51. Tú y yo entre pintura.
PISO 2
Hwang Hyun Jin
—Quédate quieto— dije mientras observaba a Felix, él se retorció incómodo.
—¿Ya puedo moverme?
—No— indiqué mojando la brocha en un tarro con agua para asi tomar un poco de color amarillo. Acerque el pincel al lienzo y continúe pintando a Felix.
—¿Por lo menos está quedando bien?
—¿Estás cuestionando mis habilidades?— pregunté dejando la brocha a un lado mientras me cruzaba de brazos.
—Para nada— dijo abandonando su posición y apoyando las manos en sus rodillas— Tu pintas tan perfecto— mencionó con aquella dulce voz suya, me volvía loco.
—Vuelve a donde estabas, que casi termino— dije, él me sonrió y recuperó la postura que me encontraba pintando.
Comenzó a llover y las gotas empañaron el vidrio.
—Cierra la ventana— me dió aviso señalando la ventana tras de mí. Caminé y la tranqué, me quedé observando por un momento las gotas jugando una carrera invisible, acaricié el vidrio y sonreí.
Volví a mi silla y Felix volvió a sonreír.
Continué haciendo trazos en el material blanco, el pincel se deslizaba a la perfección y la pintura se sentía ligera mientras la utilizaba.
La calma era algo que me caracterizaba al momento de pintar, pero en este momento me encontraba todo menos calmado.
Felix se movía de un lado a otro mientras intentaba pintarlo.
Caminé hacia el baúl donde se sentaba el rubio y lo sostuve por la cadera indicando que se mantuviera quieto. Me sonrió de forma coqueta y bajó su vista recorriendo mi cuerpo.
—Quédate quieto— dije y me incorporé, quedó sentado un poco más abajo de mi y me observaba desde ese ángulo— No me mires así— acaricié lentamente su mejilla dejándola manchada con pintura.
—¿Por qué?— preguntó acercando su mano a mi pantalón.
—Basta— murmuró apretando los dientes y obligando a mi cuerpo a tener autocontrol.
—Está bien— dijo alejando su mano para luego sentarse cómodamente mientras yo volvía a mi asiento, sentía mi miembro palpitar levemente.
Al dar las últimas pinceladas noté que Felix volvía a moverse. Dirigí mi vista hacia uno de los lados del caballete y lo observé quitarse la camiseta.
—Lix...
—Tengo calor, cerraste la ventana y no entra el viento— murmuró con un brillo singular en sus ojos.
Definitivamente tiene una cara de ángel, aunque era lo único angelical que poseía. Simplemente este chico posee una habilidad y picardía para hacerme calentar y subir mis hormonas.
—Eres increíble— murmuré resoplando.
—Y tu te ves muy bien con las manos llenas de pintura— dijo.
—Deja ese tono de voz, por favor.
—¿Por qué?
—Porque sino, no podré contenerme— admití y oí su risa.
Al culminar con la obra, me levanté de mi asiento para acomodar mis cosas. Coloqué mi cabello en una pinza para que no estorbara y arremangue las mangas de mi suéter.
♡♥
PISO 2
Lee Felix
Verlo de esa forma me tenía en las nubes. Tan dedicado a lo que le gustaba y enfocado en ello por completo. Hyunjin se encontraba recogiendo sus cosas simplemente concentrado en aquella tarea, su cabello cayendo por los costados y sus brazos al descubierto hicieron que mi amigo comience a despertar.
Me senté en su escritorio para disimular y comencé a leer los escritos de Hyunjin, tal vez sus bellas palabras puedan distraerme de mi problema.
El chico de cabello largo se inclinó sobre mi espalda. Me estremecí ya que su aliento impactaba contra mi piel y sus besos en mi cuello. Dejé caer mi cabeza hacia atrás para que tenga mejor acceso y sus manos recorrieron mi pecho.
—La confianza te sienta bien— susurro en mi oído.
Hizo girar las ruedas de mi silla para quedar frente a mi, encarcelándome entre sus brazos. Su cabello obstruía sus ojos y acerqué mis manos para acomodarlo.
—Sé bien ese delantal— dije tocando la tela manchada de pintura y comencé a desatarlo para así quitarlo lentamente.
Hyunjin elevó una de sus cejas mientras sentía mis manos adentrarse entre su suéter.
—¿Quieres hacerlo de nuevo— preguntó y deslicé mis manos hasta el dobladillo de su ropa— Espera— Detuvo mis manos tomándome por las muñecas, se incorporó quedado a mucha más altura que yo pues me encontraba sentado y comenzó a desabrochar su pantalón— Arrodíllate.
Esa orden debilitó mis piernas y me dejé caer de rodillas frente a él. Su miembro erecto bajo la ropa interior llamó mi atención.
Sus manos se acercaron a mi cabeza tomándome por la nuca, poco a poco acercándome a él. Lleve mis manos a su boxer y lo baje.
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Our struggle♥¹
Teen FictionUn psiquiátrico con tres pisos dependiendo del nivel de sus problemas. Seis chicos en el primer piso y ocho en el segundo piso. Quizás sus destinos estén ligados a encontrarse luego de la tragedia que devastará con el lugar. Dos parejas de hermanos...