Mi teléfono no dejaba de sonar hasta que decidí apagarlo, no quería saber nada de Justin, al menos no por ahora. Taylor no se hizo esperar demasiado y llego feliz aunque se le notaba preocupada.
— ¿Qué pasó ahora con Justin? –preguntó después de saludarme y sentarse frente a mí con nuestros cafés ya en mano, acompañados de unos trozos de tarta.
— ¿Tan obvia soy? –pregunté
— Algo, aunque te recuerdo que en el mensaje me hablaste sobre alguien de bonito rostro, ropa cara y peinado perfecto que quedaría bañado en helado si no salías luego de casa… esas pistas no son muy difíciles de seguir.
— Pues si no son tan difíciles creo que la primera pregunta está de más.
— ¿A qué te refieres?
— Taylor, sé que sabes muy bien a lo que me refiero –pero ella parecía no seguir el hilo de mis pensamientos-… Ayer en el backstage de los premios –y en ese segundo pareció como si su rostro se iluminara debido a la comprensión-, veo que finalmente me captaste. Es imposible que no supieras a lo que me refería, aquella imagen anda dando vueltas por todas partes.
— ____...
— No trates de defenderlo Taylor, vi tu reacción al verlos, vi como estaban, estaban rodeados de cámaras, no solo fue algo que vi yo, es algo que está viendo todo el mundo… y yo que me estaba creyendo sus historias, todo iba tan bien y esto… Siempre todo se estropea –solté antes de dar un suave suspiro de cansancio, cerrando los ojos, tratando de alejar de mí las enormes ganas que tenía de llorar.
— Tranquila –dijo ella tomando mi mano entre las suyas-, no quiero defenderlo, sé que viste mi reacción, no fue buena, así que supongo que asumirás que también lo encaré después de eso… claro que en privado para que no se hiciera público como esto. Sé cómo lo estás pasando, y trato de entender cómo se encuentra él, pero no es fácil… sabes cómo es Justin, siempre tan complicado, insisto… no quiero defenderlo, pero… solo te pido que lo escuches, dale una oportunidad de explicar lo que sucede. Quizá al fin y al cabo eso es lo que necesiten, una buena charla, sincera y tranquila.
— Quizá es lo que necesitemos, ya sea para arreglar las cosas, o ponerle fin a todo esto de una vez por todas… pero no me hagas hacer eso aún, porque en este momento no tengo fuerzas para enfrentarme a esto.
— No te preocupes, ahora basta de malos ratos, tenemos un Starbucks, un trozo de tarta cada una, pues disfrutemos esta tarde y luego ya veremos que hacer.
— Tienes razón, salí de casa para no preocuparme por Justin y eso es lo que haré justo ahora.
Y eso fue precisamente lo que hicimos. Después de terminar nuestro café y el pastel nos fuimos a casa de Tay en donde me mostró algunas canciones en las que estaba trabajando y luego entre risas nos recostamos en la sala a ver una película, luego otra y como si no fuera poco, luego colocamos una tercera, aunque en cuanto mirábamos esta, no sé en qué momento exactamente, caí dormida, sin poder seguir manteniendo mis ojos abiertos por más tiempo.
Mis ojos se abrieron luego de que un frío me recorriera la espalda, y fue entonces cuando me di cuenta de que me encontraba junto a Taylor recostadas en el piso de su salón, con la televisión prendida, pero sin ver nada ya que la película ya había acabado. Refregué mis ojos y me senté buscando mi celular para revisar la hora pero éste se encontraba apagado, había olvidado prenderlo después de salir de Starbucks, aunque en cuanto se encendió casi me dio un paro cardiaco al notar lo tarde que era, las 2.30 de la mañana… aunque lo que más me revolvió el estómago fue comenzar a ver como se comenzaban a actualizar las notificaciones de mi teléfono. Tenía 4 mensajes de Pattie, 3 de Scooter, 3 de Alfredo y… 22 de Justin. Comencé a leerlos
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~ Be Alright
Fiksi PenggemarHay veces en que realmente necesitas un amigo, pero lamentablemente ellos no siempre estan para ti; en especial cuando uno de ellos se volvió en una revelación mundial de la música, el nuevo ídolo pop.