YooRi y JungKook crecen juntos creyendo que son hermanos, JungKook siempre ha sido diferente en la familia creando algunos inconvenientes, con el tiempo decide investigar un poco más descubriendo su verdadero origen.
YooRi no lo dejará solo y esto g...
YooRi tocó con insistencia la puerta de la casa, no tenía mucho tiempo, sólo quería volver antes de que JungKook no lo soportara más. Aunque él había dicho que no lo hiciera sabía que no podía dejarlo así, si TaeBin no estaba para despedirse la pobre se arrepentiría toda su vida, YooRi todavía no podía aceptar que aquel chico estaba en sus últimas horas.
—¿Acaso no hay nadie? —murmuró acercándose a una de las ventanas intentando mirar adentro—¡TaeBin! —llamó golpeando suavemente el cristal—¿Señora Kim?, ¿Hay alguien en casa?
La puerta se abrió dejando ver a Camille, YooRi ya había considerado usar su magia, de prisa se acercó a la mujer, aunque ésta le prohibió el paso hacia adentro.
—¿Dónde está TaeBin?
—Durmiendo.
—Necesito que venga conmigo, necesita despertarla.
—No.
—¿Qué? —negó con la cabeza—Ahjumma, esta es una situación importante y su hija debe estar allí...
—Tu hermano y tú han lastimado mucho a mi hija. Sólo han causado problemas, no quiero que TaeBin esté con alguien que pone en peligro su vida.
—¿Qué está diciendo?, JungKook está sacrificándose por su hija también, tiene que venir conmigo.
—¿Mamá? —TaeBin justo apareció. Hace minutos que se había levantado sintiéndose mucho mejor de alguna manera, Camille la detuvo revisándola.
—TaeBin, ¿Te sientes mejor?, ¿Tienes fiebre?
Pero eso no era importante para la chica en ese momento.
—¿YooRi?, ¿Qué haces...?
—Tienes que venir conmigo ahora.
—No, ella no irá—insistió la mujer.
—Mamá, ¿Qué pasa? —a TaeBin le parecía extraña su reacción.
—JungKook está muriendo—YooRi fue directa. El rostro de la muchacha dejó ver preocupación y miedo—Ambas pudimos curarnos debido a él, no le queda mucho tiempo, tienes que venir, te lo explicaré en el camino.
TaeBin dio un paso dispuesta a ir, su madre la detuvo jalando de su brazo y tomándola con fuerza.
—¿Se te olvida que has estado en situaciones peligrosas por su culpa?, ¿Sabes que eres lo único que tengo?
—Mamá—TaeBin sabía que su madre no era la villana, sólo estaba preocupada de que volviera a pasar algo. La entendía y la comprendía, pero también debía entenderla a ella—Sé lo que estoy haciendo, volveré pronto—miró a YooRi—Llévame.
▪︎▪︎▪︎
La temperatura en el cuerpo de JungKook había bajado muchísimo más haciéndole tener escalofríos, ChungHa acomodó las mantas sobre el pobre chico quien cada vez se le complicaba mantenerse consciente. La mujer acarició su mano intentando brindarle calor.
—Moon JungKook—éste entreabrió sus ojos. Ya no tenía fuerzas para moverse.
—Nana—murmuró.
—¿Por qué arriesgarse a tanto? —lo miró sin comprender—Entiendo que ambas chicas te importen, pero estamos hablando de tu vida, cielo. ¿No importa?, ¿No te importa?
JungKook sonrió débilmente.
—Ellas tienen una familia que se preocupa por...
—¡Tú también tienes una familia!, todos estamos preocupados por ti—sus ojos contuvieron las lágrimas—Esto es injusto, cuando llegaste a esta familia me dije a mí misma que debía protegerte como he hecho con las demás—apretó su mano—No quiero que te vayas, quizás estoy siendo egoísta diciendo esto, pero quiero que te quedes, tienes mucha vida por delante, no me importa si tienes magia o no, mereces vivir.
—Siempre fuiste una figura materna para mí—intentó apretar su mano y no pudo—Lo siento mucho, nana.
Unos toques a la puerta interrumpieron el momento. YooRi abrió ésta dejando ver a TaeBin, la impresión de ver a JungKook en ese estado fue grande. El chico la miró también encontrando con su rostro preocupado, ChungHa y YooRi los dejaron solos para poder hablar.
Intentó incorporarse para no mostrarse tan débil, TaeBin se apresuró en llegar a él deteniéndolo, volvió a recostarlo sintiendo su baja temperatura, sus labios estaban tornándose pálidos. La joven de cabello negro tomó su mano, estaba helado, como si tocara un hielo.
—Me alegra que YooRi y tú...estén bien.
—Pero ahora tú no estás bien—indicó—¿Enserio vas a irte?
—La maldición siempre fue mía, no de ustedes.
—Conseguiremos una cura.
—No la hay, esta noche es...luna llena—TaeBin tragó con dificultad. JungKook notó su semblante cambiar—No llores.
—Si el señor Moon no hubiera usado la magia negra en mí... ¿Nada de esto hubiera pasado?
—No fue tu culpa, TaeBin.
—Lo fue. Todo fue tan rápido y fugaz que apenas puedo aceptar lo que ocurre—besó su mano—No te vayas, por favor.
Y aunque JungKook quisiera decirle que lo intentaría, no podía hacerlo. Porque ya no tenía fuerza siquiera para intentarlo.
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