—Ya me voy nena—susurró Justin agachándose a su altura y esta fingió abriendo los ojos media dormida. —Vale aun duerme y yo debo irme, pero le pedí a Rosa que te trajera el desayuno—dijo y esta asintió. —Te amo—sonrió besando su mejilla antes de bajar a sus labios y esta fingió una sonrisa.
—Yo también te amo—susurró devuelta y este sonrió besando nuevamente su frente antes de salir de la habitación. Esperó pacientemente escuchar la puerta principal cerrarse y se puso de pie. Miró la hora y fue al baño. Se agachó con cuidado a la última gaveta del estante y sacó una inyección de progestágeno. Se alzó la camisa de pijama y respiró hondo mientras se inyectaba. Apretó los dientes tratando de no llorar ante el dolor y negó soltando la inyección ya vacía. Cogió una gaza con alcohol y se limpió el área donde segundos antes se había inyectado. Se miró en el espejo y negó llorando. Apenas había dormido, apenas se había movido porque en todo lo que podía pensar era en su bebé. Sabía que tenía que ir cuanto antes al hospital y decirle a Gaby sobre su sangrado, pero antes tenía que asegurarse que nadie supiera lo que había ocurrido.
Con cuidado de no lastimarse, se dio una rápida ducha y se puso un vestido. Recogió todo lo usado y lo botó en una bolsa negra antes de guardarla en su bolso. Sabía que tarde o temprano su papá iba a darse cuenta de que faltaban unas inyecciones en su botiquín, pero luego le explicaría. Ahora lo único que tenía en mente era ir al hospital para que Gaby la chequeara y rogar porque todo haya sido una falsa alarma. Su bebé estaba bien, debía tener fe. Se acercó a la cuna de su princesa y sonrió con los ojos aguados al verla dormir plácidamente abrazando su muñeco bebé. Sin duda alguna su princesa moría por tener un hermanito; a todos lados se llevaba a su muñeca bebé y eso solo demostraba lo ansiosa que estaba de tener un hermano.
—Mami volverá pronto bebé, te amo—susurró besando la cabecita de su princesa antes de salir de la habitación.
—¿A dónde vas? —preguntó Rosa detrás de ella asustándola y está apretó los dientes. ¡Mierda! Había olvidado por completo a su mamá. —Justin me dijo que estabas durmiendo aun— dijo confundida mirándola de arriba abajo y está se encogió de hombros volteándose a verla. Esperaba que su mamá no notara su palidez y sus ojos aguados; de lo contrario estaría perdida.
—Fingí que estaba durmiendo porque no quería que supiera que iba a salir y me preguntara a donde iba—contestó con una sonrisa y Rosa asintió.
—¿Y a dónde vas? —preguntó pícaramente y Estela fingió una sonrisa. Tenía que darse prisa y su mamá no iba a parar hasta tener respuestas; lo mejor era mentir.
—Iré de compras, ya sabes...—mintió fingiendo estar avergonzada y Rosa rio negando, entendiendo. De seguro su hija iba a comprar todo lo necesario para su velada romántica con su chico. —¿Crees que puedes cuidar a Vale unas horas? Prometo estar devuelta antes de las 12—dijo nerviosa y Rosa asintió. Esperaba estar de vuelta en casa pronto, pero eso no dependía de ella; sino de su amiga y de lo que saliera en el ultrasonido.
—Ve tranquila cielo, cuidaré a la princesa— dijo y está sonrió de lado antes de salir de la casa. Apretó los dientes al sentir un leve dolor en su vientre y negó montándose en el auto. Justin le había prohibido manejar por su seguridad, pero ahora mismo lo necesitaba. Necesitaba llegar cuanto antes al hospital y que Gaby la chequeara. El sangrado había disminuido, pero los dolores cada vez eran más fuertes y eso no era bueno. Había sobrevivido apenas la noche, pero no estaba segura de cuánto tiempo más iba a poder aguantar.
—Ya casi bebé, por favor resiste—susurró acariciándose el vientre y negó con los ojos aguados mientras aparcaba en el hospital. Rápidamente cogió su bolso y corrió a al área de obstetricia donde Gaby la esperaba. Le había mandado unos mensajes hace unos minutos cuando había despertado informándole sobre los dolores y esta le había exigido que fuera lo antes posible al hospital.
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Turn Me On Again {Extended Version-Justin Bieber}
RomanceEl sexy bombero estaba listo para enfrentarse a un nuevo reto; una familia. Ya no solo era su pequeña y él, ahora tenía una mujer y un bebé en camino que requerían de toda su atención. El sabía que tarde o temprano debía dejar a un lado su trabajo...