— ¿Estás bien? –preguntó nuevamente Justin.
— Por enésima vez, sí, Justin –respondí soltando un suspiro cansado.
— Y por enésima vez te digo que sé que me mientes… ____, por favor, confía en mí –dijo bajando del automóvil para abrirme la puerta- ¿Qué sucedió? ¿Por qué te hizo esto ____? –añadió al llegar a mi lado, mientras me ayudaba a bajar del auto, acariciando mi mejilla al tenerme de pie frente a él, subiendo sus dedos por mis pómulos hasta llegar al borde de mis lentes de sol y acariciar aquel hermoso –nótese el sarcasmo- hematoma que cubre parte de mi rostro.
— ¿Recuerdas que te dije que necesitaba volver a casa pronto? –suspiré mientras alejaba mi rostro de su tacto; tomé su mano libre con la mía y comencé a guiarlo a mi casa.
— ¿Y qué con eso?
— Pues eso… debía llegar a casa temprano y no lo hice.
— Vamos ____, ¡no te pudo haber golpeado por eso!
— ¿Puedes bajar el volumen? –le gruño entre susurros-, tengo vecinos ¿sabes? –Añado mientras introduzco mi llave en la cerradura para abrir la puerta e ingresar junto con Justin a casa.
— ¿Vas a decirme que pasó? –dijo con un tono más exasperado.
Suelto un suspiro, sabiendo que cuando termine de explicar se volverá loco.
— ¿Dónde diablos estabas metida? –grita de pronto mi padre
— Yo… este… -comencé a tartamudear sin saber que decir.
— ¿Sabes acaso la hora que es? Deberías estar acá y no por ahí quien sabe donde… revolcándote quizá con cuantos. –Comienza a gritar…
— ¡Solo perdí la noción del tiempo! ¡Por Dios, tanto escándalo!
— ¿Qué dices? –preguntó con el ceño fruncido mientras que si expresión se endurecía. ¡Mierda! Se enojó más aún.
— Olvídalo –suspiro cansada, trato de esquivarlo para ir a mí habitación.
— ¡Oh no señorita! –me lo evitó tomándome del brazo mientras me pegaba contra la puerta-, ¿crees que puedes desaparecer así como así, no dejar nada hecho, llegar a estas horas y luego solo marcharte a tu habitación?
— Es lo que pretendo –suelto en un bufido, esperando que no sea oído por él… pero al parecer lo dije demasiado alto.
— ¡Pues eso no sucederá! ¡Me he quemado por tratar de preparar algo que deberías haber dejado listo tú! Ahora iras a esa cocina, preparas la cena y que sea rápido –dijo, o más bien me gruñó a la vez que volvía a azotarme contra la pared para enfatizar su enojo.
— Me estas lastimando –digo mientras suelto un leve sollozo y trato de ocultar mi rostro con una cortina de pelo.
— Me parece justo, después de lo que me he lastimado yo –su agarre se vuelve más fuerte.
— Ya suéltame, por favor –cierro los ojos, esperando que al hacer esto todo a mí alrededor desaparezca y me encuentre nuevamente recostada al lado de Justin en su cama, charlando tranquilamente.
— ¡Mira esta ropa! -dice de pronto quitando su agarre de mi brazo ¡gracias al cielo! ¡Es cierto! Aún ando con la ropa que me prestó Justin- ¿no lo dije yo? Quizá con quien te andabas revolcando por ahí –su agarre vuelve, solo que esta vez se fija en mi cuello, levantándome unos centímetros del suelo-, eres una maldita cualquiera… una asesina y una cualquiera.
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~ Be Alright
Fiksi PenggemarHay veces en que realmente necesitas un amigo, pero lamentablemente ellos no siempre estan para ti; en especial cuando uno de ellos se volvió en una revelación mundial de la música, el nuevo ídolo pop.