~ Be Alright

Capítulo 7

— Ahora ¿me dejarás ver el resto? –preguntó él alejándome un poco de él para que pudiera ver su rostro.

— Justin –susurré corriendo mi rostro, mirando en otra dirección.

— Por favor princesa –añadió tomando mi rostro entre sus manos, obligándome a mirarlo. Secó mis lágrimas y besó mi frente.

— ¿Es necesario? –insistí dudosa, esperando que desistiera de la idea de mostrarle el resto de mis cicatrices.

— ____ -dijo complicado-, sé que ha pasado el tiempo… pero de verdad que puedes confiar en mí, quiero ayudarte, ya te lo dije… déjame curarte.

Solté un suspiro rindiéndome, miré mis piernas fijamente tratando de darle a entender que no podía tan fácilmente.

— Necesito algo más corto –susurré cansada.

Justin se levantó y en menos de dos minutos a estaba de vuelta con unos… ¿bóxers?

— Supongo que esto te servirá ¿no? –dijo ofreciéndomelo, yo lo miré entre sorprendida y… no sé realmente cual era mi rostro, pero de seguro era bastante gracioso ya que Justin se relajó un poco y soltó una pequeña risa-. Tranquila, están nuevos… lo juro… bueno casi, solo los ocupé una vez.

— ¡Justin! –reclamé con una sonrisa.

Tomé la prenda entre mis manos y me dirigí a la habitación de Pattie, me saqué los pantalones de chándal y me puse los bóxers de Justin sobre mi ropa interior y me saqué la polera, dejando a la vista mi torso cubierto solamente por un sostén deportivo.

Me acerqué a la puerta y nuevamente solté un nuevo suspiro antes de salir de la habitación y volver al living en donde se encontraba Justin esperándome. Al cerrar la puerta del cuarto de Pattie mi amigo se volteó y nuevamente la sonrisa desapareció de su rostro.

— No digas nada –le pedí agachando el rostro-, no necesito que más personas me juzguen.

— Tranquila… no lo haré. Ahora… vamos –dijo señalando su regazo para que colocara allí mis piernas y así poder ver mejor mis heridas-. ¿Sábado por la noche? –preguntó de pronto refiriéndose a la fecha en cuando me produje esas heridas.

— No… no son tan viejas –dije tratando de darle un toque de humor… y simplemente no funcionó, mala idea-, lo siento –me disculpé-, son de anoche.

Entonces al igual como lo hizo con mis brazos tomó un poco de algodón, y comenzó a limpiar las heridas.

— ¡Auch! ¡Duele! –comencé a quejarme.

— Eso es obvio Little Pony –vaya… me llamó por mi viejo apodo, parece que ya estaba más relajado-, estas son más recientes, aún no cicatrizan tan bien como las otras que tenías en tu brazo… o aquellas –añadió con un suspiro señalando mi vientre… Aquellas eran hace más o menos un mes, ya estaban cicatrizadas, pero Justin me había pedido mostrarle, así que simplemente así lo hice.

— Lo sé… pero duele –insistí, haciendo un puchero, estirando mi labio inferior.

— Lo siento, pero de verdad no estaré tranquilo hasta poder curarte estas heridas.

Fue entonces cuando comenzó a limpiar mis heridas ocupando solo una mano, mientras que con la otra tomó una de mis manos y comenzó a dejar suaves caricias sobre ella para tranquilizarme un poco, y además hacerme notar que él estaba allí para mí y que el dolor pronto se iría… Pero bien sabía yo que aquello no sucedería… esto… Justin y toda la tranquilidad y paz que él me daba era temporal… ya que debería volver a casa, en donde volvería a pelear con papá y en donde volvería a sentirme sola y desprotegida… donde volvería a encerrarme en mi habitación, en donde sacaría a mis amigos… la toalla y la navaja y sin pensármelo dos veces volveré a pasar aquel pedazo de frío metal con filo por sobre mi piel produciendo nuevas heridas, por la cuales saldrá sangre… quizá solo un poco o quizá a borbotones… heridas que dejarán nuevas marcas ya sea en mis brazos, en mis piernas o donde sea que decida dejarlas esta vez.