Capítulo X : Vinculo

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Mirando a su alrededor la chica rubia inclinó la cabeza confundida, puede que sea a que está recién despertando y la habitación en la que estaba no era del todo familiar

De repente, sintiendo una punzada en la cabeza, esta se tocó la mollera de forma rápida y cerró los ojos con fuerza.

— Hmph

Escuchado un extraño sonido venir de un lado suyo, Elías miró hacia abajo en dirección a la cama solo para quedar aún más sorprendido y confuso.

"¡¿Por qué?!"

"¿Por qué estoy durmiendo en la misma cama que ella?

Rápidamente Elías apartó la mirada hacia el lado contrario y sus hombros temblaron ligeramente y lentamente se volvía a girar para ver a su ex durmiendo plácidamente.

— Aunque, parece un sueño— Pellizcando la mejilla, y dándose cuenta que el cliché aquel no lo ayudaría, este suspiró y apoyó sus brazos para levantarse, sin embargo, sintió un fuerte dolor.

— Auch....

Elías se miró el hombro izquierdo y luego el derecho , de diferente nivel, ambos se veían con un color morado-verdoso producto de un moretón

El "chico" se quedó en blanco al haber recordado lo de ayer, y haberse sentido vulnerado y patético solo porque un desconocido lo agarró por detrás...

Elías bajó la cabeza y llevó sus rodillas al pecho y hundió su rostro en ellas.

— ¿Por qué haces tanto escándalo?

Rascándose el ojo y soltando un bostezo, Laia miró aún media dormida a la persona que estaba a su lado.

Con una expresión de cachorro, Elías intentó sonreír al no saber cómo ha terminado en esa situación — Verás...

— Yo te dije que vinieras.

— ¿Eh?

De manera seca, Laia dio la primera respuesta sin necesitar que se indague más del tema.

— Ayer te veías horrible.

— No lo recuerdo.... — Claramente estaba mintiendo, no iba admitir frente a la persona que ama su debilidad, pese a que ya la había visto.

La chica de cabello castaño miró fijamente a su "ex novio " y haciendo una sonrisa de alivio, se volvió a recostar y se volteo para darle la espalda.

— ¡¿Vas a seguir durmiendo?!

— Es sábado.

Elías bajó la cabeza, y suspiro, en definitiva Laia ya no lo veía como una posible pareja, pese a que él sigue mirándola como si fuera el centro de todo, y es lógico, cosa que pasa, el recurre a ella.

— Más bien solo me cuida ... — Dejando caer sus hombros este murmullo y luego vio sus manos.

Las abrió y cerró, en una forma de corroborar que "era él" y que su forma actual era su cuerpo, aquello se había vuelto una rutina en el último tiempo, eventualmente fijó nuevamente su vista en la chica que continuaba durmiendo.

— ¿Te crees mi madre?

Laia sintió cómo la otra persona se levantó de la fama y se encogió de hombros al escuchar lo último que pronunció.

Esta tomó las sábanas y temblando ligeramente cubrió su rostro.

Si ella era sincera consigo misma, no estaba segura de que significaba Elias/Lia ahora en su vida.

Tratando de llegar a una respuesta, en un breve periodo de tiempo, volvió a caer dormida por el cansancio.

❓️❗️❌️❓️❗️❌️❓️❗️❌️

— Ten. — Dejando una taza de café junto a un plato de huevo con tostadas.

Laia se sorprendió por la elaboración del platillo, pero lo más llamativo era la persona que los hizo.

Vistiendo un delantal de cocina además de que el usual cabello desordenado estaba atado en una coleta de cabello, no perfecta, pero bastante decente.

— Tome uno de tus delantales y un moño.... Aunque no se si me quedo bien.... Bueno, creo que con esto ayudará a estar a mano.

— Mmm .... — Laia se quedó viendo fijamente a la chica rubia, mientras una sensación de escalofrío recorría su cuerpo.

— ¿Qué pasa? —

—...No he dicho nada...

Comiendo una rebanada de pan, la universitaria castaña solo bajaba la cabeza y mirada de reojo a la persona que se sentó frente a ella a desayunar.

— Si no pudieras escuchar ¿Qué pensarías?

Con la mirada fija, Laia se quedó quieta un segundo y luego volvió a morder el pan lentamente — ¿Qué clase de pregunta es esa?

Pese a que respondió de manera irónica, al notar como Lia se quedó mirando de manera seria y después suspiró.

— O si te volvieras hombre ¿Cuál prefieres?

— ¿Por qué?

— ¿Cuál?

El silencio se hizo presente de manera abismal.

Laia miró hacia un lado y luego miró la taza de café mientras la movía con movimientos desde su muñeca — Nin...

— Escoge.

Lía hizo una mueca y se mordió el labio al notar como Laia comenzaba a ponerse nerviosa, ella sabía que una pregunta era extraña.

— No voy a responder, porque no es algo que se deba responder.

Lía se levantó y colocó sus manos sobre la mesa con impotencia, sin embargo, al ver la expresión de desconcierto de Laia, Elías se sentó y bajó la cabeza apenado.

— Conocí a un chico ...dijo que no podía escuchar nada, sonaba horrible, pensé "Ah, lo mío no es tan malo"

Laia suspiró, podría entender esa ira interna que tenía Elías, sin embargo, ya como lo estaba afectando era problemático.

Mirando hacia un lado, y encogiéndose de hombros, la universitaria hizo una mueca y se tocó la parte central del pecho.

"¿Yo habré influido?"

"Yo dije algo esa noche .... "

Laia se mordió el labio al pensar en ello, no es como si le diera la respuesta, y tampoco ayudaría a Elías en esta situación, más allá de quebrantar lo que le queda.

— No creo que una sea mejor o peor ...ambas interrumpen las vidas....

— ¿Acaso es tipo "Dios le da sus mejores batallas a sus mejores guerreros?

— ¿Habrá sido Dios?

Nuevamente el silencio se hizo presente, ambas se quedaron viendo desconcertadas y luego suspiraron, a ese punto de la historia ya sería hasta factible que Dios aburrido se pusiera a "jugar"

— Aparte de ese chico ¿había más cierto? — Laia volvió a hablar con una intención más animada.

— Si, habían distinto tipo...

Lía sonrió al pasar una nueva idea por su mente — ¿Si acepto esto, Dios me dejara tranquilo?

Estaba claro, Elías se aferraba a cualquier cosa que le devolviera su vida. 

Lía tiene un secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora