YooRi y JungKook crecen juntos creyendo que son hermanos, JungKook siempre ha sido diferente en la familia creando algunos inconvenientes, con el tiempo decide investigar un poco más descubriendo su verdadero origen.
YooRi no lo dejará solo y esto g...
Canción del capítulo: Birdy ft. Rhodes - Let It All Go.
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Epílogo
Dormir era lo que más solían hacer ambas chicas. Intentar vivir sin JungKook no era sencillo para nadie, todo parecía estar más opaco, más callado, más...deprimente. YooRi estaba en la oscuridad de su habitación, se encontraba acostada en la cama mirando la poca luz que permitía ver la ventana, sus ojos fueron cerrándose, su mente fue a un lugar muy hermoso lleno de flores, era un claro. El sol brillaba en el cielo azul, todo estaba muy alegre, podía escuchar el canto de algunos pájaros en los árboles, tenía aquel camisón largo cayendo hasta sus tobillos, sus pies descalzos tocaban la hierba verde.
Distinguió a lo lejos una persona dejarse ver por la luz del sol. Tenía sus manos detrás de su espalda vistiendo con pantalones oscuros, camisa blanca de tela delgada, zapatos oscuros y una dulce sonrisa que jamás olvidaría.
La felicidad llegó a ella en segundos.
—¡Oppa! —fue corriendo a él notando como su sonrisa se volvía más grande. JungKook la recibió con los brazos abiertos y ella saltó a ellos. Dio vueltas a la chica apretándola con fuerza. YooRi por su parte se aferró fuertemente a él, algunas lágrimas intentaron salir, pero ella las retuvo en sus ojos—Oppa—se sentía tan real que dolía.
Dolía de todas las maneras.
JungKook le permitió colocar sus pies en el suelo, la alejó un poco para mirarla, el chico ya no tenía un rostro cansado, se veía más que bien y eso dolió. A la mente de YooRi vino la imagen del chico poco antes de ser cremado. Comenzó a sollozar sin contenerse y JungKook la abrazó rodeándola con sus brazos.
—¿Desde cuándo Moon YooRi llora? —la pobre no pudo responder. Se aferró a su camisa deseando que fuera real, aunque ya sabía que sólo estaba soñando, miró aquel rostro deseando esta vez que las cosas hubieran sido diferentes—No llores—limpió sus mejillas depositando un beso a su frente.
—Te extraño—confesó con voz temblorosa, tomó las manos del chico sintiéndolas cálidas, cualquier gesto dolía en el corazón—Lamento haberte metido en esto, lamento no haberte comprendido más y...lamento no haber sido la familia que querías.
—Fuiste más de lo que hubiera imaginado—acarició sus manos entrelazándolas—Fuiste mi hermana, fuiste mi amiga, fuiste especial para mí, fuiste mi protectora, fuiste mi salvación y también mi inquietud, fuiste muchas cosas para mí, YooRi—miró sus ojos—Y debo agradecerte por siempre estar allí para mí incluso en los malos momentos.
—Te amo—soltó sin más—Te amaré y te seguiré amando para siempre.
—Te amo—besó su mejilla—Te amaré—besó su otra mejilla—Y te seguiré amando para siempre—depositó un último beso en su frente.
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TaeBin se encontraba en un claro, todo estaba muy soleado, el canto de los pájaros calmaba un poco su mente. Sabía que estaba soñando, porque desde que JungKook se fue todo se había vuelto opaco para ella. La joven tomó una de las flores blancas las cuales eran pequeñas, acarició sus pétalos tomando asiento en la hierba, fue cuestión de segundos para que esa otra persona también se sentara a su lado.
—Es bonita como tú—susurró en su oído.
—No creo ser tan bonita.
—Cierto, eres hermosa, mi dama de rojo.
Aquel apodo venía de la noche en el pueblo Luton donde TaeBin lucía un vestido rojo que resaltaba en ella. TaeBin sonrió tristemente, tragó con dificultad sin poder controlar las lágrimas comenzando a sollozar, JungKook rodeó sus hombros con su brazo dejándola llorar en su pecho.
—No quiero despertar de este sueño—la escuchó decir. JungKook tomó aquella flor colocándola en su oreja depositando un beso a sus labios. Un beso que se alargó mezclándose con lágrimas de ella volviéndolo agridulce, TaeBin rodeó su cuello con sus brazos abrazándolo de nuevo—Te fuiste muy rápido.
—Lo siento—se disculpó acariciando su espalda—Sé que debí quedarme para experimentar muchas cosas contigo, sé que apenas comenzábamos algo...
—Debí sacrificarme por ti.
—No, claro que no, tu madre sufriría si eso hubiera pasado.
—YooRi está sufriendo, yo estoy sufriendo, tu familia sufre...
—No es por ti. Es por la decisión que tomé.
—Te extraño—recostó su cabeza de su hombro aferrando sus manos a su camisa—Te amo, Moon JungKook y duele saber que esto es sólo un sueño.
JungKook sonrió un poco.
—Te amo, Kim TaeBin—susurró en su oído—Te amaré y te seguiré amando siempre.
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¡Otra versión terminada! Esta historia termina aquí, tristemente. No tiene continuación ya que las versiones que estoy haciendo no tienen continuación.
