Capítulo 12

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 - Lo lamento, señor Lafcrat, pero Fressia se encuentra indispuesta en este momento. Hasta que mejore, lo ideal es que permanezca en reposo - dijo Vonseri. 

- ¿Qué le ocurre? ¿Está bien? - se preocupó el joven. 

- Es un resfriado, nada grave, pero tenía un poco de fiebre, por eso es que está en reposo como recomendó el médico. 

- Entiendo, entonces regresaré otro día... 

El joven confió en lo que el comerciante le dijo pues había notado que las funciones del espectáculo también estaban suspendidas y que era posible que ella estuviese enferma.  

El problema fue que los días pasaban y él continuaba sin lograr verla, podía percibir que Vonseri le ocultaba algo, necesitaba desesperadamente saber la verdad, así que aquella noche decidió aceptar la propuesta del comerciante de pasar la velada con otra de las chicas del lugar. 

Ya ubicados en una mesa, la muchacha dijo:  

- Señor Lafcrat, gracias por elegirme, le prometo que le haré pasar una noche ideal...- mientras deslizaba su mano por el hombro de Vincent.  

Él, gentilmente, la detuvo y susurró a su oído: 

 - Escucha, lo único que quiero es obtener información sobre Fressia, por eso estoy aquí. ¿Tú sabes qué le ocurre?  

- Así que era eso... Sí, sé que es lo que pasa, pero no puedo hablar del asunto – respondió, molesta. 

- Cuéntame, te prometo que no te dejaré expuesta ante Vonseri. 

- Fressia se vio involucrada en un incidente la semana pasada. 

- ¿Incidente? ¿De qué hablas? - se preocupó aún más él. 

- Por defender a un niño huérfano que vagaba robando por el teatro, en la confusión, terminó recibiendo un golpe de látigo que era para él y se está recuperando de ello. Personalmente no la he visto, pero creo que fue algo grave por la cantidad de médicos que vinieron a verla. 

El joven se desesperó. 

- Necesito verla, ayúdame a llegar a ella, si lo haces te daré esta joya – le pidió y sacó un estuche con un hermoso collar que llevaba encima previendo que lo necesitaría para convencerla.  

La muchacha se cegó al ver aquel obsequio, en tantos años nunca le habían ofrecido algo así. 

- Hay un cuarto exclusivo para clientes que está justo al lado de la habitación de Fressia, podemos simular ir allí. Yo distraeré al custodio que está en su puerta, esa será su única oportunidad... - aceptó, tomando el collar. 

La joven guio a Vincent hacia aquel cuarto simulando ante el guardia que iban a tener un encuentro íntimo. Una vez que ingresaron en la habitación, ella salió para pedirle si podían traerles la cena a la habitación, el custodio se fue y Guilian quedó vigilando. Esa era la oportunidad perfecta, sin detenerse a golpear, el joven entró de prisa al cuarto de Fressia cerrando por detrás la puerta, pero no estaba preparado para ver lo que finalmente encontraría... 

 - Fressia...- dijo, impactado, el muchacho.  

Ella estaba de espaldas a la puerta, sentada en su cama, con el torso desnudo, pero tapando su pecho con una sábana, dejando así al descubierto una tremenda herida que atravesaba toda su espalda baja, mientras un niño le cambiaba los vendajes. 

- ¡Vincent! - se sorprendió ella - ¡¿Qué haces aquí?!  

- Fressia... ¿Qué ocurrió?... ¿Quién te hizo esto? ...- preguntó él, aún afectado. 

Bajo la Luna Roja  (edición 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora