Capítulo 22

3.9K 215 8
                                    

No podía creer que haya cometido tantas estupideces en tan poco tiempo… Realmente comprendo que ____ esté enojada conmigo, en especial después de que cuando planeaba ir a disculparme por la estupidez que había cometido, simplemente la cago más… No sé cómo fui capaz de todo aquello, simplemente mi cerebro se encontraba conectado a mi culo gracias a los jodidos nervios que me producía el saber que Selena podía llegar en cualquier momento.

De momento no sabía a qué diablos venía… simplemente me llamó unos días atrás avisando su visita, pero nada más. Al cortar la llamada se despidió con un “Te extraño, ya quiero verte” que a mi simplemente me dejó sin saber qué decir.

Y si a aquello se le suma que tenía miedo de que ____ se enojara, o que Sel le dijera algo… no lo sé, como dije, simplemente tenía el cerebro conectado al culo.

El portazo que dio ____ al bajar del coche me trajo de vuelta a la realidad, habíamos llegado al hospital y ella había bajado hecha una furia. Rápidamente salí tras ella y al llegar a su lado pasé mi brazo por su cintura, tacto que ella rechazó al instante con un codazo a mis costillas –el cuál iba con muy poca fuerza a decir verdad-, pero aun así no la solté.

— Tranquila… sé que jodí todo completamente, pero vamos a que te revisen esa mano y luego puedes gritarme todo lo que quieras, decirme lo gilipollas que soy para darte la razón en todo porque créeme que sé que tienes la razón, disculparme para que me perdones y relajarnos ¿De acuerdo?

— Me gusta el orden de las tres primeras cosas, de las otras yo no estaría tan segura –respondió ella.

— ____, no voy a discutir contigo ahora… tu salud es mucho más importante para mí en este momento que pelear por el orden de cosas que haremos luego. Así que ya solo relájate, porque lo que estas logrando con todo ese enojo es mover más tu mano herida, que circule más sangre por ella, empapando la toalla.

Ella me miró extrañada y bajó la vista a su mano para darse cuenta de a lo que yo me refería. Había estado sacudiendo su brazo tratando de soltarse de mi agarre y ahora la toalla estaba mucho más roja que antes. Afirmé mi agarre en su cintura y tomé su brazo con mi otra mano libre para subir hasta la toalla y presionar la herida.

Me apresuré a hablar con una enfermera en la sección de urgencias quien nos mandó rápidamente con un cirujano, ante esta indicación pude ver como ____ se ponía pálida al instante.

— Tranquila, no te dejaré sola –le susurré suavemente antes de besar su cabellera.

— Tengo miedo –susurró ella.

— No lo tengas, estoy contigo.

Llegamos a la sala indicada en donde entramos rápidamente; allí nos esperaba un hombre de unos 40 años aproximadamente, vestido con un traje azul y con una mesa llena de implementos al costado de una camilla. Nos saludó rápidamente y le pidió a ____ que tomara asiento en la camilla.

— Déjame ver esa mano –pidió él mientras tendía la suya después de ponerse unos guantes, para retirar la toalla y tras ponerse una mascarilla comenzó a limpiar la herida- ¿qué te paso pequeña? –preguntó riendo, tratando de relajar a ____, quien me tenía aferrada con su otra mano, con mucha fuerza a la vez que me enterraba sus uñas.

— Sin querer rompí un florero, y mientras estaba recogiendo los trozos para botarlos me distraje porque estaba enojada y me corté con uno.

— De acuerdo, tranquila, no es demasiado grave, pero si necesitara un par de puntadas. También debo desinfectar la herida, pero antes tengo que sedártela. Necesito que te relajes, que no te preocupes… si es necesario mira a otra parte, ya que si estas tensa es probable que la anestesia no funcionara de la manera esperada.

~ Be AlrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora