Al llegar al lugar se dio con una sorpresa desagradable: Fressia ya había sido prometida a otro hombre esa noche.- Disculpe, señor Lafcrat, de haber sabido que vendría la hubiese reservado para usted, pero esta noche ella la pasará con el señor Tiffor. Si lo desea puedo ofrecerle a otras de mis chicas - se disculpó Vonseri.
- No es necesario, mientras tenga la posibilidad de cruzar unas palabras con ella puedo esperar un tiempo. Ya que estoy aquí beberé un trago - dijo el joven.
- Adelante, señor, siempre es bienvenido, permítame guiarlo a una mesa.
Vonseri lo llevó a una mesa que, casualmente, estaba cercana a la de Tiffor. Desde ella podía ver claramente como aquel hombre, ya anciano, mantenía a Fressia sentada sobre su regazo. De repente sintió como un nuevo sentimiento despertaba en él: los celos, nunca antes los había tenido. Era como si le quemara el pecho, no podía ocultar su malestar a Guilian, quien había decidido acompañarlo.
- Maldito viejo, que espectáculo desagradable - comentó, molesto, Vincent.
- Sí, esa señorita es aún más joven que su propia nieta, definitivamente en este lugar no existen los límites - respondió Guilian.
Aquel anciano fumaba, bebía y reía en voz alta con otros hombres en su mesa mientras jugaba un partido de cartas.
En un momento, el joven presenció como Tiffor acariciaba el rostro de Fressia y deslizaba su mano por el cuello de ella llegando a tocar su busto, la muchacha se esforzaba por disimular su desagrado y Vincent ya no pudo soportarlo.- No puedo seguir viendo esto - dijo mientras se ponía de pie.
- Espere un momento, señor, contrólese, no puede quedar en evidencia - intentó detenerlo Guilian.
El joven se acercó directamente a aquella mesa.
- Buenas noches, señor Tiffor - saludó con distinción.
- ¡Oh, señor Lafcrat! Que sorpresa verlo aquí - comentó el anciano.
- Sí, hace poco me enteré de este lugar, me dijeron que aquí se reúnen muchos hombres importantes y me pareció una buena oportunidad para hacer negocios pasando un buen rato.
- Es verdad, señor, aquí pasamos buenos ratos. Lo invito a sentarse a mi mesa, ¿Qué le parece un partido de cartas?
- Me gusta la idea, pero ¿Qué le parece si, para hacerlo más atractivo, también apostamos?
- Oh, interesante, ¿Y que sería?
- No quisiera generar conflictos involucrando bienes personales, así que ¿por qué no apostamos cosas de las que dispongamos aquí y ahora?
- Estoy de acuerdo.
- Por ejemplo... ¿Qué le parece apostar la compañía de la señorita? - dijo, con astucia, el muchacho.
- Ah ¿Usted también notó lo hermosa que es? Es tan joven y fresca como una flor, no veo la hora en que Vonseri me la venda je, je - comentó Tiffor mientras la abrazaba con fuerza, Vincent se contuvo para no reaccionar ante eso - ¿Y si yo gano? ¿Qué obtengo? – continuó.
- Pues le ofrezco la suma que abonó por pasar esta noche con ella, ¿está de acuerdo?
- Excelente, entonces comencemos - terminó el anciano.
Tiffor era habilidoso para el juego, pero Vincent lo era aún más, con su mente brillante era capaz de realizar estrategias y calcular posibilidades a una velocidad increíble.
- Bueno, señor Lafcrat, debo decir que me ha sorprendido, acepto la derrota.
- Fue suerte, señor Tiffor, en otra oportunidad le ofrezco la revancha - dijo con una sonrisa complaciente.
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Bajo la Luna Roja (edición 2023)
FantasiEn una noche fría, el gesto amable de un extraño ser despierta el amor en el inocente corazón de una niña desamparada. Los años pasan y la niña se convierte en una joven cuya belleza es codiciada por todos. Atrapada en una elegante esclavitud, cada...