YooRi y JungKook crecen juntos creyendo que son hermanos, JungKook siempre ha sido diferente en la familia creando algunos inconvenientes, con el tiempo decide investigar un poco más descubriendo su verdadero origen.
YooRi no lo dejará solo y esto g...
YooRi tenía un vestido negro con mangas sueltas dejando expuestos sus brazos, en sus muñecas los brazaletes plateados que tenía estaban conectados a las mangas del vestido, el escote estaba decorado con algunas cadenas plateadas que iban a juego con el vestuario, en sus brazos tenía otros brazaletes abrazándolos mientras su melena oscura con mechones rojos caía como una cascada en rulos por su espalda tocando su cintura, en su frente colgaba una pequeña medalla plateada adornando esa mirada intensa. Acomodó el cinturón del vestido que rodeaba su pequeña cintura.
Se suponía que ChungHa iría a buscarla con JungKook, estaban tardando más de lo previsto. Decidió salir de su habitación escuchando sus pasos hacer eco en el pasillo por los tacones de sus zapatillas. Se detuvo al distinguir a JungKook caminar mucho más adelante, cuando pensó en seguirlo ChungHa salió de la habitación encontrándose con ella.
—Nana, ¿A dónde va?, estaba esperándolos...
—Necesita estar a solas en este momento.
—Pero la fiesta...
—Iré contigo, ¿Sí?—tomó su brazo caminando con ella. YooRi confusa miró por donde su hermano se había ido, ¿Qué había ocurrido exactamente?
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La fiesta estaba llena de brujas y brujos con sus respectivos hijos, YooRi saludaba por hacerlo, nadie la felicitó por su cumpleaños ya que no era costumbre celebrar esos días. Sus padres no estaban allí extrañándole mucho más, JungKook tampoco estaba allí, ChungHa conversaba con uno de los invitados, YooRi aprovechó para moverse por el castillo preguntando al personal si habían visto a sus padres, terminó dirigiéndose a la oficina de su padre donde escuchó las voces venir de adentro incluyendo la de su hermano.
JungKook estaba de rodillas frente a la pareja con la mirada en sus manos. Luego de lo que había escuchado necesitaba irse más rápido que antes, se sentía sofocado, le costaba respirar y su mente se había nublado.
—¿Estás seguro de la decisión que tomaste?—JiHwa era la esposa de SonWoo, la señora Moon no era expresiva, pero no mentiría que había adoptado a ese muchacho como suyo.
—Mis hermanas tomaron su rumbo, quiero hacer lo mismo—asintió—YooRi quiere venir conmigo.
El señor Moon levantó una de sus cejas ante eso.
—¿Por qué vas a llevártela?
—Ella tomó su decisión.
—Pues no estoy de acuerdo con esa decisión.
La puerta de la oficina se abrió dejando ver una indignada YooRi, ésta miró molesta a su padre, JungKook no pudo mirarla. Él quería que ella se quedara.
—No necesito tu permiso, me iré con JungKook para protegerlo.
—No necesitas proteger a nadie.
—SonWoo—advirtió su mujer—YooRi, te necesitamos aquí.
—JungKook me necesita más, ¿No es así?—su hermano se mantuvo de espaldas a ella. YooRi frunció el ceño por ese trato—Oppa—tocó su hombro al acercarse.
—Tienes que quedarte.
—¿Qué?
—Tienes que quedarte, no quiero que me sigas, no te necesito—aquellas palabras dolieron. Él nunca le había hablado así.
—Oppa.
—Vuelve a la fiesta YooRi—ordenó su padre.
—No—se agachó junto a JungKook. Éste volteó su rostro en otra dirección, estaba tan molesto con todo, no podía colocar a YooRi en peligro al llevársela. No después de lo que ChungHa le había dicho, no iba dejar que los señores Moon supieran de ese descubrimiento, él seguiría la mentira con ellos—Oppa, mírame, ¿Qué sucede?, ¿Ellos te dijeron algo?
JungKook movió su hombro sacudiendo la mano de ella, aquel rechazo le dolió a la joven como ningun otro. Se levantó tragando el nudo en su garganta, salió de la oficina y el pelinegro se detestó por lo que había hecho.
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El joven se unió a la fiesta por simple petición de su madre quien quiso que se quedara al menos hasta el final de ésta antes de irse. Bueno, su falsa madre. Según lo que ChungHa le había dicho aquella pareja nunca fue su verdadera familia, nadie en el castillo lo era, sus verdaderos padres lo habían abandonado por no tener magia en sus venas, la familia Moon sólo lo adoptó como suyo. Quizás debería sentirse agradecido por haberle brindado al menos una familia sustituta, pero...no se sentía así.
Vivir con una mentira de ese tipo le hizo sentir que se habían burlado de él, por eso el señor Moon siempre fue tan estricto con él, por eso no podía ser tan cruel como el hombre, eso no estaba en su sangre y nunca lo estaría. Sus planes de buscar respuesta de repente se vinieron abajo, si ellos lo abandonaron...¿A quién buscaría?, ahora se sentía mucho más perdido que antes.
—¿Estás bien, JungKook?—una mujer tocó su brazo. Ailee, su hermana mayor (su supuesta hermana), lo miraba con cierta preocupación.
—Ah, noona—hizo una pequeña reverencia—Sí, estoy bien—mintió viendo a los invitados que estaban en aquel salón.
—¿Listo para el baile?
—Mmm—asintió aunque en realidad dudaba poder concentrarse en eso. Ailee dudosa lo miró de reojo, algo le pasaba a su hermano menor.
—¿Has visto a YooRi?, la he estado buscando...
—Debe estar por ahí o en el jardín. Si me disculpas...—se alejó queriendo estar solo. Fue él quien salió del castillo deteniéndose en el jardín, el frío era intenso metiéndose en los huesos, al exhalar salía una pequeña nube de vapor de su boca, sus labios se tornaron rosa en segundos por la baja temperatura.
Tenía tanto que asimilar. La familia Moon le había dado un techo cuando claramente pudo delatarlo con los demás o asesinarlo por ser una abominación, un niño sin magia de padres brujos era signo de debilidad, por eso estaba mal visto entre ellos. Inhaló y exhaló mirando al interior, estuvo unos segundos afuera antes de volver, YooRi iba hacia el salón a unos metros de él, sintió algo de dolor al saber que esa joven no era nada suyo. Aquella gran bruja sólo era otra desconocida más que vivía una mentira.
Porque ella no lo sabía, ¿Verdad?
El señor Moon llamó la atención de todos en el salón llamando a los hermanos menores para el baile, fue evidente para JungKook notar la molestia de YooRi en su seriedad, las manos de ella se sentían tan calientes siendo lo opuesto a las de él, las miradas compartidas en la danza parecían lanzar chispas, YooRi estaba furiosa, lo sabía y sabía que de esa manera ella no lo seguiría, era lo mejor.
Una extraña química surgió entre ellos con ese baile, el resto lo sabía, lo había notado.
Y el señor Moon junto a su esposa también notó aquel lazo que parecía unirlos. En medio de las emociones que se apoderaban de JungKook y YooRi, los jóvenes no pudieron notar el gran espectáculo que estaban dando.
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Arriba en multimedia tienen una foto del vestido de YooRi.
