Capítulo 6

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La noche llegó y los hijos de Cirse llevaron a Fressia hasta el lugar prometido, la joven no ocultó su sorpresa cuando vio que se trataba de un hermoso lago en lo profundo del bosque, prácticamente en el corazón del mismo.

- ¡Es increíble!, ¡no tenía idea de que existía este lago! - dijo, emocionada.

- Nunca hemos visto a ningún humano llegar hasta aquí, creo que no saben de su existencia porque no está conectado a ningún río - dijo el hermano mayor.

- Es verdad... ¿De dónde proviene el agua?

- Proviene de un río subterráneo, las hadas de agua y tierra lo ocultaron para que no pudiesen seguir su rastro.

- Ya entiendo, pero ¿Qué hacemos aquí?

- Aquí es donde podrás bailar, Fressia – sonrió.

- ¡¿Eh?! Pero ¿cómo? Es agua...

- Nuestras amigas, las hadas del agua, te mostrarán cómo. ¿Están ahí, Nufer y Artez? - preguntó el más pequeño y del agua emergieron dos hadas de mediana estatura, cabello color plata, pálida piel y alas azules, estas eran diferentes a las de las hadas de viento ya que se parecían más a las aletas de los peces.

- ¡Los estábamos esperando! - dijo Nufer.

- Ella es Fressia, es la amiga de quien les hablamos – la presentó el pequeño.

- Así que es ella. Es un gusto conocerte, yo soy Artez y ella es mi hermana Nufer. Los chicos nos dijeron que danzas, pero necesitabas un suelo estable para hacerlo.

- Es un gusto para mí conocerlas, sí, la danza que practico se llama ballet y requiere de equilibrio - respondió la joven.

- ¿Ballet? Nosotros no conocemos ese tipo de baile, te ayudaremos porque también queremos verla – dijo, ansiosa, Nufer.

- ¿Cómo?

- Te daremos un hechizo y con el podrás caminar sobre el agua como lo hacemos nosotras, ¿Estás lista?

- ¡Sí! - aceptó, emocionada, la muchacha.

Nufer tocó el pecho de Fressia y una pequeña luz entró en ella.

 - ¡Listo! Ahora podrás hacerlo.

- ¿De verdad? No estaba del todo preparada así que debo quitarme un poco de ropa.

- Mira, Fressia, yo traje mi flauta, así puedes bailar la canción que aprendí - comentó el hermano mayor, enseñando el instrumento.

- Muy bien, entonces seguiré tu música - sonrió la joven, mientras se quitaba las botas.

Al mismo tiempo, un poco alejado de ellos, se encontraba Redeye sentado sobre una roca.

 - ¡Amo! Así que aquí estaba- dijo Zarza, quien estaba buscándolo.

- Aunque oculte mi rastro siempre me encuentras, Zarza...

- Es un poco más difícil, pero sé que cuando quiere pensar viene aquí.

- Me conoces bien...

- ¿Y qué ocurre, amo?, ¿Es por qué la señorita Fressia se irá?

- Tal vez... tengo pensamientos encontrados sobre eso. Por un lado, sé que lo correcto es que regrese a su mundo, pero también deseo que se quede aquí...

- ¿Pensamientos? Creo que la palabra correcta sería “sentimientos”, amo. ¿Usted se ha enamorado de ella?...

- ¿Amor? No creí que eso fuese
posible para mí...

Bajo la Luna Roja  (edición 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora