Our struggle♥¹

Capitulo 68

68. Desastre.

PASILLO

Han Jisung

En teoría, el camino debía ser en total silencio. Gracias a Jungsu, esto no fue posible.

—No debí acompañarlos— dijo— Soy un total desastre.

—Todos lo somos— le aseguré.

Sonrió. Changbin soltó un gruñido, quería que nos calláramos.

—Discutí con Felix— dijo Hyunjin.

—¿Por qué se les dio por hablar ahora?— murmuró Changbin por lo bajo.

—¿De nuevo?— le pregunté a Jinnie y asintió.

—Creo que lo nuestro no da para más, lo amo demasiado y se que debo soltarlo.

—Espera a qué salgamos de aquí para eso— intervino Jungsu— Te lo recomiendo.

—¿Tu también planeas dejar a tu novio?— le pregunté.

—Nunca lo haría.

—Silencio— susurró Binnie parando en una esquina— Hay personas en el pasillo contínuo a la enfermería.

—Entonces corramos— dije.

—Vamos de a pares— dijo Changbin— Así no nos pondremos en riesgo los cuatro— tomó mi mano y caminamos de forma lenta hacia la enfermería. Agarré el pestillo y lo giré, mi mano temblaba bajo el tacto— Rápido...

Empujamos juntos la puerta y entramos en la habitación.

♡♥

Hwang Hyunjin

—Es nuestro turno— dijo Jungsu y extendió su mano para que la tomara.

—Quédate detrás de mi— dije aferrándome a él— Si algo me sucede: Corre.

—¿Por qué te dejaría?

—Seungmin me mataría si no te protejo.

Soltó una risa y comenzamos a caminar.

A medida que llegábamos al pasillo de la enfermería, los pasos de Junsgu disminuían, hasta que frenó. Lo observé. Estaba aterrorizado.

—Hyunjin...— murmuró y su vista se dirigó al suelo frente a nosotros.

—¿Qué sucede?— el suelo era normal, por lo menos a mi gusto.

—Hay líneas...

Quise preguntar, pero no lo hice. Cada quien manejaba sus miedos de forma distinta. Me agaché frente a él.

—Sube a mi espalda— dije y ladeó la cabeza— Vamos.

Subió a mi espalda y culminamos el recorrido llegando junto a Jisung y Changbin.

♡♥

HABITACIÓN

Felix Lee

Gunil me suplantó en el trabajo de calmar los nervios de Minho, no aguantaba más. Me senté junto a Gaon para revisar a Jeongin. Levanté su camiseta e inspeccioné la herida, no había ningún indicio de hemorragia o infección.

Me levanté de mi lugar y me desplacé por la diminuta habitación.

Alguien faltaba.

Jooyeon no estaba por ningún lado.

Golpeé la puerta del baño y esta se abrió. Desvié mi vista del espejo antes de ver mi reflejo, en su lugar, la dirigí a una de las esquinas. El chico perdido se encontraba allí sentado en el suelo con su rostro pálido.