Missa logró mantener sus dos vidas intactas gracias al cuidado y amor del híbrido. Aprendió a defenderse decentemente, se hizo experto combatiendo arañas y buscando minerales.