YooRi y JungKook crecen juntos creyendo que son hermanos, JungKook siempre ha sido diferente en la familia creando algunos inconvenientes, con el tiempo decide investigar un poco más descubriendo su verdadero origen.
YooRi no lo dejará solo y esto g...
Canción del capítulo: Sasha Sloan - Dancing With Your Ghost.
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Capítulo 36 Tres corazones
Capítulo final
YooRi y TaeBin querían quedarse al lado del chico hasta el último momento. Una a ambos lados de la cama sin soltar sus manos heladas, ni siquiera la magia de YooRi para controlar su temperatura estaba ayudando, la noche fue cayendo luego de un largo día en el que sólo querían mantenerse con él. El silencio en la habitación no era incómodo, nadie tenía ganas de hablar, la compañía lo decía todo.
Exactamente cuando la luna llena pudo verse en el cielo oscuro su poca resistencia fue desmoronándose, JungKook miró a ambas chicas haberse quedado dormidas sin soltar sus manos, sonrió débilmente sabiendo que su sacrificio valía la pena si podía mantenerlas a salvo. TaeBin tenía su cabeza recostada de su costado con sus ojos cerrados mientras respiraba tranquilamente, al igual que YooRi tenía rastros de haber llorado, YooRi en cambio, apoyaba su cabeza de la cama manteniendo tomada la mano del chico. Intentó apretarla con suavidad sin tener éxito.
Ya no podía más.
Sus ojos fueron cerrándose poco a poco hasta dejarlo en la oscuridad, unos segundos después su corazón se detuvo colocando fin a su vida.
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YooRi despertó sintiendo escalofríos, parpadeó varias veces restregando sus ojos sin recordar en qué momento se había quedado dormida. La mano que sostenía se había vuelto más pálida de lo normal, como una hoja blanca, miró a JungKook quien estaba muy quieto en la cama con sus ojos cerrados. Como si estuviera durmiendo.
—¿JungKook? —susurró. Éste no respondió ni hizo el intento de abrir sus ojos, YooRi tragó con dificultad sintiendo su corazón ser oprimido—¿Oppa? —llamó cariñosamente como muchas veces le había dicho. Se levantó colocando sus manos en sus mejillas sintiendo sus lágrimas aparecer—Oppa, despierta, ¿Sí? —aunque sabía que no lo haría, quería insistir.
TaeBin fue despertando al escucharla encontrando aquella escena triste y desgarradora.
—¿Ya no...está? —su voz flaqueó dando paso al llanto. YooRi no fue capaz de consolarla porque estaba sintiendo el mismo dolor que ella.
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Cuando un brujo o bruja moría era común quemar su cuerpo, el fuego dejaría las cenizas y éstas serían esparcidas en el bosque permitiéndole viajar por éste. Pues parte de su magia venía de la naturaleza, aunque algunos consideraran que era del infierno, en este caso, el cuerpo de JungKook había pasado por ese proceso por más doloroso que fuera para la familia Moon. YooRi ni TaeBin pudieron presenciar ese acto, ya era mucho tener que aceptar que habían perdido al hombre que amaban.
YooRi entró a la habitación de JungKook sintiendo un hoyo en el pecho, en el escritorio había un cuaderno con muchos dibujos, sabía lo mucho que le gustaba dibujar.
—Creo que debería darte tu regalo adelantado.
—¿Tienes un regalo para mí?
El chico se acercó a su escritorio revisando en uno de los cajones, YooRi se acercó mirando su libreta de dibujos, un talento innato en él, una de las hojas estaba desprendida, JungKook se la entregó y ella admiró el dibujo de sí misma, su melena larga caía en rulos por sus hombros mientras su rostro era muy realista, sus labios ligeramente carnosos, sus ojos marrones tan grandes como los suyos, su expresión demostraba seguridad, sus cejas oscuras daban más énfasis en su mirada intimidante, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.
—Es mi regalo favorito—lo miró—Gracias.
—No hay de qué—hizo una reverencia sonriendo divertido.
Caminó al armario que había allí tomando la camisa que usó la noche de su cumpleaños. La noche donde todo inició y donde la química entre ellos pareció florecer.
El señor Moon llamó la atención de todos en el salón llamando a los hermanos menores para el baile, fue evidente para JungKook notar la molestia de YooRi en su seriedad, las manos de ella se sentían tan calientes siendo lo opuesto a las de él, las miradas compartidas en la danza parecían lanzar chispas, YooRi estaba furiosa, lo sabía y sabía que de esa manera ella no lo seguiría, era lo mejor.
Una extraña química surgió entre ellos con ese baile, el resto lo sabía, lo había notado.
Y el señor Moon junto a su esposa también notó aquel lazo que parecía unirlos. En medio de las emociones que se apoderaban de JungKook y YooRi, los jóvenes no pudieron notar el gran espectáculo que estaban dando.
—Oppa—susurró sintiendo su corazón doler. Se recostó en la cama abrazando la camisa dejando salir los sollozos. Se sentía impotente por no haber hecho nada, era una bruja inútil por no haber podido salvarlo.
No merecía siquiera tener magia. Moon YooRi se sentía destrozada por completo.
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—¿TaeBin? —su madre movió su brazo con suavidad—Debes comer algo, cielo—sabía que su hija estaba pasando por un momento muy difícil. Sólo le quedaba estar allí para apoyarla y no dejarla sola.
—No tengo hambre, mamá—murmuró dándole la espalda aún en la cama.
—Lo dejaré aquí—colocó la bandeja en la mesa de noche. Acto seguido besó su frente antes de retirarse de la habitación, unos segundos después se escuchaban los sollozos de la joven mientras se abrazaba a sí misma.
—No quiero que tu corazón duela por mí, no quiero causarte dolor, no lo mereces—JungKook contuvo el aliento—Nada de lo que está pasándote lo mereces, Moon JungKook—y por primera vez decir su nombre no fue tan difícil para ella.
Los ojos del otro recorrían sus rostros enfocándose en detalles tan simples como las cejas, las mejillas, el cabello, la nariz, finalizando en los labios. Eso dio paso a lo siguiente, la distancia se acortó en pocos segundos permitiendo que los labios del otro se tocaran por primera vez.
Todo había sido fugaz, todo había sido repentino y tan rápido que apenas pudo disfrutarlo. Se había enamorado sin tenerlo previsto, había conocido un hombre maravilloso que siempre tuvo su tiempo límite en ese mundo, aunque fuera triste y cruel, era así.
JungKook se había sacrificado para mantenerlas a salvo tanto a ella como a YooRi.
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El próximo es el epílogo.
Quisiera mencionar lo siguiente: Este final no era el que tenía en mente, pero considerando algunos comentarios me decidí por este final.
