Las niñas buenas no juegan con los machos, se sientan como niñas, usan vestido, no escuchan rock y no ven anime, las niñas buenas son de Dios y se guardan de cometer pecados.Desde que tengo uso de razón vengo escuchando tan a menudo esas cosas que me las creí, las tatué en mi cerebro como la única verdad, porque las niñas buenas hacen caso y yo siempre quise ser una niña buena, una niña a la que Dios quisiera, a la que sus padres también quisieran, quería que se sintieran orgullosos de mí, quería ser el ejemplo de lo bien que me habían criado pero como dicen Pascu y Rodri ‘‘Esta claro que en este cuento va a salir algo mal’’.
Esta historia empieza hace 12 años, cuando a la tierna edad de 8 años mi vida carecía de sentido, no tenia ni ganas ni razones para seguir viviendo y me tomé un blíster de pastillas para el asma, de esas que provocan taquicardia con la intención de darme una sobredosis, yo tenía claro el concepto de la muerte, sabia que cuando alguien moría dejaba de existir, las personas que le querían lloraban y se le hacia un funeral; tenia muy claro que en mi funeral nadie lloraría, escribí una nota suicida despidiéndome y explicando que no era culpa de nadie sino que me sentía tan sola e inútil que ya no tenia sentido seguir viviendo pero por obra de Dios o del diablo dependiendo la religión de quien lea esto, no morí, ni siquiera me pasó nada mas que un dolor de estomago y esa nota suicida termino hecha trizas mientras las lagrimas rodaban por mis mejillas, lagrimas amargas, lágrimas de rabia porque era una injusticia mantenerme viva y hacerme sufrir tanto, más mi historia no terminó ahí, me sentí miserable por mucho tiempo mas y terminé viviendo al lado de un monstruo a pocos meses de mi cumpleaños número 9.
Todos hemos sido monstruos crueles e insensibles en algún punto de nuestra vida, pero yo soy de las que prefieren no ser un monstruo con quien no conoce de ellos y mucho menos si ni siquiera puede dejar de ser considerado un niño, los niños son seres sagrados que deben mantenerse alejados de la maldad que habita en ellos hasta que tengan la fuerza suficiente para proteger su inocencia por ellos mismos.
‘‘Otras mujeres lo hacen’’, yo no era una mujer, era una niña que, aunque tenia una tristeza mas grande que yo en mi diminuto cuerpo no dejaba de ser inocente, me tocó ser mujer y dejarme sin protección para proteger a quien se supone debían proteger junto conmigo, no aprendí a contar porque cuando te tocan en contra de tu voluntad debes ser una niña buena y las niñas buenas siempre tienen la culpa.
¿Mi mayor pecado?, ser quien se formaba en el vientre de alguien cuando un doctor dijo es una niña, demasiado pequeña para abrir las piernas, pero debía ser una niña buena y las niñas buenas son obedientes porque a los niños desobedientes les pasan cosas malas.
Demasiado débil para pelear, nadie pelea mientras muere de hambre pero aun así fue mi culpa porque pude haberme defendido, pude gritar, morder, pedir ayuda pero no lo hice, fue mi culpa porque no fui una niña buena pero ahora debía serlo, debía callar, no quiera dios que se enteren los vecinos, no, eso jamás, mejor sacrifiquemos a la niña, sigue siendo virgen según la ley y la ley nunca hizo nada y los padres tampoco y yo fui una niña buena, siempre fui una niña buena.

ESTÁS LEYENDO
De niña buena a oveja negra
Genç KurguLas niñas buenas no juegan con los machos, se sientan como niñas, usan vestido, no escuchan rock y no ven anime, las niñas buenas son de Dios y se guardan de cometer pecados. Desde que tengo uso de razón vengo escuchando tan a menudo esas cosas que...