Capítulo XI: Confesión/ Confusión

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— ¿Otra vez tarde?

Joan levantó la cabeza de golpe para ver a la pequeña chica rubia sonreírle y sentarse a su lado.

— Gracias por ayudarme.

Joan asintió y volvió a intentar tomar nota de lo que escuchaba el profesor — Deberías prestar más atención cuando sales.

Riéndose un poco de manera falsa y nerviosa, Lia miró hacia al frente y acercó las rodillas hacia su pecho — Pero, tienes razón.

— ¿Quieres algo?

Suspirando por la manera tan ruda de hablar de su amigo, está movió la boca, sin embargo no salía ninguna palabra, se mordió el labio y cerró los ojos.

Joan era así, es confiable, pero acercarse es difícil.

— Elías.

Joan soltó el lápiz que usaba para anotar lo que lograba escuchar del profesor en el aula y centró toda su atención en la pequeña chica.

— ¿Qué pasa con él? ¿Lo conoces?

Dando un sobresalto por aquella sobrerreacción de su amigo, ella asintió, se notaba de manera extraña como su mejor amigo estaba alterado por él.

No era menos, además que hace días que dejó de responder los mensajes, en su defensa estaba pensando muchas cosas y deprimido para fingir que "Elías" estaba bien.

Tomando aire para calmarse al recordar sobre aquellas "cosas"

Joan suspiro y se relajó y volvió a tomar el lápiz — ¿Laia te habló de él?

— Algo así... eran novios ...

— ¿Eran?

Lía se encogió de hombros al notar como había usado la palabra incorrecta, y como Joan claramente está a la defensiva se iba a fijar en cada detalle

— "Son" me equivoque ...

Joan no reaccionó, y trató de volverse a concentrar en clases, sin embargo, consecutivamente miraba de reojo a Lia que se veía como hacía distinto tipos de expresiones y rápidamente se arrepentía.

— ¿Eres cercana a Laia?

— Supongo que sí ...

Comenzando a guardar sus cosas, Joan se acercó un poco al rostro de la chica rubia, y se quedó mirándola fijamente con seriedad.

— ¿Ha hablado de su novio?

Lía tragó saliva, ante el nerviosismo y miró hacia los lados, era claro a lo que iba a llegar Joan, finalmente esta dejó caer sus hombros resignada.

— ¿Por qué no me preguntas directamente que sé de Elías?

Confundido por esa pregunta, Joan en verdad sabía que Lía nunca había visto a su mejor amigo.

— Porque no lo conoces.

Aquella frase, acompañada con un silencio incómodo.

" Si que haces difícil esto ... " — Fue lo único que pudo pensar Lia mientras bajaba la cabeza y se revolvía el cabello para liberar estrés y volvía a centrarse en la situación.

— Terminamos.

En ese momento nadie dijo nada, Joan simplemente se levantó y acomodó su ropa

— Podrías ir a un psicólogo, tienes problemas graves.

Encogiéndose de hombros y con una expresión de molestia, Lia también se levantó

— Odio que puedas decir eso con una expresión de seriedad, en el fondo te estás riendo.

Ya habiendo dado la espalda a la chica rubia, y con tono de decepción comentó — Puede ser pero ...

De manera repentina se detuvo y dio media vuelta para mostrar un rostro antipático, Joan camino hacia Lía y colocó su mano bajo su mentón y lo levantó levemente para obligarla a verlo a los ojos.

— No te burles de los problemas de los demás.

Erizándole la piel por esa "advertencia" estaba claro que en el fondo se refería a la "angustia"

— Tu enserió eres un idiota, te lo dije que soy Elías — Sacando la mano de Joan y dando unos pasos hacia atrás, Lia también había cambiado de actitud.

— Estás pidiendo que crea algo imposible.

— ¡Lo sé!

— Además, eres una enana.

— ¿Qué voy a saber yo?! ¡Desperté así!

— Estás loca.

El universitario miró a su alrededor, como algunas personas de la universidad se habían quedado viendo o comenzaban a disimular que solo pasaban por allí, finalmente Joan decidió que era tiempo de ignorar a esa persona, a partir de ahora.

— ¡Espera Joan!

El universitario pelinegro se dio la vuelta para encontrar a otra persona, que tampoco le había ayudado en saber de su amigo, como para que a este punto se venga a estar en derecho de hacer algo.

El la conocía de hace tiempo, pero no eran particularmente cercanos, sólo los unía una persona en particular

— ¿Qué haces acá?

Laia guardó silencio, ella se debió haber desligado hace mucho de la situación, pero era inevitable tras haber visto cómo esos "amigos" se habían comenzado a gritar en un pasillo.

— Terminé con él...hace tres semanas....

Joan se quedó en silencio, mientras Laia bajaba la cabeza — Al día siguiente...pasó sobre lo de Lía... Elías....

— ¿Y tú le crees?

Con el tono de voz alto, perdiendo completamente su temple calmado, Joan solo quería salir de allí.

— Mírala... dentro de todo tú lo pensaste, si se le parece.

Joan miró a Lia como si estuviera viendo a un animalito de circo y se quedó callada.

— Y es igual de despistada.

Recordando lo que sucedió en la calle, y como se ha intentado expresar desde que la conoció, comenzaba a tomar algo de forma lo imposible.

— Ni siquiera te lo pudo explicar bien, ¿no?

Laia en verdad estaba dando un fundamento algo genérico, pero servía para ir aliviando el ambiente.

— Pero ¿esta niña? — preguntó Joan mientras señalaba a la persona que estaba en medio de los dos.

— Espera, ¡no soy una niña!

— Si, esta niña — Confirmó Laia, poniendo su mano sobre la cabeza de Lía

— ¡Que no lo soy!

— ¡Que no lo soy!

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Lía tiene un secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora