Episodio 17

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Los dos jóvenes corrieron, sus pulmones ardiendo, hasta que finalmente llegaron al campamento. Sin embargo, se encontraron con una imagen aterradora que les heló la sangre. El lugar estaba siendo invadido por la Orden. Los sonidos de los sables chocando resonaban por toda la explanada, mientras Jedi y Sith se enzarzaban en un frenético duelo.

—¿Cómo diablos nos encontraron? —exclamó Jungkook, su voz tensa de frustración.

Los gritos y jadeos crecían en intensidad, erizando los vellos en la nuca de ambos.

—Son demasiados... ¿qué vamos a hacer? —volvió a preguntar Jungkook, sus ojos buscando respuestas en el caos.

—Jennie... —murmuró Taehyung entre dientes, con la preocupación pintada en el rostro—. Tenemos que encontrarla.

—No —replicó Jungkook con urgencia—. Tenemos que escapar, Jimin y Yoongi...

—Jimin y Yoongi no están aquí —afirmó Taehyung—. Jennie es mi amiga, no la pienso dejar aquí.

Jungkook sopesó las palabras por un momento, sintiendo la mirada penetrante de Taehyung clavada en él.

—Más nos vale salir de esta con vida —dijo Jungkook con determinación.

Una amplia sonrisa iluminó el rostro de Taehyung mientras asentía con firmeza.

—Ven, sé cómo llegar al otro extremo —dijo Taehyung, tomando a Jungkook de la mano y guiándolo entre los pilares de piedra.

El estómago de Jungkook se enredó en nudos al sentir el contacto de su amigo. Era la primera vez que experimentaba esas emociones al estar cerca de Taehyung. No sabía si era debido al caos del momento o a la reciente conversación en la montaña, pero no era el momento adecuado para reflexionar sobre ello.

—Jungkook, ¿me estás escuchando? —preguntó Taehyung, apretando suavemente su mano.

—Lo siento... —respondió Jungkook, bajando la mirada con timidez—. Estoy un poco tenso por toda esta situación.

—No te preocupes, saldremos de aquí con vida, te lo prometo —aseguró Taehyung con una sonrisa tranquilizadora—. Ahora ven, creo que estamos cerca.

Las mejillas de Jungkook se colorearon de un suave tono carmesí mientras asentía con la cabeza, dejándose guiar por Taehyung a través del caos que los rodeaba.

—Tienen 20 minutos para encontrar a quien sea que demonios estén buscando —advirtió Seokjin con severidad—. Si no los encuentran en ese tiempo, me iré, con o sin ustedes.

La mirada firme de Seokjin se posó en Jimin y Yoongi, dejando claro el alcance de su seriedad.

—Los encontraremos —susurró Yoongi, girándose hacia su novio y sellando sus palabras con un breve beso en los labios.

Jimin asintió con determinación y ocultó su bláster en la parte trasera de su pantalón de cuero. La adrenalina corría por sus venas mientras la gravedad de la situación se asentaba en su mente.

La nave aterrizó a pocos metros del campamento, justo detrás de la montaña donde Taehyung y Jungkook habían estado momentos atrás. En el fondo, Yoongi sabía que no podían haberse alejado demasiado.

—Seokjinnie y yo nos quedaremos aquí vigilando la nave, ustedes vayan a buscar a los suyos —propuso Namjoon.

Los ojos de Jimin se encontraron con los de Yoongi, compartiendo un entendimiento mutuo. Sabían que cada segundo contaba y que no había margen para errores, así que asintieron al unísono y se prepararon para descender del vehículo. 

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