King Of My Heart • JJK (COMPLETA)

31. Un precio a pagar

Capítulo 31
Un precio a pagar

Decir que JungKook estaba contento era poco, había regresado al castillo con una tonta sonrisa risueña en los labios, sonrisa que disminuyó apenas entró y ChungHa se acercó a él con preocupación. Tomó su brazo llevándolo a la sala preguntando:

—La gitana con la que se encontraron hace meses envió una carta.

—¿Qué?, ¿Por qué?

—YooRi está enferma, JiHwa fue a buscarla con dos hombres del personal, ahora mismo está en su habitación ardiendo en fiebre y apenas se mantiene consciente.

El rostro de JungKook cambió olvidando la alegría de hace segundos.

—¿Qué tiene?

—Dijo que no podía respirar bien, que su corazón dolía.

Eso le pareció tan familiar.

—¿Puedo verla, nana?

—Claro. Ve, ha estado preguntando por ti.

El chico no dudó en subir las escaleras de dos en dos. Se movió por el pasillo hasta llegar a la puerta que daba al cuarto de YooRi, giró el pomo entrando a ella, allí en la cama se encontraba la joven de rulos con sus ojos cerrados. Mientras se acercaba pudo escuchar su respiración forzada, YooRi tenía la frente sudorosa y los labios pálidos, con algo de esfuerzo entreabrió los párpados, JungKook le sonrió tomando asiento a su lado a la vez que tomaba su mano.

—Lle...gaste.

—No hables si no te sientes bien—acarició el dorso de su mano. Estaban muy calientes.

—La ancia...na me en...contró—su pecho sonaba al respirar. JungKook tocó su frente sintiendo como ardía, nunca había visto a YooRi en ese estado.

—No hables—pidió.

—Ella dijo que...tú terminarías...sacrificándote por...nosotras—hizo una mueca de dolor—No hagas...nada de eso.

—Intenta descansar, YooRi, no te preocupes por eso ahora...

—No—comenzó a molestarle que no le colocara atención. Miró al chico apretando su mano—No te sacrifiques por mí, TaeBin y tú...se ven bien juntos y deben estarlo.

—Me sacrificaría por ti sin pensarlo—susurró mirándola tan fijo como ella a él—Ambas son importantes para mí. Intenta dormir un poco, hablaré con JiHwa, de seguro está trabajando en alguna poción.

—Lo siento.

—¿Por qué?

—Por causarte confusiones e inseguridades...

—No.

—Sí, lo hice, no debí besarte...

—YooRi, no hables—reprochó de manera dulce. Se inclinó hacia ella mirándola—Eres la primera mujer en apoyarme en todo y estar conmigo con maldición o sin maldición, no te culpo de nada, soy yo quien debe disculparse, siento que he sido muy cruel contigo.

YooRi contuvo las tontas lágrimas, estaba sensible con ese malestar.

—No quiero perderte.

—No lo harás—besó su mano.

—Promételo.

—Te lo prometo.

▪︎▪︎▪︎

—Llegaste—Camille terminaba de preparar algo de comer—Pensé que estarías aquí.

—Hice algo antes—se sonrojó—¿Fuiste al pueblo?