Episodio 2

607 73 57
                                    

Nuevamente se volvía a estampar contra el suelo, las pequeñas y calientes piedras se le incrustaban en sus manos al caer. Cada vez le estaba doliendo más.

El calor de ese lugar simplemente no ayudaba. ¿A quién se le ocurría vivir en un planeta desértico? era una locura para cualquiera. Si seguía así, pediría que le cortaran las manos y se las reemplazara por unas piezas robóticas. Ya estaba cansado y su maestro no cedía, pero temía hacerlo enojar si le pedía un descanso.

—Okey, esto no está funcionando —soltó mientras le apuntaba con su sable —. Tomemos un descanso.

—¿Qué? —levantó su mirada, notablemente confundido.

—Ya no me estás prestando atención y me estoy comenzando a enojar —el tono de voz que empleó era tan sereno que realmente no parecía estar al borde de la ira.

Sin esperar una respuesta, Yoongi guardó uno de sus sables en el cinturón de su traje y caminó en dirección al pilar de piedra que estaba haciendo sombra. Se sentó lentamente, cruzó las piernas y cerró los ojos. Taehyung no le quitó la vista en ningún momento, no supo si estaba meditando o si estaba durmiendo. 

El Sith era un completo misterio.

Cuando ya había conseguido la energía suficiente para pararse e ir a curar sus heridas, unos pasos lo hicieron girarse al mismo tiempo que tomaba su sable desde su cintura. Cuando eres un prófugo de la justicia debes estar atento a todo, o eso le solía repetir Yoongi. Al ver que se trataba de su mejor amiga, volvió a respirar con calma.

—¿Ya estás pensando en matarme? ¿No crees que es muy temprano aún? —rió de manera burlesca.

—Tu cara de bruja me asustó —la miró serio. Cuando su amiga estaba por golpearle, le regaló una de sus típicas sonrisas cuadradas. Era la primera vez en días que sonreía sin tener que aparentar.

—Muy gracioso, parece que la derrota mejora tu humor —se carcajeó al ver el ceño fruncido de su amigo.

—¿No tienes mejores cosas que hacer?

—Molestarte es mi principal misión de hoy.

Jennie Kim era apenas unos meses menor que él, pero ya era todo un prodigio. Era muy inteligente y hábil con su sable de luz. En más de una ocasión luchó con criaturas que Taehyung no quería ver ni en sus peores pesadillas. No es que él fuera un cobarde, pero prefería velar por su integridad física.

Ya llevaban varios años de conocerse, sus clanes unieron fuerzas después de las múltiples persecuciones por parte de La República. Taehyung supo que serían inseparables el día que Jennie le jugó una broma pesada disfrazándose de Jawa para asustarlo.

—¿Ya terminaron de ponerse al día o prefieren que vayamos por un café?

Ambos pegaron un respingo al escuchar la voz de Yoongi a sus espaldas. A pesar de que solía hacer apariciones fantasmales con frecuencia, no esperaban que hiciera una en ese preciso instante. La última vez que lo vieron, se encontraba durmiendo bajo el pilar de piedra.

—Perdón, no era mi intención interrumpir su entrenamiento, solo venía de pasada.

—No interrumpes, solo bromeaba. —la mirada de Yoongi era tan profunda y seria que ninguno supo si estaba bromeando o no—. Ahora ven, vamos a entrenar un poco.

Taehyung comenzó a incorporarse del suelo mientras se sacudía el polvo de sus pantalones, tenía la intención de quejarse pensando que Yoongi le estaba hablando a él. 

Un silencio incómodo fue suficiente para hacerle ver que no era a él a quien le estaba hablando.

—Lo siento... —le susurró mientras le tocaba el hombro—. Pero no puedo desaprovechar esta oportunidad. —Jennie caminó en dirección a donde hace un instante Yoongi estuvo practicando con su amigo.

Across the StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora