YooRi y JungKook crecen juntos creyendo que son hermanos, JungKook siempre ha sido diferente en la familia creando algunos inconvenientes, con el tiempo decide investigar un poco más descubriendo su verdadero origen.
YooRi no lo dejará solo y esto g...
JungKook veía la fogata frente a él teniendo sus brazos sobre sus rodillas al estar sentado en un pequeño tronco, veía las llamas brindando calor en la noche. Su rostro serio dejaba ver que estaba perdido en sus pensamientos, ¿Si tenía una maldición después de todo?, ¿Realmente la única manera de activar su magia era dejando que la persona que amaría se sacrificara?, ¿Quitarle los poderes a esa persona para tenerlos?, respiró profundo sin saber que pensar.
YooRi se sentó a su lado ofreciéndole algo de pan que tenía en su bolsa cruzada. El chico parpadeó varias veces aceptándolo.
—Le envié una carta a mamá.
—¿Le contaste sobre la gitana? —la miró. Las sombras que creaba el fuego en su rostro la hacía ver misteriosa. Copos de nieve habían comenzado a caer depositándose en la cabeza de ambos.
—Sí y sobre lo que dijo—YooRi lo miró encontrando sus ojos llenos de duda—¿Crees que sea cierto todo lo que dijo?
—Hay demasiadas cosas en mi cabeza ahora mismo—susurró regresando la vista al fuego—Hay muchas cosas que dijo que...intento no tomarlo personal, pero... ¿Y si lo es? —chasqueó la lengua un tanto frustrado—No me tranquiliza saber que la persona que ame tendrá que renunciar a su magia por mí.
—¿Tú...? —no supo cómo preguntar—Ella dijo que estaba despertando un sentimiento en ti, ¿Estás enamorado de alguien?
Ni siquiera JungKook podía responder eso.
—No lo sé—mintió. En parte porque no sabía que tan real era lo que sentía. Ambos guardaron silencio dedicándose a ver la fogata, YooRi miró su perfil ser bañado por las sombras de la fogata, unos delgados mechones oscuros de su cabello caían sobre sus cejas fruncidas, ella también había quedado pensativa con las palabras de la gitana y hasta que su madre no respondiera no estaría tranquila.
La chica recostó su cabeza del hombro de él, JungKook apoyó su cabeza sobre la de ella. El pelinegro le ofreció su mano colocándola con la palma hacia arriba y YooRi la tomó entrelazando sus dedos con los suyos apretándola. JungKook acarició el dorso de su mano permaneciendo así por unos minutos.
—Encontraremos respuestas, te lo prometo—susurró.
JungKook sonrió un poco mirándola. YooRi posó sus ojos en él y cuando el chico depositó un beso en su frente una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, el sentimiento entre ambos estaba creciendo, tal como dijo la gitana.
▪︎▪︎▪︎
YooRi despertó en medio de la noche por instinto, le pareció escuchar que alguien se acercaba, la fogata afuera seguía encendida. Antes de poder reaccionar siquiera o alertar a JungKook, una mano jaló de su tobillo arrastrándola al exterior, aquellos hombres de la otra vez estaban allí, pero no eran sólo tres, esta vez había como diez.
JungKook también fue arrastrado despertándolo en el acto, ambos forcejearon con sus captores sin tener éxito, YooRi fue inmovilizada al atar sus manos y fue callada con un pañuelo en su boca, dos de los hombres la obligó a arrodillarse, mientras que JungKook en cambio golpeó a uno de ellos terminando por ser vencido ante un fuerte golpe en su espalda que lo hizo caer al suelo. Con respiración agitada fue obligado a estar de rodillas mientras tomaban sus brazos, el chico de hace días sonrió disfrutando la escena.
—Vaya, vaya, los hermanos Moon vuelven a aparecer—los miró. YooRi quería asesinarlo, al estar inmovilizada se le dificultaba usar su magia—No esperaba que entre ambos hubiera una chispa de amor—bromeó con el tema. Había estado escuchando desde hace horas—Esperé que estuvieran profundamente dormidos para confirmar mis dudas sobre algo.
Desvainó una espada muy filosa y peligrosa. YooRi abrió sus ojos como platos cuando el líder caminó hacia JungKook, se removió inquieta teniendo la sospecha de lo que haría. JungKook no pudo ver al tipo cuando se colocó detrás suyo, su corazón latía rápidamente.
—Déjala ir—ordenó.
—Igual de autoritario que SonWoo—se burló—Dicen que los brujos tienen la capacidad de sanar más rápido que un humano, quiero comprobarlo por mi cuenta.
La adrenalina corría por el cuerpo de ambos chicos. YooRi dejó salir un grito ahogado por el pañuelo en su boca cuando la espada atravesó el abdomen de JungKook ocasionando que en segundos la sangre lo hiciera toser apareciendo por su boca. YooRi forcejeó luchando por soltarse de esos hombres que la sujetaban, la ira junto a la impotencia le hicieron contener las lágrimas. JungKook sintió la espada salir de su cuerpo, soltaron sus brazos y cayó al suelo pintando la nieve de rojo, estaba sangrando demasiado.
—Así que es cierto, no eres un brujo—el chico estaba asombrado con su descubrimiento—No eres un Moon—observó a YooRi—Y tú no eres su hermana, ¿No es así?
La chica observaba con terror como JungKook estaba inmóvil en el suelo respirando con dificultad. Los ojos de ambos se encontraron unos segundos, un miedo mayor se apoderó de ella al verlo luchar por mantenerse consciente.
—Bueno, eso nos da una ventaja para disfrutar con tu falsa hermana—sonrió maliciosamente acercándose a YooRi.
—No creo que quieras hacer eso, JaeYoon—una voz familiar para todos interrumpió. YooRi sintió un enorme alivio cuando de las sombras apareció su padre quitando la capucha de su cabeza, no estaba solo, su madre venía también—Cuando viniste a verme no pensé que caerías tan bajo, bueno, si lo creí, esto es de tu nivel así que no me sorprende.
—Suelta a mi hija—ordenó JiHwa.
De inmediato los dos hombres la soltaron. Las ataduras fueron liberadas y YooRi no dudó en correr hacia JungKook, seguía perdiendo demasiada sangre. Sus labios se tornaban pálidos.
—Moon SonWoo—JaeYoon estaba nervioso. Todo en él lo demostraba. JiHwa fue hacia sus hijos preocupada por la imagen del chico con una herida en el abdomen y la pérdida de sangre, que JungKook no fuera biológicamente suyo no significaba que no le importaba—¿Es un truco de magia también?
SonWoo chasqueó sus dedos y el resto de cazadores cayeron al suelo sin vida alguna. JaeYoon aterrado miró alrededor, estaba solo. Algo presionó su cuello complicándole el respirar, la espada suya se alzó frente a él apuntándole, todo era controlado por el señor Moon a través de su magia.
—Esto si es un truco de magia—fue lo que dijo segundos antes de que la espada le cortara la garganta asesinándolo en el acto.
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